Bajo el título ‘La lengua Tamazight, entre vivencia y supervivencia’, el doctor en sociología, Kals Marzouk El Ouarriachi, impartió este jueves una conferencia en la UNED.
El Ouarriachi se considera a sí mismo ‘un trotamundos’. No en vano, ahora es profesor emérito en las universidades de Fez y Rabat, pero ha vivido en París, en Madrid y en otras ciudades del mundo. Pese a ello señala que "soy un nómada, he vivido en muchos países, pero siempre que sueño estoy en la casa de mis padres en Farjana, en mi infancia. Se trata de una relación de identidad y la lengua es su pilar. Está relacionado con la identidad, con la lengua base, con el imaginario colectivo. El imaginario se está escapando a los jóvenes con la 'cultura desechable'. La proliferación de las imágenes parten de la cultura digital. Sin embargo, la inteligencia artificial nunca podrá sustituir a un cerebro porque el cerebro es natural. A un robot se le programa para amar u odiar, pero a nuestro cerebro, no. La capacidad de imaginar es lo que nos diferencia de los animales”.
En la actualidad, el idioma Tamazight se habla en el norte de África, desde Marruecos hasta Egipto Occidental. Mientras nos dirigimos al oeste más beréberes hay. Cerca de 40 millones de personas son berebero hablantes y en Europa como mínimo lo hablan seis millones de personas.
El sociólogo El Ouarriachi afirma que "esta lengua está más relacionada con la vida diaria de la gente, pero la lengua del poder, de la política, de los científicos... siempre ha sido la lengua de masas y aunque el Tamazight es una lengua oficial, esta oficialidad no se refleja en las instituciones, en los carteles. Un ejemplo claro es el andaluz, la lengua de los campesinos andaluces, pero un alumno si no escribe las eses sería una falta ortográfica. En Marruecos, en Argelia, el Tamazight es oficial pero en los literatos, en la Constitución, en la práctica, no. Y eso es lo que nos gustaría".
Decenas de personas escucharon atentamente la ponencia de este sociólogo a la que no faltó la portavoz del Gobierno, Fadela Mohatar.