Marruecos cerró de manera unilateral la aduana comercial con Melilla el día 1 de agosto de 2018 y demostró, así, que es posible acabar con años y años de historia de un plumazo.
La respuesta del Gobierno español fue inexistente o, como mucho, podríamos decir que tibia.
Con el comienzo de la pandemia de covid19, y coincidiendo con la declaración del estado de alarma, en marzo de 2020, Marruecos cerró una frontera que no volvió a abrirse hasta mayo de 2022, eso sí, con infinidad de cambios respecto a cómo había sido el paso hasta entonces. Nada hacia Marruecos, ni siquiera una botella de agua, y desde allá hacia acá prácticamente cualquier cosa (salvo el pescado) con ciertas limitaciones de kilos en función de cuál sea el producto en cuestión.
También llegaron entonces otros cambios, como la obligatoriedad de sellar el pasaporte, que era algo de lo que los melillenses estaban exentos anteriormente y que ha provocado que las esperas se hayan eternizado en muchas ocasiones.
Los empresarios llevan años clamando por un régimen de viajeros justo y por la reapertura de la aduana, algo que, sin duda, abarataría productos como áridos, frutas, verduras y pescado, que ahora, aun cuando procedan de Marruecos, hay que traer desde la península. Con el incremento del precio del combustible derivado de la guerra de Ucrania, y a la espera de lo que suceda una vez Donald Trump tome posesión nuevamente como presidente de los Estados Unidos para ver lo que pueda deparar su amistad con el presidente ruso, Vladimir Putin, para ese conflicto, los precios en los supermercados melillenses se encuentran por las nubes.
Además, esta reapertura, junto con un régimen de viajeros equilibrado, permitiría también a los empresarios melillenses sacar beneficio con sus ventas, que ya sufrieron un bajón también porque los ciudadanos marroquíes, sobre todo los de la provincia de Nador, no pueden entrar en Melilla con la facilidad de antaño a hacer sus compras.
Tampoco con la frontera ni con el régimen de viajeros se ha escuchado al Gobierno central decir demasiado, quizás en su intento por no incomodar a un vecino del que depende, en buena medida, el control de la llegada de inmigrantes irregulares a España.
Ahora, según ha podido saber El Faro, Marruecos da otra vuelta de tuerca y, cuando se abra la aduana, ellos podrán exportar cualquier producto a Melilla, pero desde la ciudad autónoma hacia Marruecos sólo lo que las autoridades de ese país decidan en cada momento.
Aunque los empresarios prefieren mantener la cautela hasta que se reúnan con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, ya han adelantado su disgusto por esa decisión si se convierte en realidad.
Son múltiples las voces que ya sugieren que, para que la frontera esté así, mejor cerrarla, por lo que ahora, con más rotundidad si cabe, defenderán que se acabe con el régimen de viajeros y que siga cerrada la aduana.
Falta por conocer la versión del Gobierno y, en su caso, de Moh como su máxima representante en Melilla, pero, si efectivamente se cumple la premisa adelantada por este periódico, lo que está claro es que no podrá permanecer mucho más tiempo en silencio y no le quedará otro remedio que dar explicaciones sobre por qué ha aceptado un trato tan desigual.
Cuatro mil raciones de roscón y 500 kilos de chocolate fueron las cantidades que ayer…
MCD La Salle: Davydova (10), Alcántara (5), Cáceres (9), Forsyth (4), Torrubia, Santana (7), Guri (10),…
La portavoz del Gobierno, Fadela Mohatar, criticó duramente este sábado que el Grupo Socialista no…
El pabellón Javier Imbroda acogerá este domingo, 5 de enero, a las 12:00 horas, el…
El pasado 20 de diciembre de 2024, se publicó en el BOME la modificación del…
Muy mala suerte han tenido, en la primera de las etapas del Dakar 2025 los…