El Gobierno melillense rechaza cualquier alternativa que no sea una Cámara de Comercio propia

El consejero de Economía de Melilla, Miguel Marín, ha rechazado de manera tajante cualquier opción que no contemple la creación de una Cámara de Comercio propia para la ciudad autónoma, dejando claro que no se aceptará una mera delegación de Cámara de España como pretende la delegada del Gobierno. Marín defendió que esta es una reivindicación histórica de la sociedad melillense, respaldada de forma unánime por las organizaciones empresariales y asociaciones de comerciantes de la ciudad.

Durante su intervención, Marín subrayó que la postura del Ejecutivo local es firme y se basa en el compromiso adquirido con el ministro de Economía en el marco de una conferencia sectorial. “Nosotros, cuando enviamos la petición al ministro, tal y como quedé personalmente con él, remitimos también toda la documentación y las firmas de apoyo de las organizaciones empresariales y asociaciones de comerciantes de Melilla”, afirmó el consejero.

Este respaldo empresarial ha sido clave para que el Gobierno local sostenga su exigencia de contar con una entidad propia, similar a la que ya tiene Ceuta. La postura del Ejecutivo se fundamenta en la necesidad de dotar a Melilla de un organismo que ejerza funciones plenas y no subordinadas, que tenga entidad jurídica y capacidad de actuación en beneficio del tejido empresarial local.

Un respaldo unánime

La reivindicación cuenta con el apoyo explícito de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), así como de múltiples asociaciones comerciales, lo que refuerza el posicionamiento del Ejecutivo melillense. “El apoyo fue unánime, y eso es lo que se envió al Ministerio”, recalcó Marín.

El consejero ha criticado que la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, plantee como alternativa una delegación de Cámara de España. “Desde hace un mes venía a indicar o a sugerir que Melilla se tenía que conformar con una simple delegación, algo que no me parece de recibo”, declaró con contundencia.

Según Marín, esta propuesta “ni tiene el mismo efecto, ni el mismo calado, ni la misma operatividad” que una Cámara de Comercio con todas las atribuciones que tienen las del resto del país.

Acusaciones directas a la delegada

Las críticas del consejero no se han limitado a cuestionar la propuesta, sino que han ido más allá, acusando a la delegada de actuar por su cuenta y generar confusión entre los interlocutores institucionales. “Parece ser que la delegada del Gobierno va por libre. Engañó a los que vinieron del Ministerio. Les decía desde aquí que Melilla se iba a conformar con una delegación, cuando la ciudad y los empresarios no estaban de acuerdo con eso”, aseguró.

Además, Marín aseguró que los representantes del Ministerio y de Cámara de España pudieron comprobar en su visita reciente que la postura mayoritaria en la ciudad es favorable a la creación de una entidad propia. “Ni la ciudad quería una simple delegación, ni los empresarios de Melilla querían una simple delegación”, insistió.

El consejero remarcó que, durante los encuentros oficiales, tanto él como la directora general de Innovación Tecnológica reiteraron la posición del Gobierno melillense al Ministerio y a Cámara de España. “El ministro se comprometió públicamente a apoyar esta postura delante de todos los consejeros y del presidente de Cámara de España, el señor Bonet”, afirmó.

Respecto al posible cambio de postura de la CEME, Marín fue prudente, pero sugirió que pudo haberse producido por falta de información clara. “Me da la impresión de que no le dijeron toda la verdad al presidente de la CEME. Si le dicen que la Cámara de Comercio propia es imposible, puede que aceptara una delegación como mal menor”, señaló.

No obstante, insistió en que esa percepción debería aclararla el propio presidente de la confederación, Enrique Alcoba, con quien dice no haber conversado al respecto.

Proyecto en marcha

Marín explicó que el proyecto para crear la Cámara de Comercio de Melilla sigue su curso. Todos los documentos y requisitos fueron entregados al Ministerio en una primera fase, y ahora se les ha solicitado una auditoría que avale la viabilidad del plan. “También se presentará. Vamos a impulsar esto de la mano de todos los empresarios y comerciantes de Melilla”, afirmó.

La iniciativa cuenta con el aval de Cámara de España, cuyo presidente manifestó su respaldo en declaraciones anteriores. Como recogió El Faro de Melilla, el presidente de Cámara de España, José Luis Bonet, expresó recientemente su compromiso con que Melilla pueda contar con una cámara propia si cumple con todos los requisitos exigidos, algo que refuerza la posición del Ejecutivo local.

Batalla institucional

La confrontación entre el Gobierno local y la Delegación del Gobierno no es nueva, pero en esta ocasión se evidencia en un ámbito particularmente sensible: el futuro modelo de desarrollo económico para Melilla.

Contar con una Cámara de Comercio propia implicaría una mayor capacidad de decisión, representación institucional y articulación de políticas públicas orientadas a apoyar a las pequeñas y medianas empresas, fomentar el emprendimiento, facilitar la internacionalización o canalizar fondos y programas estatales y europeos.

Por el contrario, una delegación carecería de autonomía jurídica y funcional, actuando de forma subordinada a la Cámara nacional, sin voz ni voto propio en los órganos de decisión.

El Gobierno de la Ciudad considera que esto supondría una grave discriminación, más aún cuando Ceuta —con una realidad institucional y económica similar— sí cuenta con una entidad propia desde hace décadas.