Desde una fecha de la que no quiero acordarme, todavía no he visto ni hablado con ningún médico que no se queje de la falta de personal y de derechos en el ámbito de la sanidad que padece Melilla. Y yo creo que estas cosas no pueden seguir así.
Desde mi perspectiva, no se pueden emprender unas obras de un nuevo Hospital, que se adapta a las nuevas circunstancias sanitarias que requiere la ciudad, cuando no hay personal ni equipo para ocuparlo.
La sanidad es uno de los sectores sociales más básicos. Y Melilla, como parte de España, no puede ser una zona marginal a ningún nivel, y muchos menos el sanitario.
Ni Cemsatse, ni SATSE ni el Sindicato Médico de Melilla, ni quien no recuerde, gane quien gane, ni se promueva lo que se promueva el próximo día veintidós en las elecciones del sector sanitario, podrán hacer nada de lo que piden, si no hay un presupuesto acorde a estas exigencias. Y esto sólo se conseguirá si el Gobierno local y el central, mantienen buenas relaciones.
Este artículo lo escribo porque el Gobierno central finalmente es de distinto signo político al que gobierna nuestra ciudad, y pienso que ésto a nivel local no tiene que influir para negociar cuanto sea necesario para que los melillenses tengamos la misma cobertura sanitaria que el resto de la Península.
En España tenemos la fea costumbre de impedir a las autonomías que son de diferente rasgo político al Gobierno Central que tengan una política administrativa solvente, o lo que es igual, hacer propaganda política con la propia administración de los bienes presupuestarios... Esto va a ser inevitable en este país siempre y siempre va a pasar. Pero hay determinados sectores que no pueden fallar como lo son “el agua”, “la sanidad” y “la educación”, además de temas como la exclusión social.
Esperemos que ahora que nuestros médicos y personal facultativo, que los veo algo más ilusionados, con sus aspiraciones profesionales, tanto en capacitación de servicios médicos como en mejoras laborales no se vean afectadas por los diferentes entidades políticas que gobiernan en Congreso Nacional y en nuestra ciudad.
Las necesidades de personal, de equipo y de administración son muy precarias desde hace bastante tiempo. Una cita de psicólogo tarda cinco meses, por ejemplo. A finales de octubre ya está el cupo cerrado, casi para cualquier cosa, hasta el año siguiente y cosas por el estilo. Esta situación con la apertura del próximo hospital tiene que cambiar. La fecha del mismo debe ser lo más cercana posible y debe de dotarse con el mejor material disponible por la Seguridad Social.
En Melilla faltan médicos y personal en la sanidad pública. Hemos estado siempre a la última en este sentido y en vez de mejorar empeoramos. Esperemos que no existan malas influencias para activar lo ya iniciado y satisfacer las exigencias de nuestros profesionales médicos que se lo merecen desde hace mucho tiempo.
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