El Comité de Empresa dice que la directora arregló desperfectos y llenó los almacenes para que los familiares de los usuarios vieran que “todo estaba bien”.
La camilla para la ducha llevaba más de mes y medio con una rueda rota. Ahora cuenta con una rueda nueva. Los almacenes de lencería tenían la ropa “justa” y ahora están “llenos”. También se han ocupado todas las estanterías de la habitación donde se guardan los productos de higiene personal. El pasado martes los trabajadores del Gámez Morón vieron cómo se arreglaban desperfectos a toda prisa. Los familiares de los usuarios visitarían el centro el jueves, pues deseaban conocer si eran ciertas las denuncias que ha realizado el Comité de Empresa del Gámez Morón. Estos trabajadores aseveraron hace una semana que “hay escasez de material y que el mantenimiento es inadecuado”.
El jueves se reunía la Junta de Participación, un órgano en el que están representados los familiares de los usuarios del centro. Según el Comité de Empresa del Gámez Morón, el centro sufrió “un lavado exprés” para que los familiares vieran que “todo está bien” durante la visita que realizaron tras la reunión con la dirección y la gerencia. El arreglo del centro fue “muy llamativo”, afirma el Comité de Empresa, pues nunca habían visto los almacenes “tan llenos” de ropa o productos de aseo personal e incluso señalan que “mandaron lavar las cortinas, cuando nunca se quitan”.
El Comité de Empresa del Gámez Morón aseguró ayer a El Faro que la dirección del centro fue la encargada de mandar a técnicos para que “parchearan” determinados elementos que estaban mal, como varias sillas de ruedas que recuperaron los reposapies que les faltaban.
Estos trabajadores del Gámez Morón explican que “este lavado de cara” no ha servido de mucho. Es cierto que se han arreglado algunas cosas, como la rueda de la camilla de la ducha que llevaba rota más de un mes y medio y que ahora hay usuarios que pasearán más cómodos por el centro al tener reposapies en sus sillas, pero no se ha dado solución a las denuncias que hicieron hace una semana. El Comité de Empresa insiste en que sus reivindicaciones no han sido escuchadas ni por la empresa adjudicataria de la gestión del centro ni por la Consejería de Bienestar Social y Sanidad. Ellos no quieren que durante dos días esté todo “aparentemente con buen aspecto”. Lo que desean es que alguien se reúna con ellos y hablen entre todos de cómo mejorar el centro.
Desvían el tema
El Comité de Empresa señala que la consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, ha querido “desviar el asunto central de su denuncia” con sus declaraciones en prensa. Aseguran que están de acuerdo con Garbín cuando ésta dice que los usuarios del Gámez Morón están bien atendidos. Resaltan que de este tema ya se encargan ellos a diario con su esfuerzo y su profesionalidad. Explican que nadie ha hablado nunca de que los residentes del centro estén mal asistidos.
El Comité de Empresa también contesta a Garbín sobre otra de sus afirmaciones. La consejera de Bienestar Social aseveró que esta denuncia tenía que ver con un conflicto laboral entre los trabajadores y la empresa y además, indicó que unos meses saldrá un nuevo pliego de condiciones para la adjudicación de la gestión del Gámez Morón y por lo tanto, es otro motivo que puede haber llevado al Comité de Empresa a hacer estas denuncias en prensa. Sin embargo, éste lo niega. Resalta que llevan año y medio presentando escritos a la empresa y a la Consejería para que ponga solución a los problemas que hay en el centro. El Comité de Empresa dice que “la situación es insostenible” y como no reciben “respuesta de nadie”, han acudido a los medios de comunicación.
Los representantes de los trabajadores también indican que van a seguir con sus reivindicaciones. Afirman que han tardado mucho en dar el paso y ahora no van a dejar que las cosas continúen como hasta ahora en el Gámez Morón.
Una semana sin cambios
Una semana después de la denuncia que hicieron en prensa, a excepción de una camilla con una rueda nueva, todo sigue igual. El Comité de Empresa asevera que si la gerente antes les trataba de forma “irrespetuosa”, ahora ya no les habla. En cuanto al mantenimiento de los materiales, sigue habiendo sillas en mal estado y camillas con óxido y sin protecciones necesarias para los usuarios. El deseo de este comité es que cuando los trabajadores den parte de que hay algo roto o estropeado, esto se renueve lo más rápido posible y no que haya que esperar a que se denuncie en prensa o los familiares visiten el centro.
Otro de los temas que centró la denuncia de los representantes de los trabajadores fue la “escasez” de productos para cuidado de los usuarios. El Comité de Empresa destaca que cada vez que un cuidador necesita algo de material tiene que pedírselo al celador porque es el único profesional con la llave del almacén. “No te dicen directamente que eres un ladrón, pero la actitud que tienen con nosotros nos hace sentir así”, asevera. Además, insiste en que tienen limitados el uso del material, por ejemplo, el de esponjillas, dos por cada usuario.
Necesitan formación para atender a los usuarios agresivos
Una de las principales denuncias en las que insiste el Comité de Empresa es que el Gámez Morón no está preparado para atender a determinados usuarios agresivos. Aseguran que ni los trabajadores están formados para asistir a estas personas ni han llegado al centro los profesionales expertos en este tipo de enfermos que les prometieron en una reunión en junio de este año.
El Comité de Empresa explica que hay un usuario muy agresivo que “pone en riesgo” a los empleados y al resto de residentes del Gámez Morón. De hecho, señala que ningún especialista trata a esta persona porque todos le tienen miedo e incluso le han separado del resto del grupo de usuarios del centro para evitar que pueda llegar a agredirles.
Pero la solución que de momento les ha dado la gerencia a los trabajadores del Gámez Morón no les ha gustado. Desde hace unos meses, esta persona que es tan agresiva está a solas con un cuidador. Los cuidadores van rotando cada hora para estar con él. El Comité de Empresa teme que un día pase de “romper manos o de dar empujones” a “algo peor”.
No obstante, no hay ninguna denuncia en el juzgado sobre este tema. El Comité de Empresa asegura que los sindicatos les han desaconsejado llevar estas agresiones a los juzgados porque la persona violenta está enferma. Además, cuando los trabajadores han planteado este tema a la empresa que gestiona el centro, nunca les han sabido decir qué podían hacer, aseveran.
Las únicas explicaciones que reciben de la gerencia y de la Consejería de Bienestar Social, a donde también elevaron sus quejas, fue que la familia de esta persona no quiere trasladarla a la península a un centro especializado porque estaría muy lejos.
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