Pese a las dudas que había al respecto de cerrar las vigésimas Jornadas de Jazz de Melilla con un pianista flamenco, el resultado no ha podido ser más elogiable.
Casi dos horas del maestro Dorantes, flanqueado por la brillantez de Francis Posé al contrabajo y Javier Ruibal (hijo) a la percusión, han finiquitado el festival ante un salón de actos de la UNED lleno hasta la bandera.
Como el mismo Dorantes reconoció previamente al recital, estos dos músicos son, aparte, grandes amigos suyos, lo que se percibe en la complicidad con la que se comunican dentro del escenario. Con las manos y con los ojos, todo parece un juego de niños para ellos.
El ilustre pianista consiguió una vez más emocionar con su desenvueltos acordes al público melillense. En una perfecta conjunción de jazz y flamenco, el artista lebrijano hizo vibrar al respetable con una cuidada selección de algunos de sus mejores temas.
Comentó el andaluz en la rueda de prensa de presentación de su concierto que siempre le gusta plasmar diferentes “fotografías musicales” en cada concierto que da, consiguiendo piezas únicas que puedan así quedar en el imaginario colectivo.
Fotografía de un concierto
Si lo de ayer fue una fotografía, no ha de envidiarle nada a una del afamado Cartier-Bresson.
Para recopliar algunos de los mejores momentos musicales de la gala de ayer, aparte del archiconocido Orobroy que siempre encandila al respetable, se ha de destacar la ejecución de su tema ‘Guadalquivir’, que fue sublime.
En este homenaje al río que cruza Andalucía, el discurrir del tema hace a uno trasponstarse al cauce del mismo. Dorantes hizo al público sentir el discurrir de las aguas bajo unos pies que le marcaban el compás propuesto por el genial artista.
La penúltima canción del concierto fue escrita por Dorantes en el Barrio Latino de París, y se notaron las claras reminiscencias sudamericanas en su vivo ritmo.
El pianista lebrijano cerró con un sentido “Caravana”, un homenaje a los primeros gitanos que entraron en España desde la India, haciendo sentir de una manera sublime el sufrimiento de aquella etnia .