El consumo de agua aumentará en 880 millones de litros al año en 2027

La previsión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es que en esa fecha se gasten de 11.190 millones de litros anuales, cifra que esperan reducir.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir estima que el consumo de agua anual se disparará en Melilla en el año 2027.  A día de hoy se gastan unos 10,31 hectómetros cúbicos al año (medida que equivale a un gigalitro, es decir, mil millones de litros), mientras que la tendencia indica que dentro de catorce años la cifra se incrementará en 0,88 hectómetros cúbicos, alcanzando un consumo de 11.190 millones de litros.
Así se desprende de los datos ofrecidos ayer por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir durante la presentación de Plan Hidrológico de la Demarcación de Melilla, que tiene, entre otros objetivos, reducir el consumo de agua en la ciudad autónoma.
El calculo de esta institución es que el gasto pasará de los actuales 10,31 hectómetros cúbicos anuales a 10,52 en 2015; a 10,85 en 2021 y a 11,19 en 2027. La mayor parte de este consumo se produce en los hogares de la ciudad autónoma, en los que actualmente se utilizan 7,32 hectómetros cúbicos al año, cifra que aumentará hasta los 7,94 en 2027. La cantidad que se utiliza en el área de industria y servicios es mínima. Actualmente es de 0,62 hectómetros cúbicos anuales y la tendencia indica que pasará a 0,67 en catorce años. La administración pública es la segunda gran consumidora de agua en Melilla. A día de hoy utiliza 2,37 hectómetros cúbicos en cada ejercicio y en 2027 la cifra subirá en 0,2 al año.
No obstante, la intención de la Confederación Hidrográfica es que reducir este gasto de agua considerablemente desde ya. En el borrador del Plan Hidrológico de Melilla se marca como meta que en 2027 el consumo sea de 8,80 hectómetros cúbicos.
El jefe de planificación de la Confederación, Agustín Pastor, indicó que entre los grandes objetivos de este documento, que estará listo antes de que concluya el 2013, se encuentra el de satisfacer la demanda de agua de la población al tiempo que se busca el equilibrio y la armonización del desarrollo regional y sectorial.
Otro de los grandes fines de esta iniciativa es conseguir el buen estado de las masas de agua de la ciudad autónoma, así como una planificación que permita paliar “las inundaciones y sequías”.
El documento está actualmente en fase de exposición pública, algo fundamental, según afirmó ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, quien subrayó que la participación ciudadana es muy importante. El borrador ya puede encontrarse en las páginas web de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de la Consejería de Medio Ambiente de Melilla y de la propia Delegación del Gobierno.

Melilla cuenta con cuatro masas de agua. Por un lado está el Río de Oro, cuyo estado es “peor que bueno” y que se ve afectado por la contaminación, tanto la que llega de Marruecos como la que se da en suelo melillense.
La zona del puerto, que además comprende las playas locales de la parte sur, tiene aguas costeras de renovación alta. Aunque la calidad de la misma está catalogada como “buena o mejor”, Pastor señaló ayer que algunas de las muestras analizadas son “bastante dudosas”.
En cuanto a la zona norte, se ha dividido en Horcas Coloradas-Cabo de Trápana y en Aguadú-Horcas Coloradas. Ambas presentan aguas de calidad “buena o mejor”, no influenciadas por aportes fluviales, profundas y rocosas.
En lo tocante a las masas de agua subterráneas, hay acuíferos calizos, volcánicos y aluviales, todos ellos en mal estado, tanto desde el punto de vista cuantitativo como químico.
Uno de los grandes objetivos del Plan Hidrológico de Melilla es conseguir que todas estas masas estén en buen estado.
Las que presentan mejores expectativas son las de Aguadú-Horcas Coloradas y Horcas Coloradas-Cabo de Trápana, que estarán en condiciones óptimas para el año 2015, según las previsiones de la Confederación Hidrográfica.
En cuanto a las restantes, se ha pedido una prórroga hasta el año 2021 para alcanzar la meta de que estén en buen estado.
La inversión total para lograr los objetivos recogidos en el Plan Hidrológico local es de unos 350 millones de euros, aportados por ambas administraciones y la UE en distintas anualidades hasta el 2027.