El Comarcal recupera la normalidad tras el conato de incendio en la UCI

Robles informó de la recuperación por la tarde de la UCI, Paritorio, Pediatría y dos quirófanos.

El Hospital Comarcal recupera la normalidad tras el conato de incendio que se produjo el jueves por la noche, cuando un generador del sistema SAI en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se incendió, provocando una intensa humareda que obligó al traslado del al menos quince pacientes. El director territorial del Ingesa, Francisco Robles, informó por la tarde, a través de su cuenta oficial en Twitter, de la recuperación de la UCI, los paritorios, el área de Pediatría y dos quirófanos. Por la mañana únicamente se disponía de un quirófano, según informó en rueda de prensa, por lo que habían solicitado la disponibilidad de un quirófano en una clínica privada melillense y los del hospital Carlos Haya de Málaga, en el caso de que se les presentara una cesárea de emergencia que no se pudiera atender en el centro hospitalario de Melilla.
Las causas que provocaron el incendio siguen sin conocerse, a la espera de que concluya el informe de la investigación, por lo que únicamente se baraja la hipótesis de un recalentamiento en el Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI) de la UCI, según informó en la noche del jueves el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, quien se trasladó, junto con Robles, al centro hospitalario nada más conocer la noticia.
Lo que sí está encima de la mesa es un estudio para trasladar los SAI de la UCI a otra área del centro hospitalario para evitar situaciones como la que se vivió el pasado jueves por la noche, según explicó el director gerente del Comarcal, Pedro Villaroel. El objetivo es evitar que, en caso de un incendio, se queden inutilizadas varias unidades hospitalarias.
El principal problema con el que se encontraron fue la intensa y densa humareda, fruto del recalentamiento del SAI, que no es más que una batería eléctrica, y que obligó a trasladar a cuatro pacientes de la UCI a la Unidad de Diálisis y once del área de Pediatría y Neonatología a la planta de Traumatología. Ninguno de los pacientes ha sufrido dolencias por la inhalación de humos, según informaron Robles y Villaroel. Además, indicaron que la persona que entró con una parada cardiorespiratoria a Urgencias en el mismo momento en el que se produjo el conato de incendio está en la UCI y evoluciona favorablemente. Igualmente en el caso de las dos mujeres que dieron a luz esa misma noche.

Reparación no muy costosa
El director territorial del Ingesa explicó que los costes de las reparaciones no serán costosos, con la salvedad del SAI que debe sustituirse por uno nuevo. Desde Melilla han informado puntualmente a la Dirección General del Ingesa en Madrid sobre lo ocurrido y Robles aseguró que no habrá problemas con el presupuesto para cubrir los gastos de los materiales que sean necesarios. Básicamente las reparaciones constan de la limpieza y remozado de las dependencias hospitalarias afectadas por la intensa humareda.
El director general del Ingesa y el subdirector de Gestión Económica y Recursos Humanos, José Julián Díaz Melguizo y Pedro Huertas, respectivamente, visitarán Melilla el próximo lunes, según confirmó Robles para valorar lo sucedido y mantener una reunión de trabajo.

Prioridades
Tanto Robles como Villaroel dijeron confiar en que en una semana se recupere la total normalidad en el funcionamiento del hospital. La prioridad en las primeras horas después del conato de incendio ha sido la recuperación de los quirófanos. Hasta el momento, varias operaciones previstas se han pospuesto. Los paritorios es otro de los objetivos prioritarios, teniendo en cuenta la alta tasa de nacimientos que registra Melilla al atender a mujeres embarazadas de Melilla y a las que vienen de Marruecos.

Agradecimientos al personal del Hospital

El director territorial del Ingesa, Francisco Robles, y el gerente del Hospital Comarcal, Pedro Villarroel, dedicaron un amplio y emotivo capítulo de agradecimientos al personal sanitario y no sanitario del centro hospitalario por la profesionalidad y serenidad con la que afrontaron el conato de incendio. Los vigilantes de Seguridad y el personal de Mantenimiento fueron los primeros en atender el fuego originado en la UCI y gracias a ellos el incendio no se propagó. Villarroel hizo especial mención a Miguel Ángel Villaverde, pues gracias a su rápida actuación se evitó un mal mayor. “Como se dice, fue más allá de lo que su trabajo lo exige”, destacó Villarroel. En cuanto al personal sanitario, al jefe de guardia en Urgencias, el doctor Alberto Levy, se le reconoció la “tranquilidad” con la que afrontó al situación con todo el equipo sanitario en el traslado de los quince pacientes a otras áreas del hospital.