El Real Club Marítimo de Melilla sigue escribiendo historia.
En la tarde de ayer homenajeó a sus 13 socios más antiguos en el comedor de la sociedad, así como a Antonio Espinola, miembro de la Junta Directiva desde hace más de ocho años. Al acto asistieron el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, el presidente del Club Marítimo, José Manuel Calzado, su antecesor, Manuel Ángel Quevedo, y el vicepresidente de la entidad, Rafael Imbroda. Los homenajeados fueron llamados uno a uno para recibir su insignia de la mano de Calzado, Quevedo o de aquellos socios que fueron reconocidos por su fidelidad el pasado año. El presidente del club destacó la lealtad de sus miembros y afirmó que son los “verdaderos protagonistas” de los 72 años de vida de esta institución. “La historia del club no sólo se va gestando con grandes proyectos que implican la ampliación de este centro, sino con el día a día de sus socios que hacen uso de estas instalaciones”, señaló. “Sin ellos, el club no sería lo que es”, afirmó.
Socio de oro
El primer requisito que se debe cumplir para recibir esta distinción es estar en el registro de socios de número y después, haber cumplido cincuenta años de afiliación al club. Las personas que ayer fueron distinguidas están inscritas en el registro oficial de socios entre el 1 de mayo de 1965 y el 1 de diciembre de 1966. La fecha de inscripción de los socios Pedro Fernández, Manuel Guerras y Amelia Torres es incluso anterior, pero al haberse dado de baja temporal y después haber vuelto a la condición de socio activo, es ahora cuando cumplen ese medio siglo de fidelidad al Real Club Marítimo de Melilla. La junta directiva otorgó su más alta distinción colectiva al Cuerpo de Bomberos de la Ciudad Autónoma. “A nadie se le ha olvidado el temor, la tensión y el estrés que hemos pasado en los primeros tres meses del año debido a los terremotos que ha sufrido la ciudad. Estos profesionales nos han dado ánimo y nos han asesorado en todo momento”, proclamó José Manuel Calzado. María José Marcos, jefa del Cuerpo de Bomberos, fue la encargada de recibir la metopa de honor. El broche final del acto lo protagonizó el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, quien hace tan solo unos meses fuera el presidente del Club Marítimo. Justo en el momento en el que se le hacía entrega de una placa de honor, los asistentes se pusieron en pie y aplaudieron en señal de agradecimiento.