El CIS de Tezanos da la victoria electoral en Melilla al PP de Imbroda

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha sacado este 22 de diciembre el avance de su Macroencuesta sobre la tendencia del voto autonómico, que en el caso de Melilla arroja resultados que hay que leer con apego al contexto y conscientes de que tiene un margen de error del 22%.

Aquí se han hecho solo 20 encuestas y más de la mitad de los entrevistados (53,1%) son mujeres de nacionalidad española, que llevan más de 20 años empadronadas en la ciudad. Además, la mayoría se sitúa en el espectro ideológico del centro y aunque un tercio se niega a confesar su simpatía política, otro 27% señala abiertamente a Vox. Además, el 47,3% del total de encuestados votó a PP en las pasadas elecciones.

Dicho esto, casi 4 de cada 10 melillenses consultados por el CIS asegura que si hoy se celebraran elecciones, votaría al PP (38,9%). Hay también un 22% que no ha decidido su voto, frente al 19,8% que muestra su apoyo al PSOE. Este último es un porcentaje superior al 14,41% que consiguieron los socialistas de Gloria Rojas en 2019,  pero antes de lanzar las campanas al vuelo hay que recordar que solo se han hecho 20 encuestas y que CpM, el segundo partido más votado de Melilla en 2019, solo aparece en dos ocasiones en la encuesta o aparece incluido en el apartado de "otros partidos".

De no votar a la formación política señalada, la mayoría de los encuestados asegura que votaría al PSOE (19%), seguido del PP (13,4%) o de cualquier otro partido (13%).

Es curioso que en medio de la situación económica dificilísima que vive nuestra ciudad, que cerró la pandemia con el segundo PIB más bajo de España (4,1%), nos damos de bruces con que el 51,9% de los entrevistados por el CIS en Melilla dice que la salud de la economía local es buena aunque en esa misma proporción (52,5%) admite que hoy estamos peor que hace cuatro años.

Como viene siendo habitual, no sale bien parado en la encuesta del CIS el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro. Casi cuatro de cada diez entrevistados en Melilla (37,7%) dice que su gestión en el último año ha sido mala y 3 de cada 10 son algo más severos y la califican de muy mala (30,5%).

En general el Gobierno de coalición acusa el desgaste. El 66% de los melillenses consultados considera que el Ejecutivo conoce poco o nada los problemas de Melilla y más del 80% cree que no sabe cómo resolverlos. También son mayoría quienes dicen que no sabe comunicarse con la ciudadanía y que no facilita las consultas o gestiones ni simplifica la burocracia.

El Gobierno local es castigado también, aunque en menor medida, por no tener mano izquierda para negociar con los sindicatos y ONG, aunque le reconocen cierta sensibilidad ante los problemas de las minorías y personas en riesgo de exclusión. Sin embargo, en general, los melillenses están insatisfechos con estos casi cuatro años de legislatura.

A pesar de este panorama apocalíptico, no hay consenso a la hora de acotar el grado de preocupación que se siente por la situación actual de la ciudad. A la pregunta de con qué frecuencia se habla de los problemas de Melilla, los números retratan dos bloques contradictorios: un 35,5% de los encuestados confiesa que con bastante frecuencia aborda lo que está ocurriendo en la ciudad y un 39,3% lo hace muy poco.

En sintonía con lo que ocurre en la mayoría de las comunidades autónomas, a más de la mitad (53,8%) de los entrevistados por el CIS en Melilla le interesan más las elecciones generales que cualquier otra convocatoria con las urnas. Solo si tuvieran que elegir otros comicios en segunda opción, prefieren las autonómicas pese a que la mayoría (41,1%) admite que lo que más influye en su voto son los problemas propios de su autonomía. No obstante, reconoce que en su decisión influyen sobremanera las siglas de un partido político en primer lugar y en segundo, el candidato.

Los melillenses que contestaron las preguntas del CIS para esta macroencuesta no se andan por las ramas: un tercio (30,3%) está totalmente insatisfecho con la facilidad para encontrar trabajo en la ciudad. Esa insatisfacción se repite cuando les preguntan por las dificultades para emprender un negocio o encontrar una vivienda a precio asequible.

Más de la mitad de los encuestados también muestra distintos grados de insatisfacción al ser preguntados por la sanidad pública o el ocio, la cultura y el deporte. En menor medida confiesan reticencias hacia los servicios sociales, centros de mayores o para personas con discapacidad.

En cambio, la mayoría se decanta por dar mejor nota a la enseñanza, pero pone en tela de juicio la seguridad ciudadana, que deja cerca del totalmente insatisfecho al 21,4% de los encuestados.

El CIS también lanza en Melilla preguntas generales que los entrevistados han castigado con sus respuestas como es el caso del grado de satisfacción con la producción industrial (¿cuál?); el apoyo al medio rural (¿cuál?); el control de incendios forestales (¿cuáles?) o temas de despoblación, natalidad o envejecimiento que aquí, de momento, no constituyen un problema.

Respecto a la promoción turística, no hay motivos para celebrar. Casi seis de cada diez melillenses encuestados se sitúa en la horquilla cercana al mayor grado de insatisfacción con lo que se ha hecho esta legislatura.

A pesar de todas estas pegas, 9 de cada 10 entrevistados en Melilla asegura que si mañana hubiera elecciones iría a votar y eso es una buena noticia, en una ciudad donde en 2019 hubo una abstención del 36,6%.