El cineasta Benito Zambrano ha viajado a Melilla en el segundo aniversario del 24-J, cuando se produjo un intento de salto a la valla entre España y Marruecos en la ciudad autónoma y que, a su juicio, provocó “posiblemente” que Europa fuera consciente de que tenía una frontera en esta zona aunque no esté en su mismo continente.
Zambrano ha hecho esta reflexión poco antes de intervenir en la última de las actividades que se han llevado a cabo en Melilla con motivo de esta efeméride, organizadas por las asociaciones locales Mec de la Rue (MdLR) y Geum Dodou, en la que se ha proyectado su última película, ‘El salto’, sobre el drama migratorio y la valla fronteriza.
En declaraciones a los periodistas, el director de cine ha calificado el 24-J como una “tragedia” y una “desgracia” que “no tendría que haber ocurrido” y que fue cuando “el drama tocó un pico más alto”.
“Posiblemente Europa se enteró de lo que ocurría aquí, que hay una frontera, que es la frontera de Europa, pero que no está en la Europa, Europa”, ha dicho refiriéndose geográficamente al continente, dado que Melilla, al igual que Ceuta, son territorios españoles situados en el norte de África.
Según Zambrano, “muchísima gente ni se da cuenta ni se entera” de lo que sucede, y ha supuesto que “ahora se estarán enterando los ingleses y los franceses” por los flujos migratorios que se están produciendo en la zona de Francia, y también en el sur de ese país, “cruzando ríos en los que ya ha muerto gente”.
“La realidad es que fronteras hay, y la peor de todas son las fronteras económicas, que dividen abismalmente”, ha afirmado el cineasta para señalar que hay “una especie de abismo entre dos mundos”, uno muy rico que vive “en el despilfarro y la sobreabundancia” y otro muy pobre “que no tiene nada”.
A su juicio, el hecho de instalar fronteras no puede frenar a quienes huyen del segundo para ir hacia el primero porque “la inmigración siempre ha existido” y “la gente siempre se ha movido, casi siempre por desesperanza, por desilusión o por esperanza o por buscar recursos”.
“Puedes poner fronteras y puedes poner vallas 20 metros más altas de las que ya tenéis aquí en Melilla, pero ¿cómo le pones vallas y fronteras al hambre, a la miseria, a la desesperanza, a la falta de futuro?”, se ha preguntado antes de afirmar, convencido, que también habría saltos a la valla si la situación fuera al revés.
“Si hiciéramos una distopía donde en Europa solo hubiera negros y en África sólo hubiera blancos, estaríamos saltando la valla, cogiendo una patera o metiéndonos debajo de unos camiones. Esa es la realidad”, ha asegurado.
Benito Zambrano ha abordado todas estas cuestiones en un coloquio tras la proyección, en el que también han participado la abogada Patricia Fernández Vicens, de Coordinadora de Barrios, y Mahmadou Simakha, un migrante subsahariano que accedió a España saltando la valla de Ceuta.
Para cerrar el coloquio se ha proyectado un vídeo en el que el papa Francisco ha afirmado que los migrantes que trataron de acceder a Melilla el 24 de junio de 2022 saltando la valla fueron “arrinconados hacia la muerte” y ha pedido a la sociedad que no tenga “miedo a llamar masacre a estas cosas”.