Turismo señala que seguirá avisando a los empresarios de las escalas y afirma que “no exigirá llegadas en días concretos”.
La llegada de cruceros a la ciudad autónoma siempre supone un empujón a la economía local, ya que los turistas que deciden bajar a tierra pasan su breve estancia en Melilla deambulando por sus calles y aprovechando el tiempo libre para comprar algún recuerdo o degustar la gastronomía. No obstante, algunos atraques se producen en domingo, como ocurrió con el del Albatros hace dos días. Se da el handicap de que muchos negocios de la zona centro, por donde más se dejan ver los visitantes, se encuentran cerrados.
Ante esta problemática, el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, resaltó a El Faro que desde el Patronato seguirán avisando con suficientes días de antelación a los comercios para que aprovechen la coyuntura creada por los atraques de cruceros. Que luego los negocios decidan abrir la persiana es otro cantar.
Mateo dejó claro que “no exigirán” a las navieras una fecha concreta para su escala en la ciudad autónoma. “Suficiente tenemos con que lleguen al puerto local, se trata de un mercado muy competitivo”, aseveró el viceconsejero.
En referencia al atraque del Albatros el pasado domingo, Mateo resaltó que en el centro abrieron solamente las franquicias y algunos locales de hostelería, negocios que sí hicieron caja con la llegada de los cruceristas. “Melilla tiene un gran potencial. Al lado del puerto contamos con dos zonas turísticas claves, como son el centro y el casco antiguo. Tenemos arquitectura y patrimonio, algo que siempre gusta a los viajeros, pero tenemos que afianzar el shopping y las degustaciones gastronómicas”, añadió el viceconsejero.
Asimismo, insistió en que el Patronato “hace bastante cerrando los atraques de cruceros” y que en ningún caso se impondrán fechas concretas a las navieras. “Seguiremos avisando con la máxima antelación posible a los empresarios”, concluyó.
López Almendáriz cree que hay que ofrecer “una mejor imagen”.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio, Margarita López Almendáriz, lamentó la “mala imagen” ofrecida a los viajeros del Albatros cuando desembarcaron el domingo al mediodía. “El centro era propio de una ciudad fantasma”, señaló.
La Cámara avisa a los comerciantes días antes de los atraques por si quieren aprovechar la llegada de los cruceristas. Sin embargo, cuando las escalas se producen en domingo, es común que apenas abran negocios. “La imagen es algo esencial si queremos que el sector turístico se desarrolle en Melilla”, reseñó López Almendáriz. “Estamos hablando de visitantes internacionales que cuando vuelvan a casa hablarán bien o mal de la ciudad”.
Al igual que destacó Mateo, la presidenta de la Cámara de Comercio remarcó que los cruceros tienen un calendario de llegadas preestablecido y difícil de variar. “Hay que hacer un esfuerzo para que Melilla no parezca una ciudad muerta los domingos”, insistió.
Además, afirmó que las franquicias “salvaron un poco la mala imagen” cuando llegó el Albatros, así como algunos bares del centro que estaban abiertos. “La clave está en captar clientes, afianzar el mercado”, subrayó. “El pasado domingo hizo buen tiempo después de varios días lloviendo. Fue una oportunidad para abrir y hacer algo de caja con los viajeros. Yo entiendo que muchas veces no se obtienen beneficios cuantiosos, pero a largo plazo es algo positivo, ya que la ciudad se afianza como destino turístico”, añadió.
En la misma línea, señaló que Melilla “hay que hacerla entre todos” y abogó por ser “más amables y cívicos” con los visitantes. “Hay que hacer un esfuerzo para que al volver a casa los turistas sean buenos embajadores de la ciudad. Todos debemos ser gentiles con los visitantes para se lleven un buen recuerdo”, concluyó.