La XI Cumbre Mundial del Tango lleva desde este jueves enamorando al público melillense con numerosos espectáculos y actividades. Este tipo de danza y género musical es el gran protagonista este fin de semana gracias a numerosos artistas de diferentes ciudades, pero con una característica común: la devoción por el tango.
En la noche de ayer, el teatro Kursaal Fernando Arrabal recibió a una gran variedad de artistas. La cantante Cecilia Bonardi representó a la ciudad de San Isidro, a las afueras de Buenos Aires, junto al pianista Nico Posse. Ambos interpretaron distintos estilos de la música como tangos o vals. La artista argentina cantó tangos clásicos y otros que son símbolo de una renovación en el género. “La mayor diferencia que veo está en las letras; los letristas actuales hablan de la vida urbana actual”, dijo la cantante en una entrevista al periódico El Faro.
El repertorio de Cecilia está repleto de autores clásicos debido a la devoción que siente por ellos: “Homero Expósito u Horacio Ferrer son algunos de los autores que canto y me encantan”, manifestó la intérprete. “Por otro lado, hay una composición, concretamente un vals, más actual de Raimundo Rosales, que interpreto en esta cumbre, así que tengo un abanico de canciones”, añadió.
Bonardi comenzó a introducirse en el mundo del tango con Piazzolla, un compositor argentino bastante reconocido: “Honestamente, es una música que me representa y las piezas de Piazzolla te hacen volar”.
Las canciones de este género musical llegan al alma, al igual que ver los apasionados bailes. Jhonny Blandón, coreógrafo colombiano, ha preparado a dos parejas que actuaron anoche: Mateo y Catalina; y Yeny y Wilson. La ciudad de Medellín también estuvo presente en el teatro Kursaal con unos tangos que, según aseguró el mismo Blandón, son tradicionales, pero en los bailes que suele enseñar en su escuela llamada Candombe, las acrobacias están presentes.
Jhonny Blandón aseguró que la música y el baile son pasiones en Colombia. “A mi familia especialmente le gusta mucho el tango y yo empecé a los ochos años. A mis abuelos, a quienes nunca pude conocer, les encantaba y creo que nací yo también con esa pasión por este baile”, dijo Blandón.
El coreógrafo colombiano comenzó a pulir su pasión por el baile de manera profesional a los 15 años. “De joven también estuve estudiando una carrera de ingeniería, pero después tenía que ir a bailar”, afirmó Blandón. El bailarín colombiano viajó a Buenos Aires para seguir estudiando. Una vez de vuelta a Colombia, montó su escuela de baile y compañía, la cual ya tiene 20 años. El tango puede tener diversos matices según el país y el mismo artista. Según relató Blandón, su estilo, y el de los colombianos en general, tiene un toque más erótico que el de los argentinos, siendo estos últimos más dramáticos en el baile.
A pesar de su gran trayectoria artística y con varios festivales ya pisados, es la primera cumbre mundial del tango en la que Blandón participa.
Aparte de estos dos artistas, la noche del domingo, el público melillense pudo disfrutar de las actuaciones de Fidel Guerrero, Tango Tres, Fabrizio Mocata, Marcelo Boccanegra y Fabio Armiliato con un homenaje al tenor lírico italiano Tito Schipa y el cantante y compositor Carlos Gardel.
La XI Cumbre del Tango continúa el jueves con más canto, música y baile de todos los colores.