Desde luego, el presidente melillense, Juan José Imbroda, ha roto todos los esquemas en la vida política de la ciudad con la decisión de que el antiguo comandante general de la ciudad, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, sea el candidato de su formación para el Congreso de los Diputados. Por supuesto, en esta moda de los fichajes de antiguos altos cargos militares para que hagan su entrada en política parecía que el Partido Popular estaba vacunado y no había preferido caminar por esa senda. Todo estaba resumido al fichaje del antiguo JEMAD por Podemos y el acercamiento de Vox a cuatro generales que ya se encuentran retirados. Sin embargo, el presidente Imbroda, a quien debe dársele de manera principal la toma de la mencionada decisión, tampoco se ha querido quedar atrás y entiende que es el momento idóneo para que un militar de alta graduación pueda ser el nuevo representante legislativo de Melilla en la Cámara Baja. Tampoco nos podemos engañar y se ha de reconocer que si Vox no se presentara a estas elecciones, a buen seguro, que el general Gutiérrez Diaz de Otazu no sería el candidato del Partido Popular. Tal y como se manifiestan las propias encuestas que se están publicando a nivel nacional, cada escaño va a ser, desde luego, de una importancia vital y hasta los diputados por Ceuta y Melilla jugarán un papel mucho más importante del que hasta ahora lo han sido durante los últimos años. No olvidemos que las propias encuestas dan al PP una bajada importante de escaños como consecuencia de la fragmentación del voto del centro derecha con la consolidación de Ciudadanos por un lado y de Vox por el otro.
También es verdad que debemos acostumbrarnos a que los militares españoles, una vez que han pasado a la reserva y han cumplido con su vida profesionales, tienen todo el derecho del mundo a entrar en política. Pero tenemos que diferenciar que las razones que han llevado al general Gutiérrez Díaz de Otazu a aceptar el ofrecimiento que le hizo el presidente Imbroda son muy distintas a las que han llevado a dar el paso a los cuatro generales que han fichado por Vox. Mientras que éstos entienden que la situación en Cataluña es el principal argumento para abandonar su retiro, en el antiguo comandante general de Melilla las circunstancias son distintas.
Lo que no entiendo es el reparo que a esta decisión del PP se le ha puesto por parte de determinadas formaciones políticas, como que quien ha sido militar de carrera no tenga el derecho, una vez abandonada su profesión, a expresar y participar en la vida política a través de un partido. No olvidemos que nuestra Constitución deja establecido de manera muy clara y tajante que la participación política se hace a través de los partidos.
Gutiérrez Díaz de Otazu no ha sido un militar que vino a Melilla a pasar sus cuatro años de comandante general y luego coger nuevamente las maletas y marcharse. Fue una persona que se implicó claramente en la vida diaria de la ciudad, en aspectos tan dispares como la Semana Santa, de la que fue su pregonero o el fútbol a través de la Unión Deportiva Melilla.
El presidente Imbroda sabe a la perfección que su apuesta es arriesgada, pero tal y como ha reconocido en sus declaraciones, el general es una persona que no solamente se ha implicado claramente con la ciudad, sino que también está al tanto de toda la situación política, social y económica. Está seguro de que será un buen diputado.
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