Los maños no fallaron ante el Sat Josep.
El CAI dependía de si mismo para conseguir el ascenso directo. Se había ganado ese derecho gracias una fabulosa racha de victorias consecutivas que le había dejado en solitario en lo alto de la clasificación distanciándose lo suficiente de su perseguidor, un Melilla Baloncesto, ganador de la Copa Príncipe y segundo clasificado en la liga lo cual le permite disputar los Playoff con la ventaja del factor pista. En el Príncipe Felipe, en medio de un ambiente de fiesta, con más de nueve mil aficionados en las gradas, los hombres de José Luis Abós, ese buen entrenador que sí ha sido profeta en su tierra, no fallaron. Desde la intensidad defensiva marcaron el ritmo adecuado para marcar diferencias ya en la primera parte y con un Phillip tan efectivo como toda la temporada, culminaron infinidad de contraataques que les permitió irse al descanso con 15 puntos de ventaja (39-24). Middleton inició una remontada que llevó cierta preocupación a la grada y acercando a su equipo a seis puntos pero esa noche nada podía fallar en Zaragoza y apareció oportunamente Quinteros para certificar la victoria y con ella, el premio más ansiado: el ascenso.
Melilla, por su parte, luchó por la victoria en Mallorca pero los locales, que remontaron en el último cuarto y forzaron la prórroga, consiguieron una triunfo importantísimo para seguir optando a meterse en los Playoff firmando una temporada extraordinaria, milagrosa.
Los melillenses se medirán en la última jornada al CAI Zaragoza en el Javier Imbroda.
El CAI dependía de si mismo para conseguir el ascenso directo. Se había ganado ese derecho gracias una fabulosa racha de victorias consecutivas que le había dejado en solitario en lo alto de la clasificación distanciándose lo suficiente de su perseguidor, un Melilla Baloncesto, ganador de la Copa Príncipe y segundo clasificado en la liga lo cual le permite disputar los Playoff con la ventaja del factor pista. En el Príncipe Felipe, en medio de un ambiente de fiesta, con más de nueve mil aficionados en las gradas, los hombres de José Luis Abós, ese buen entrenador que sí ha sido profeta en su tierra, no fallaron. Desde la intensidad defensiva marcaron el ritmo adecuado para marcar diferencias ya en la primera parte y con un Phillip tan efectivo como toda la temporada, culminaron infinidad de contraataques que les permitió irse al descanso con 15 puntos de ventaja (39-24). Middleton inició una remontada que llevó cierta preocupación a la grada y acercando a su equipo a seis puntos pero esa noche nada podía fallar en Zaragoza y apareció oportunamente Quinteros para certificar la victoria y con ella, el premio más ansiado: el ascenso. Melilla, por su parte, luchó por la victoria en Mallorca pero los locales, que remontaron en el último cuarto y forzaron la prórroga, consiguieron una triunfo importantísimo para seguir optando a meterse en los Playoff firmando una temporada extraordinaria, milagrosa. Los melillenses se medirán en la última jornada al CAI Zaragoza en el Javier Imbroda.