Este domingo, la Armada celebró una jornada de puertas abiertas en el patrullero Isla Pinto, la embarcación ‘benjamina’ de la Armada para que los melillenses pudiesen subir a bordo. Aunque el Isla Pinto tiene su base en el puerto comercial, en esta ocasión arribó en el Puerto Noray para facilitar el acceso de los ciudadanos. De esta forma, las personas que se subieron a bordo pudieron ver en primera persona los dormitorios, el baño, la cocina, el comedor o la sala de máquinas de la embarcación. El Isla Pinto es el 'más joven' de la flota de la Armada, por lo que dispone de las últimas tecnologías, tales como radares, trece cámaras de vigilancia nocturna y diurna, y cartografía digital, aunque están obligados a llevar la tradicional de papel. La dotación personal de la embracación la conforman diez marinos, concretamente un comandante, con el empleo de teniente de navío; dos suboficiales: un contramaestre y otro de cargo de máquinas; dos cabos primeros, uno especialista en electricidad y otro en comunicaciones; y cinco cabos-marineros de diversas especialidades. El comandante del patrullero, Juan Chicharro, actuó como anfitrión de la puesta de largo del Isla Pinto, explicándonos la función principal del patrullero: “este patrullero tiene como objetivo ser los ojos de nuestras posesiones en el norte de África, y hemos venido a vigilar y proteger los intereses nacionales en esta zona”. En definitiva, el cometido de esta embarcación en la ciudad autónoma es "proteger nuestras fronteras, nuestras aguas, nuestros derechos y nuestros deberes pensando sobre todo en los españoles" afirma el comandante Chicharro. Además de Melilla, en cuyo puerto tiene su base, este patrullero controla el entorno marítimo de hasta una decena de islas y peñones españoles, desde el Peñón de Vélez de la Gomera hasta las islas Chafarinas, pasando por el Peñón de Alhucemas y la isla de Alborán. Aunque se trata de un buque con unas dimensiones y una plantilla reducidas, de poco más de 20 metros de eslora y una dotación de 10 personas, aunque cuenta con 16 camas, el Isla Pinto destaca por estar equipado con la última tecnología y alcanzar una velocidad de hasta 32 nudos, casi 60 kilómetros por hora.A estas singularidades se suman radares, trece cámaras de vigilancia nocturna y diurna y cartografía digital, aunque siempre están obligados a llevar la tradicional de papel, en caso de fallar la electricidad. Si le preguntamos a su comandante si el Isla Pinto tiene algo que envidiar a otras embarcaciones hermanas, Juan Chicharro lo tiene muy claro: "este barco es nuevo, recién construido y está equipado con los últimos sistemas. Lo fuimos a recoger al astillero Rodman Polyships, en la ría de Vigo, en Moaña, y es un barco con unas prestaciones muy altas desde el punto de vista tecnológico. Tiene una cámara térmica, radares, sistemas de comunicaciones, y armas para defendernos. No es un barco grande, pero lo suficiente para poder cumplir los cometidos que se le han encomendado”. Todo ello hace posible que la Armada pueda cumplir la misión destinada en Melilla, que es proteger su entorno marítimo y el del resto de territorios de soberanía nacional en el Norte de África, y detectar lo que ocurre en ellos. El objetivo final, además de actuar en caso necesario, es informar y colaborar con otras instituciones como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o Vigilancia Aduanera. Otra importante misión del Isla Pinto es la protección del patrimonio subacuático, muy relevante en la zona de Melilla y las islas Chafarinas, donde existen dos Zonas de Especial Conservación de gran valor medioambiental, con algunas especies en peligro de extinción, en las que también vigila que ninguna actividad sospechosa pueda dañarlas. La llegada del Isla Pinto el 30 de enero de este año ha permitido cubrir una zona donde hasta entonces la Armada estaba presente únicamente con misiones puntuales de sus diferentes embarcaciones, pero no de manera permanente desde hacía décadas, a diferencia de Ceuta y el resto del territorio nacional. Aunque la ciudad de Melilla está especialmente vinculada a las Fuerzas Armadas actos como el de esta mañana estrechan todavía más el vínculo de los españoles con la labores que desarrollan, en este caso, con la Armada. "La Armada ha decidido traer permanentemente este barco a Melilla y es muy importante estar aquí. Toda herramienta, todo actor que dé más seguridad y protección a los españoles es necesario en todas partes”, manifestó el comandante Juan Chicharro. A tenor de la respuesta esta mañana de los melillenses, las Fuerzas Armadas siguen siendo un bastión fundamental de la ciudad autónoma.