El delegado del Gobierno defiende la actuación de las Fuerzas de Seguridad, que el jueves emplearon gas pimienta y extintores para repeler a los inmigrantes: “A lo mejor el guardia civil debía haber soplado (para apagar el fuego)”, dijo.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, puso ayer la mano en el fuego para defender la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que el pasado jueves repelieron con gas pimienta y un extintor a los 150 inmigrantes que permanecieron encaramados a la valla durante más de seis horas. Un vídeo de Prodein muestra cómo este grupo de subsaharianos fue entregado a las autoridades marroquíes en cuanto descendió de la alambrada. Sin embargo, ayer El Barkani negó la mayor: “No han entrado. No se ha devuelto a nadie. No se producen devoluciones en caliente”, dijo.
Como viene siendo habitual en sus comparecencias de prensa, el delegado defendió todas y cada una de las actuaciones de los agentes. En su opinión el uso de sprays de pimienta en la valla o de un extintor son legítimos. En este último caso se refería a un agente que usó un extintor para apagar una camiseta ardiendo con la que le amenazaba un inmigrante. “A lo mejor el guardia civil tenía que haber soplado para apagar el fuego”, ironizó.
Y por si no había quedado suficientemente claro, El Barkani aclaró que el spray de pimienta es reglamentario “y se seguirá utilizando”, subrayó.
Más comedido estuvo el coronel de la Guardia Civil, Ambrosio Martín Villaseñor, que señaló que los agentes tenían un extintor a mano porque no es la primera vez que los inmigrantes les amenazan con ropajes ardiendo. “A nadie se le escapa que el extintor no es un medio antidisturbio. Se llevó porque se había dado una circunstancia similar. Si hubiera habido una boca de riego y una manguera, se habrían utilizado”, añadió.
Sin embargo, Amnistía Internacional no cree que el uso de gas pimienta o de un extintor en la valla sean adecuados para frenar la presión migratoria que afecta a Melilla y por eso ayer pidió la apertura de una investigación sobre el uso de material “desproporcionado” para hacer bajar a los inmigrantes de la valla y expulsarlos a Marruecos.
Asimismo, esta ONG recordó a España que Naciones Unidas le ha dado un toque de atención para que habilite un cauce legal, de manera que los inmigrantes que consiguen pisar suelo español tengan la oportunidad de pedir asilo.
La sensación óptica
Una periodista comentó ayer a El Barkani que no sabía si era una sensación óptica, pero a ella le parecía, por las imágenes que había visto, que el guardia civil repelió al inmigrante con el extintor. El Barkani volvió a negar la mayor: “Es, como usted dice, una sensación óptica. El guardia civil lo que hace es apagar la llama de un mechero”, insistió.
Consultado sobre si ha cambiado el protocolo del Ministerio del Interior, que recomienda a los guardias civiles que esperen pacientemente a que bajen los inmigrantes de la valla y no intenten bajarlos, como hicieron el jueves, El Barkani se fue por la tangente: “Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad iban a esperar a que los inmigrantes bajaran. No van a bajarlos a la fuerza. Se intenta que bajen y si hay que esperar, se espera”.
De hecho, aprovechó ayer para felicitar a los agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) que el pasado jueves trabajaron cerca de 16 horas seguidas. Estuvieron a pie de valla durante todo el tiempo que los inmigrantes permanecieron subidos a la alambrada.
“Estamos haciendo lo que podemos hacer”
Abdelmalik El Barkani se empleó ayer a fondo para defender ante la prensa no sólo la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a pie de valla sino también el uso de material antidisturbio “regular, reglamentario y que debe usarse con proporcionalidad”, según sus propias palabras.
Por eso el delegado del Gobierno repitió ayer hasta la saciedad que los métodos empleados en la valla son legítimos. “Estamos haciendo lo que podemos hacer”, dijo para acto seguido señalar que en su opinión el debate interno sobre la utilización de material antidisturbio durante los asaltos a la valla “le dan la sensación a las mafias de que hay inseguridad en España. Es una amenaza para nosotros y una fortaleza para ellos”, subrayó El Barkani.
Es importante recalcar que aunque los inmigrantes niegan haber pagado a las mafias para saltar la valla, la Delegación del Gobierno insistió ayer en que están manejados por las redes de trata de personas.
Pese a defender y asegurar que se seguirá usando material antidisturbio, El Barkani comentó que las autoridades son conscientes de que la inmigración “no acaba con medidas de contención y represivas, sino cuando se consigue que los inmigrantes no abandonen sus países de origen”, por eso destacó que son importantes las ayudas al desarrollo y a los países de tránsito.
El delegado cree que el jueves pudo ocurrir “una desgracia” en la valla
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, aseguró ayer que el pasado jueves pudo ocurrir “una desgracia” en la valla porque algún inmigrante podría haberse caído. Se refiere al hecho de que la mayor parte del grupo de 150 subsaharianos que permaneció durante seis horas encaramado a la alambrada sólo se sujetaba de los flejes abatibles, que se colocaron en el perímetro fronterizo para quitarle estabilidad. Una vez más quedó demostrado que finalmente éstos, lejos de obstaculizar las entradas, las facilitan. No hay que olvidar que desde el pasado 6 de marzo, los flejes se están retirando con una inversión de 61.500 euros.
Según explicó ayer El Barkani, tanto la retirada de los flejes como la colocación de la malla antitrepa “van a buen ritmo” y “estará acabado cuanto antes”.
En cualquier caso no quiso dar detalles de los trabajos “para no darle pistas a nadie”.
Una inmigración “inadmisible”
El Barkani señaló ayer que el tipo de inmigración que está teniendo Melilla es “inadmisible”. “No pretendemos criminalizar a los inmigrantes. Son las primeras víctimas, pero tenemos que ponernos del lado de la inmigración solidaria, ordenada y regular”.
El Barkani señaló además que tal y como se está llevando a cabo ahora el proceso de recepción de inmigrantes, los que no pueden ser devueltos a sus países, se quedan en España o en algún otro país de la UE “viviendo en la clandestinidad y siendo pasto de las mafias y de la economía sumergida”, sentenció.
A la pregunta de si España se responsabiliza de los heridos en la frontera, El Barkani se fue por los cerros de Úbeda: “Cada país es soberano y tiene la labor de defender su frontera. Hay que ser solidario”, concluyó.
La Guardia Civil decomisa a pie de valla un arsenal de armas de fabricación casera
Los inmigrantes usan ganzúas, anclas y hasta cuchillos para intentar entrar en Melilla. “Se hacen fuertes encima de la alambrada”
Que los inmigrantes que intentan saltar la valla cada vez son más violentos ya lo habíamos escuchado en boca del delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani. Pero hasta ahora los agentes de la Guardia Civil sólo habían mostrado imágenes en las que se les podía ver exaltados. Ayer dieron un paso más y mostraron un arsenal de armas e instrumentos de fabricación casera que suelen utilizar los subsaharianos bien para escalar la alambrada, destrozar la malla antitrepa o para agredir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Ganzúas, varios tipos de anclas con cuerdas atadas a un extremo, una especie de arpón de madera y hasta un cuchillo han sido decomisados por los efectivos de la Benemérita a pie de valla.
Además, para demostrar la “virulencia” con que los inmigrantes atacan a la Guardia Civil, el delegado mostró ayer un fragmento de un vídeo que recoge los momentos en que un inmigrante le quita el casco a un agente y la porra a otro y comienza a pegarle con ésta. También se ve, cómo un inmigrante le grita y gesticula de forma exaltada a un guardia civil.
Un pulso a la Guardia Civil
En opinión de El Barkani, los inmigrantes están covirtiendo los saltos a la valla en un pulso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad “porque se hacen fuertes encima de la valla. Cuando bajan reclaman asistencia sanitaria”, destacó sin explicar si esa asistencia la reciben antes de ser expulsados a Marruecos.
El Barkani denunció ayer que subirse a la valla se ha convertido en una nueva táctica de los inmigrantes y añadió que ahora está “de moda” subirse a la alambrada, buscando “que se visualice su situación ante los medios de comunicación”.
También aseguró que muchos inmigrantes mienten y solicitan atención sanitaria con unos síntomas que luego no se corresponden con el diagnóstico porque “están simulando”.
El delegado del Gobierno recordó que hasta ahora habíamos sido testigos en Melilla del uso de bebés pantallas en las pateras, mujeres embarazadas, amenazas con gasolina, con mecheros y que finalmente, ahora se suben a la valla “utilizando cualquier método a su alcance para a lograr su objetivo de entrar en Melilla”.
En opinión de El Barkani, el tipo de inmigración irregular que está llegando a Melilla “deriva cada vez más en la confrontación y el enfrentamiento con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
El papel de la Unión Europea
Eso, insistió, obliga a replantearse la política de inmigración en toda la Unión Europea.
En este punto, el delegado del Gobierno hizo un paréntesis para criticar la reacción de Bruselas ante la “extrema presión migratoria” que no cesa sobre Melilla “a pesar de haberlo transmitido a la Unión Europea”.
A estas alturas, El Barkani tiene claro que el flujo migratorio sólo puede frenarse con políticas de apoyo a los países de origen de la inmigración y colaborando económicamente con los países de tránsito. “Entendemos que la Unión Europea tiene que hacer más. La frontera Sur de Europa está en Ceuta y Melilla y hay que luchar con más medios contra las mafias que operan desde los puntos de origen”, concluyó.
El CETI, hasta la bandera y sin visos de mejora
Abdelmalik El Barkani reconoció ayer que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) está colapsado desde primeros de año, pero no adelantó qué medidas extraordinarias se tomarán para aliviar la situación. El delegado del Gobierno se limitó ayer a repetir que se intentará agilizar las salidas a la península, pero que eso es difícil porque las casas de acogidas de las ONGs y los Centros de Internamiento también están saturados. “El ritmo de salidas está en función de las plazas”, señaló.
Sin embargo, pese a que el CETI está casi al cuádruple de su capacidad y El Barkani sabe que “no es un hotel cinco estrellas”, se intenta, dijo, que los inmigrantes que están alojados en él “tengan cubiertas sus necesidades”.
El delegado no avanzó qué gestiones se han hecho hasta ahora para evitar que el hacinamiento sea perenne.
Sin ayuda de la Policía
“Estaban los GRS y la Policía Nacional no era necesaria”
El coronel de la Guardia Civil, Ambrosio Martín Villaseñor, explicó ayer que el pasado jueves la Policía Nacional no intervino durante el asalto a la valla por Barrio Chino “porque estaban los GRS y la Guardia Civil y no fue necesario que colaborara”, explicó. Luego, en el salto por Vaguada Linares sí intervinieron porque se les pidió ayuda.
Marruecos
Problemas comunes hispano-marroquíes
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, destacó ayer que la ayuda de Marruecos fue determinante el jueves para conseguir que ningún inmigrante entrara durante el segundo salto a la valla.
Heridos
Ninguno de los 12 guardias heridos se ha pedido la baja
El Barkani avanzó ayer que ninguno de los doce guardias civiles heridos durante el salto a la valla del jueves se ha pedido la baja.
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