El Banco de Alimentos suma tres asociaciones y más de 130 familias

El Banco de Alimentos de Melilla sigue recibiendo cada  día nuevas peticiones de ayuda.

La demanda de alimentos no cesa en una ciudad en la que el desempleo es el principal problema que tienen las familias. Pagar las facturas y la cesta de la compra es casi imposible para algunos melillenses que no tienen otra opción que recurrir a las ONG y las asociaciones para solicitarles esta ayuda. No es una novedad que con la crisis económica la demanda de alimentos a esta institución se haya disparado, pero es preocupante que no cese esta situación y que se convierta en algo habitual. El presidente del Banco de Alimentos de Melilla, Juan Paredes, aseguró a El Faro que cada vez son más las asociaciones que se acercan al Banco de Alimentos para poder recibir esta ayuda y así entregala directamente a las familias necesitadas. Hace unas semanas se han sumado tres asociaciones, una de la Cañada, otra situada en una Mezquita y la última dirigida por trabajadoras sociales. De esta forma se añaden más de 130 familias a la gran lista de beneficiaros.
Paredes aseguró que cada día reciben a varias asociaciones, algunas son entidades de vecinos, que desean echar un cable a las personas que viven en sus barrios. Su objetivo es que el Banco de Alimentos les admita para poder recibir los lotes de lentejas, pasta, tomate frito y todos los productos que pueden servir a una familia para ‘tirar’ durante unos meses.
Sin embargo, no todas estas asociaciones pueden formar parte del Banco de Alimentos. Paredes explicó que revisan los estatutos de constitución de estas entidades con cuidado, ya que algunas no pueden asumir esta nueva actividad. No obstante, señaló la solidaridad de estas personas que pretenden ayudar de alguna forma a sus vecinos en estos momentos complicados.

Mucho trabajo
El presidente del Banco de Alimentos aseguró que gracias al trabajo que a diario realizan los voluntarios, siempre van a contar con algunos palés llenos de comida para los más necesitados. Resaltó que mientras esperan que lleguen los alimentos que proceden de la Unión Europea, los bancos de alimentos firman convenios de colaboración con entidades bancarias, cooperativas y empresas de todos los sectores para mantener llenos los almacenes.
En el Banco de Alimentos de Melilla la actividad no cesa nunca. Ahora van a invertir 6.000 euros, una cantidad que fue donada por los melillenses, para la compra de azúcar, cuscús, conservas, legumbres y aceite de girasol.
El resultado de los acuerdos entre el Banco de Alimentos y las empresas españolas son las 23 cajas de leche de continuación que acaban de llegar a Melilla. La fábrica de este producto tan necesario para los bebés les hizo una oferta muy especial, apuntó Paredes, a los bancos de alimentos para que pudieran comprarla.
Esta leche de continuación llegará a las familias con bebés que menos recursos tienen, así como a las mujeres que padecen un cáncer y que no pueden dar de mamar a sus hijos.

Más alimentos
El Banco de Alimentos de Melilla recibirá sobre el 15 de octubre un nuevo envío de productos de la Unión Europea. En estos lotes llegarán entre 50.000 y 60.000 kilos de legumbres, galletas, aceite, pasta o potitos para los niños más pequeños. En total, se contará con 17 tipos de alimentos distintos, que aunque no sirvan para ofrecer tres comidas al día a una familia, sí que les ayuda.
Pero uno de los problemas a los que se enfrenta cada vez que llegan los palés cargados de comida es dónde almacenar tantos alimentos. La nave actual cuenta con 120 metros cuadrados. Esto hace que nada más recibir los alimentos tengan que repartirlos directamente a las ONG.
Precisamente una de las principales tareas de los voluntarios es buscar una nueva ubicación para esta institución. Paredes indicó que necesitan entre 250 y 350 metros cuadrados para poder almacenar todos los alimentos. Además, en este local nuevo que desean tener cuanto antes montarán una cámara frigorífica. De esta forma, podría traer hortalizas y frutas de la península y yogures, quesos y embutidos de los excedente de las fábricas. Incluso se podría almacenar el pescado que muchas veces les ofrecen y que por ahora no puede repartir.
Otra de las actividades que tiene en mente es la ‘operación kilo’. El objetivo de esta acción es recoger el mayor número de alimentos no perecederos. La pondrán en marcha a finales de año, para aprovechar la solidaridad de los melillenses en esas fechas cercanas a la Navidad.

12.000
Beneficiarios. El Banco de Alimentos de Melilla y Cruz Roja son las instituciones que reciben los alimentos que manda la Unión Europea. Cada una cuenta con más de 6.000 personas que se benefician de esta ayuda.
Sigue
Sumando. El Banco de Alimentos recibe muchas solicitudes de asociaciones que desean poder repartir los alimentos entres sus vecinos. Algunas no pueden entrar a formar parte de esta institución porque no lo permiten sus estatutos. En las últimas semanas se han incorporado tres nuevas asociaciones y con ellas, otras 130 familias a la lista de beneficiarios de estas ayudas.
Comida
De la UE. A mediados de octubre llegará un nuevo envío de la Unión Europea. Se contará con 17 alimentos diferentes, entre ellos, pasta, legumbres, tomate frito, aceite y potitos para los más pequeños.
Donación
Para más alimentos. Gracias a la solidaridad de los melillenses, el Banco de Alimentos cuenta con 6.000 euros que va a invertir en la compra de azúcar, aceite de girasol, conservas, legumbres y cuscús.
Sin
Espacio. El Banco de Alimentos está buscando un local más grande para poder almacenar todos los alimentos que llegan a esta entidad. Ahora cuentan con 120 metros cuadrados, pero necesitan unos 350. Esto les permitiría contar con una cámara frigorífica. Esta instalación supondría un cambio notable para el Banco de Alimentos ya que podría recibir yogures, embutidos, quesos, frutas y hortalizas que sean donados por las fábricas o por las cooperativas de la península.