¿En qué se traduce el gasto?
Con las cifras económicas sobre la mesa, llega el momento de preguntarse en qué consistirá cada actuación. Hay que destacar que el objetivo básico del proyecto es mejorar la fluidez del tránsito fronterizo y garantizar una mayor seguridad y comodidad para los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil.
En lo tocante a tránsito de vehículos, se contempla la creación de seis carriles, tres de entrada y tres de salida. Cada uno de ellos contará con una cabina de control de documentación en la que trabajarán los agentes españoles. Hay que destacar que tendrán aparatos con aire acondicionado, una de las grandes demandas de los sindicatos policiales. Las cinco tendrán 1,20 metros de ancho, aunque dos contarán con 2 metros de largo y las tres restantes con 3 metros.
En los carriles centrales habrá cabinas con dos ventanas de trabajo, en cada una de las cuales habrá un agente. Estas garitas tendrán cajas fuertes por si fuera necesario depositar en ellas útiles de trabajo valiosos, como los sellos de los visados.
Para intentar que el tránsito de coches sea continuo, se remozarán todas las isletas para posibilitar que los vehículos que no puedan entrar en España al ser rechazados en los controles sean devueltos a Marruecos sin entorpecer al resto de coches. Asimismo, habrá cuatro estacionamientos independientes para que la Guardia Civil pueda realizar inspecciones de coches.
En cuanto a los peatones, en el proyecto de obra se asegura que será completa. Las infraestructuras actuales se desmantelarán por completo para dar paso a un nuevo sistema. El acceso inicial desde Marruecos se realizará con una entrada única conectada a un vallado de 2,30 metros de altura que se creará en el “lado común”, en referencia a la ‘tierra de nadie’.
A partir de ese momento, todas las personas, a excepción de los ciudadanos del espacio Schenguen, ingresarán en un vestíbulo común desde el cual se iniciará la separación por características, con la debida señalización, entre hombres, mujeres y comunitarios.
Cada fila desembocará en tres cabinas acristaladas de uso doble para el control de documentos, que contará con 2,40 metros de ancho por 2 metros de largo. Para agilizar el acceso de los peatones, habrá tornos unidireccionales. Además, todo aquel que sea rechazado en los controles policiales será devuelto al país vecino “ordenadamente y de forma controlada” a través del lateral de las cabinas, por un carril aislado que impedirá su reflujo o cambio de sentido circulatorio.
En cuanto al paso de Melilla a Marruecos, se instalará un vallado separado de forma tubular y una altura de 2,30 metros de altura. Contará con tres puertas en su recorrido por si fuera necesario hace una evacuación.
Obras complementarias, desde veterinarios hasta un dragado del río
El proyecto de mejora de Beni Enzar también se caracteriza por obras secundarias y el aprovechamiento de estructuras ya existentes a las que se les dará un uso totalmente nuevo. Es el caso del edificio principal del lado español, que pasará a albergar una sala de espera para aquellos que necesiten un segundo control de documentos. Se ejecutarán obras de rehabilitación en la distribución de la estancia para garantizar la privacidad de las actuaciones a acometer y se implantará un sistema de control.
Por otro lado, habrá dos nuevas puertas correderas de acceso al control veterinario, lo que permitirá su cierre hermético cuando los profesionales de este sector no estén trabajando.
También se llevará a cabo una actuación paralela para embellecer la cubierta existente mediante su reparación y pintado. Con esto se pretender armonizar dicha estructura con las nuevas que se instalarán.
Además, también se llevará a cabo un dragado parcial en las proximidades del Río Mezquita, con lo que se mejorará su capacidad de evacuación.
Se trata de pequeñas actuaciones con las que se quiere mejorar ostensiblemente la calidad de las infraestructuras de Beni Enzar y ofrecer un mejor servicio a los que circulan entre ambos países y a los agentes españoles que trabajan en la zona.
Si todo marcha según lo previsto, el proyecto estará adjudicado a comienzos de diciembre, pues el plazo de presentar ofertas se cierra a finales de noviembre. La intención es que las obras arranquen en enero y estén listas en seis meses, antes de la Operación Paso del Estrecho (OPE).
Con todos los datos sobre la mesa, solo el tiempo dirá si el proyecto sirve para poner punto y final a los problemas que actualmente hay en Beni Enzar. Mientras que Delegación confía en ello, los sindicatos policiales han expresado serias reticencias al respecto.
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