Cada 17 de enero las puertas de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Melilla se abren para una de las celebraciones más entrañables del calendario local: la bendición de mascotas en honor a San Antón, patrón de los animales.
Este acto que ya se ha convertido en una cita ineludible para muchas familias, simboliza no solo el vínculo especial entre humanos y animales, sino también la importancia que estos ocupan en nuestras vidas y en la religión cristiana. El acto se celebrará en la puerta principal de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de 17:30 horas a 18:30 horas.
El vicario Eduardo Resa comentaba que si llueve abrirá las puertas de par en par y los dueños junto a sus mascotas podrán pasar hasta el crucero de la iglesia donde los bendecirá como ya hizo en los años de la pandemia.
En Melilla, como en muchas ciudades de España, la festividad de San Antón reúne a decenas de personas que acompañadas de sus queridas mascotas buscan una bendición especial del vicario episcopal, Eduardo Resa. El año pasado entre 60 y 70 animales recibieron esta bendición, un ritual en el que el vicario derrama agua bendita sobre los asistentes de cuatro patas reafirmando la idea de que los animales son parte integral de la creación divina y merecen el cuidado y respeto de todos.
Entre los asistentes del año pasado predominaban los perros de razas y tamaños diversos, aunque también se pudieron ver gatos y hasta conejos. Este año se espera que nuevamente una amplia variedad de mascotas llenen el entorno de la iglesia con su presencia reflejando la diversidad de la vida animal y la importancia que los dueños les atribuyen en sus hogares.
En la sociedad actual, las mascotas han trascendido su rol tradicional para convertirse en miembros plenos de las familias. Este cambio se refleja no solo en las prácticas culturales, como la bendición de San Antón, sino también en el marco legal español, que en los últimos años ha reconocido a los animales como seres sintientes. Este reconocimiento no solo protege su bienestar, sino que también fortalece la conexión emocional que existe entre las personas y sus compañeros animales.
La celebración de San Antón es, por tanto, una forma de visibilizar esta relación especial, al tiempo que se honra la tradición cristiana de venerar a los animales como parte de la creación divina. En palabras del vicario episcopal, “es un momento para agradecer la compañía y el amor incondicional que nos brindan nuestras mascotas y para pedir a San Antón su protección sobre ellas”.
La festividad de San Antón no es exclusiva de esta ciudad. En toda España, comunidades enteras se reúnen para participar en este acto de fe y amor por los animales.
Esta tradición ha trascendido su origen religioso para convertirse en un símbolo de la importancia de cuidar y proteger a los animales. En un mundo cada vez más consciente de los derechos de los animales y de la necesidad de un trato ético hacia ellos, la bendición de San Antón es un recordatorio de los valores de respeto, amor y gratitud que deberíamos extender a todas las criaturas.
La bendición de mascotas por San Antón en Melilla es mucho más que un evento religioso. Es una celebración de la conexión profunda entre humanos y animales, una oportunidad para reflexionar sobre el papel de los animales en nuestras vidas y un momento para fortalecer los lazos que nos unen como comunidad.
Cada año, esta tradición reúne a familias enteras y sus mascotas, demostrando que los valores de amor y cuidado hacia los animales trascienden el tiempo y las fronteras. En un mundo que sigue evolucionando, la festividad de San Antón nos invita a mirar hacia atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza, siempre acompañados por nuestros fieles compañeros de cuatro patas.
La figura de San Antonio Abad, conocido como San Antón, es fundamental para entender esta tradición. Nacido en el siglo III, San Antón es considerado el fundador del monacato cristiano. Huérfano desde joven entregó todos sus bienes tras escuchar el evangelio de San Mateo y se retiró a vivir en soledad dedicando su vida a la oración y al servicio de Dios.
Según la tradición, San Antón enfrentó múltiples tentaciones que buscaban alejarlo de su camino espiritual. Sin embargo, encontró consuelo y alivio en los animales, quienes, según se cuenta, permanecían a su lado como compañeros fieles durante su retiro en el desierto. Esta relación especial con los animales es el origen de su veneración como su protector.
A menudo, San Antón es representado en el arte religioso acompañado de animales, especialmente un cerdo, que simboliza su papel como intercesor y guardián de estas criaturas. Su figura inspira a los fieles a valorar y cuidar a los animales como parte de la creación divina.
La bendición de mascotas en honor a San Antón es un ejemplo de cómo las tradiciones religiosas pueden adaptarse y resonar con las sensibilidades contemporáneas. En un mundo donde los animales son cada vez más reconocidos por su importancia emocional y social esta celebración combina valores históricos y modernos subrayando la conexión espiritual y afectiva que compartimos con ellos.
El acto en Melilla además de ser un evento religioso es también una fiesta para las familias y sus mascotas. Los asistentes, tanto humanos como animales, disfrutan de un ambiente de alegría y comunidad en el que las bendiciones van acompañadas de muestras de cariño, sonrisas y la oportunidad de compartir un momento especial con otros amantes de los animales.
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