El buen tiempo acompañó ayer el acto central de la Campaña Mundial por la Educación programada para este año en Melilla.
Familias, monitores y, sobre todo, decenas de niños y niñas se dieron cita en la plaza multifuncional de San Lorenzo, que se llenó de actividades bajo el lema “Defendemos la educación, sostenemos el mundo”. En el acto, reivindicativo y festivo, tampoco faltó la música. La batucada, de hecho, marcó el ritmo de un sábado con juegos para todos.
Pintura, reciclaje, un ábaco, una comba, un parchís gigante, una bolera... hubo actividades para todos los gustos y para todas las edades.
El objetivo no fue solo divertirse, que también. La ‘excusa’ para pasar un sábado diferente fue la Tierra: cómo cuidar el medio ambiente, qué podemos hacer para revertir el cambio climático o la importancia de una educación inclusiva fueron algunos de los ejes sobre los que trabajaron jóvenes y mayores.
“Sensibilizar a la clase política y a la opinión pública”. Con ese prisma, el manifiesto pidió “una educación gratuita, de calidad, equitativa, inclusiva y respetuosa con la diversidad”.
Un movimiento mundial
En esa línea, Melilla instó a “transformar nuestros sistemas educativos hacia estilos de vida más sostenibles”. No obstante, recordó, “el cambio climático tiene graves consecuencias en el medio ambiente y en los seres humanos”.
Muertes prematuras, desplazamientos forzosos y calentamiento global son algunas de las consecuencias de un “fenómeno que afecta también a la educación”, pues “es una de las primeras actividades que se abandonan cuando se produce un desastre”.
Presente en más de cien países, en la Campaña Mundial de la Educación participaron numerosas organizaciones melillenses: ACCEM, Aspanies, ASDE-Scout Melilla, Autismo Melilla, Cañada Viva, Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la UGR, Federación de AMPAS de Melilla, Guelaya-Ecologistas en Acción, Juventudes Socialistas, Melilla Acoge, MelillArte-Cultura Solidaria, SATE-STEs y Save The Children, entre otras.