La estampa no es nueva, pero en las últimas horas ha aparecido ‘renovada’: las vallas se suceden en varios puntos de la ciudad, en una de las vertientes más próximas al centro.
Los Bomberos de Melilla han tenido que volver a desplazarse hasta diferentes puntos del corazón melillense para reponer las vallas que advierten de peligro en la zona por fachadas en mal estado.
En concreto, la señalización ha vuelto a ser dispuesta en dos esquinas muy próximas a la avenida Juan Carlos I: la que forman las calles Castelar y Murcia, así como en la de Murcia con Sagasta.
La advertencia de peligro busca proteger a los peatones de la posible caída de cascotes a la vía pública. Según confirman fuentes de los Bomberos a El Faro, se trata de “fachadas en mal estado” de “edificios que tienen pinta de estar abandonados”.
Una circunstancia que, “a la espera de su demolición”, hace que vecinos de la zona tengan que solicitar la reposición de las vallas después de que estas sean “movidas por niños mientras juegan o como consecuencia de actos vandálicos”.
Los que protagonizan estas líneas son, en cualquier caso, dos bloques que “llevan en mal estado mucho tiempo”, según las mismas fuentes, que también recuerdan que, lejos de ser los únicos así en Melilla, “hay varios edificios vallados en la ciudad”.
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