La asociación melillense considera que el problema de la valla de Melilla no es local, sino global y que la inmigración que llega del Sahel tiene también un componente climático. La asociación Guelaya-Ecologistas en Acción ha abierto una nueva línea de acción y lo ha hecho a través de un manifiesto en el que se compromete a apoyar a las ONGs que trabajan con los inmigrantes que llegan a Melilla.
Según explican los ecologistas, el problema de la inmigración no es sólo político sino también climatológico. Detrás de la llegada de inmigrantes procedentes del Sahel hay, señalan, sequías o un aumento de la intensidad de los desastres naturales.
“A los factores socioeconómicos y políticos que tradicionalmente han provocado migraciones debemos añadir ahora a los refugiados climáticos. Es decir, a aquellas personas que viven en lugares en los que el cambio climático está haciendo imposible sobrevivir”, apuntan desde la asociación ecologista local.
El problema de la valla de Melilla, insisten desde Guelaya, no es “un problema local, sino global”.
“Nuestras vallas, la de Melilla y la de Ceuta, se unen a los 4.095 kilómetros de valla que la India construyó la pasada década para evitar la entrada de bengalíes en su territorio, por no hablar de la valla de Estados Unidos con México. No somos originales. Las vallas siguen instalándose y reforzándose, pero no han resuelto localmente el problema en ningún sitio y mucho menos han parado las migraciones”, añaden.
Los más cercanos a Melilla
En este sentido recuerdan que los países subsaharianos más cercanos a Melilla (Burkina Fasso, Níger, Chad, Sudán, Mauritania o Mali) son los que conforman la región del Sahel. “Las inundaciones y plagas de insectos son los principales problemas con los que se enfrentan estas poblaciones. Son causas ambientales intensificadas por el cambio climático”, recalcan desde Guelaya-Ecologistas en Acción.
Según aseguran en su manifiesto, esta asociación melillense está convencida de que “otra política migratoria es posible” y por eso ha decidido apoyar y trabajar “codo con codo” con asociaciones y organizaciones de Derechos Humanos y ONGs del Tercer Sector de Melilla “denunciando los abusos contra los derechos de las personas migrantes”.
Asimismo afirman que promoverán “todas aquellas políticas públicas conducentes a superar la valla de contención del hambre en África” porque las personas “están primero”.
Y subrayan que España incumplió el objetivo de colaborar al desarrollo con un 0,7% del PIB al que se comprometió en 1992 y que ahora “escasamente llegamos al 0,35% del Producto Interior Bruto en ayudas al desarrollo y hemos ajustado a la baja nuevamente nuestro compromiso haciendo ridículas nuestras aportaciones”.