María del Carmen Dueñas fue la primera mujer en ser senadora por Melilla y también es aún la primera en ser diputada. Ha trabajado mucho en temas relacionados con la igualdad y asegura que las mujeres deben seguir adelante con más fuerza la lucha por este objetivo. –¿Qué le llevó a entrar en política? –La ilusión por compartir y trabajar en un proyecto apasionante para España y para Melilla como el que representa el Partido Popular. –Fue la primera mujer en ser senadora por Melilla y también diputada. ¿Estaba entre sus planes? –Sinceramente no. Fue un devenir de circunstancias las que me llevaron, gracias a la generosidad de mi partido y a la del presidente Juan José Imbroda, a que se confiara en mí para tan importante responsabilidad. A ello se unió la satisfacción personal de ser la primera mujer melillense que representaba a mi tierra tanto en el Senado como en el Congreso, lo cual también se lo debo a todos los melillenses que confiaron y confían en mí, y en el proyecto que represento. Es un honor como melillense tener la oportunidad y la confianza para trabajar en diferentes iniciativas y reformas que han contribuido, en la medida que nos ha sido posible, a dar respuesta a algunas de las cuestiones que nos demandaban los ciudadanos y que, no sin esfuerzo, hemos conseguido que vean la luz. Otras, lamentablemente, no pudieron ser, pero se intentaron y se seguirán intentando. Y en todo este camino que, no ha sido nada fácil, tengo que decir que siempre he sentido el respaldo tanto de mi familia, que son mi principal e imprescindible apoyo, y de mi partido, y especialmente de la persona que confió en mí desde el principio, mi presidente y amigo Juanjo Imbroda. –Ha trabajado mucho en temas relacionados con la igualdad, pero ¿cree que en su ámbito de trabajo es real? –En política considero que sí. Nunca he sentido lo contrario. Además, si vemos la participación de las mujeres en este ámbito hay que decir que ha experimentado afortunadamente un notable incremento en los últimos años, de hecho en el Congreso cuatro de cada diez diputados son mujeres, una cifra que coloca a nuestro país como el tercer país de la Unión Europea con mayor presencia femenina en los escaños de la Cámara Baja. Buena muestra de ello es la mesa de la Cámara está compuesta seis mujeres, tres por el Partido Popular con la magnífica presidencia de Ana Pastor, una por el PSOE, una por Ciudadanos, y otra por Podemos. Y eso es un mensaje importante el que trasmite. Dicho lo cual debemos ser conscientes todos y los que tenemos responsabilidades públicas, aún más, que aún quedan muchas barreras internas y externas a las que las mujeres debemos enfrentarnos para conseguir alcanzar la igualdad real. Para ello, considero que hay que seguir trabajando con espíritu de progreso, de avance, de justicia social, de derechos y libertades, porque esto es en definitiva la verdadera igualdad. Es imprescindible que los hombres estén a nuestro lado, luchando juntos en todos los ámbitos, solo así lo conseguiremos. –¿Se ha sentido presionada por el hecho de ser mujer de tener que demostrar que vale para ese trabajo? –Afortunadamente no. –¿La conciliación de la vida familiar y laboral es una ilusión? –Más que una ilusión es un reto en el que hemos avanzado mucho y entre todos estos años, pero en el que aún queda que avanzar, hacerlo desde la educación, pasando por las reformas y la adopción de medidas, como las que hemos puesto en marcha, formulas flexibles de contratación, la regulación del teletrabajo, fomento del emprendimiento femenino, se ha ampliado el derecho a la reducción de jornada a trabajadores y trabajadoras para el cuidado de menores de los 8 a los 12 años, más empresas con planes de igualdad, ampliación de los permisos de paternidad a cinco semanas, la flexibilidad de horarios, las ayudas… En definitiva, medidas que nos ayuden a mujeres y a hombres a poder conciliar nuestra vida familiar, el criado de nuestros hijos con nuestra vida laboral, que ya te digo por experiencia, que no es nada fácil. –¿Se siente un referente para otras melillenses? –Desde el corazón le digo que si para alguien me gustaría ser referente como madre y por mi actividad, tanto la política, y por la que es y será mi profesión como abogada, sería para mis hijos, que tanto me aportan día a día y a los que les he quitado, aunque ellos no opinan así, a veces demasiado tiempo. Tengo que decirle, además, que me siento especialmente querida en mi tierra. Y siempre que puedo procuro trasladarles a aquellas y aquellos jóvenes melillenses que se interesan por nuestro trabajo a que participen, a que se impliquen en la vida de la ciudad, hablamos de servicio a los ciudadanos, a tu tierra, a tu país, y ahí todos, y especialmente las mujeres tenemos mucho que aportar en positivo. –¿Cuál cree que es el rol de la mujer en la sociedad actual? –¿Nuestro rol? Pues el de seguir adelante con más fuerza si cabe, derribando los obstáculos que aún persisten, luchando por erradicar cualquier forma de violencia hacia las mujeres, que es la mayor muestra de desigualdad. Estoy convencida que en esta lucha por la igualdad real, por una sociedad sin ningún tipo de violencia nos medimos todos como personas, sin importar nuestro género, nuestra ideología, nuestra edad. Todos debemos estar unidos por defender a más del 50% de la población que somos las mujeres, y solo así, reitero, alcanzaremos el objetivo. Soy muy positiva y estoy convencida que lo conseguiremos. Lo que está claro es que nadie ya nos va a parar.