La Guardia Civil ha empezado a vigilar el perímetro fronterizo entre España y Marruecos en Melilla con drones coincidiendo con la reapertura de la frontera terrestre esta medianoche después de casi 800 días de cierre.
En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha informado de que se trata de dos de los cuatro UAV (vehículo aéreo no tripulado) adquiridos por la Dirección General en un procedimiento de urgencia para mejorar la eficacia del servicio que este Cuerpo presta en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla.
Quince guardias civiles de la Comandancia de Melilla han completado la formación necesaria para manejar estos drones y cuentan con las certificaciones y habilitación necesaria y muy rigurosa para el manejo, control, mantenimiento y operatividad de los equipos.
Los equipos Halcón entrarán en funcionamiento coincidiendo con la próxima apertura de la frontera de Beni-Enzar y algunas de sus características técnicas son la dotación de cámaras diurnas y también térmicas que permiten la visión nocturna y telémetros que indican la distancia del objetivo localizado y coordinadas de alcance hasta un kilómetro y medio aproximadamente.
Estos drones, Matrice 300 RTK, tienen focos acoplados de largo alcance visual, pistola inhibidora de frecuencia, detectores Aerocop de presencia de vehículos aéreos (aeronaves no tripuladas), sensores de obstáculos de seguridad y sensores infrarrojos.
Su misión principal será complementar la vigilancia, seguridad y protección de la frontera, tanto en el ámbito terrestre de unos 11,5 kilómetros como los 7 kilómetros del marítimo.
La Guardia Civil recalca el “aporte valioso” que supondrán para la localización de migrantes que tratan de acceder de forma irregular por vía marítima, bien a nado, en embarcaciones o a pie, agazapados o desde el mar por las escolleras sitas en los diques norte y sur.
Se trata, subraya el instituto armado, de “lugares peligrosos por sus características físicas, en los que ponen en riesgo su vida e integridad física, contribuyendo la localización a su aseguramiento, auxilio y rescate”.
La operatividad de estas aeronaves no tripuladas aportará “una dimensión muy cualificada y valiosa” para la Guardia Civil, ya que su tecnología permite obtener imágenes y su conexión en directo con el Centro Operativo de Servicios (COS), desde donde se dirigen todas las unidades y servicios de la Comandancia.
La Guardia Civil ha recibido estos drones en un escaso margen de tiempo para la necesaria formación y habilitación de los operadores de estas aeronaves no tripuladas, formación realizada con la colaboración de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea –AESA- y la empresa ENAIRE, perteneciente al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana, encargada de la gestión de la navegación aérea en España y que mide la densidad del tráfico aéreo, entre otras.