Dos vehículos VTC, de marca Lexus y Mercedes, llevan meses trabajando en Melilla con una buena acogida, según ha indicado su propietario, Santiago Cruz, sobre todo teniendo en cuenta que sólo están haciendo publicidad en Facebook e Instagram. Por su parte, el presidente de Unitaxi Melilla, Mohamed Lamrani, ha criticado la concesión de las licencias por parte de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad, ya que no existe un reglamento que las regule, como sí sucede con el sector del taxi. “¿Dónde está el reglamento que les regule el precio, cómo tienen que trabajar o qué coche tienen que meter?”, se ha preguntado Lamrani, quien lamenta que la Ciudad Autónoma acepte “un coche matriculado en 2014 y una furgoneta que funciona con motor de combustión” cuando a ellos se les exigen vehículos híbridos o eléctricos. En este sentido, Cruz ha señalado que lo del reglamento "no tiene nada que ver", ya que, en su momento, tampoco había reglamento para el taxi y se estuvieron sacando licencias. Además, Lamrani ha remarcado que los precios de la carrera mínima -10 euros frente a 3,40 euros del taxi- son muy diferentes. Igualmente, ha recordado que estos dos vehículos VTC no tienen la aplicación Uber porque no se cumple con el porcentaje de una VTC por cada tres taxis en el territorio marcado por la ley. Sin embargo, según ha confirmado Cruz, en realidad no se trata de un servicio mínimo, sino que lo que se ha puesto es una especie de tarifa plana de 10 euros independientemente de adónde sea el trayecto. Además, para los viajes de ida y vuelta –por ejemplo, al médico-, hay un importe prefijado de 12 euros, mientras que los servicios nocturnos o aquellos considerados especiales son concretados entre él y el cliente. En cualquier caso, Lamrani considera que las VTCs “no pueden competir con el taxi de ninguna manera” y ha puesto como ejemplo que Cruz no podría poner ocho coches en el hotel Melilla Puerto un día cualquiera a las ocho de la mañana, como sí se puede hacer con los taxis. Por otra parte, el presidente de Unitaxi Melilla ha recordado que la concesión de las licencias de VTC fue rechazada en el año 2018, cuando Manuel Ángel Quevedo era el consejero de Medio Ambiente porque, según dijo éste en su momento, “las empresas que enviaron la documentación no tenían un interés en montar el servicio en la ciudad”. Anteriormente, las licencias concedidas a VTC se podían trasladar a cualquier punto del territorio nacional, mientras que, a partir de la nueva ley creada por el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, solamente se requiere que un porcentaje de la facturación corresponda a la ciudad en la que se obtiene la licencia. El servicio de VTC funciona con la contratación previa de un servicio para un día y una hora en concreto. Se puede realizar mediante llamadas telefónicas directas o con citas a través de su página web de Facebook o Instagram. Por el momento, según Cruz, el trayecto más demandado es el del aeropuerto, aunque también está recibiendo peticiones para transporte a determinados eventos o similares. A su parecer, el servicio de VTC es “más exclusivo y personalizado” que el del taxi, ya que son los clientes quienes marcan el día y la hora y quienes avisan con antelación de las condiciones que quieren. Además, según afirma, tienen “algunos detalles con los clientes”, a quienes se ofrecen botellines de agua o sillas para niños pequeños, o incluso mascarillas, en caso de que no algún pasajero no la lleve. Así, ha reiterado este granadino, por ahora se encuentra “muy satisfecho” con la acogida que ha tenido en la ciudad autónoma, “mejor de lo esperado”, y por los comentarios que la gente está realizando al respecto en las redes sociales, ya que le hacen sentirse “muy arropado”.