El HOTEL TRYP MELILLA PUERTO acogió ayer el VI Foro Empresarial de Melilla, que contó con la presencia de dos ilustres que, en su momento, formaron parte del Gobierno de España y tuvieron en sus manos responsabilidades económicas, por lo que resultó interesante escuchar sus reflexiones.
La ex ministra de Empleo y Seguridad Social en la época de Mariano Rajoy, Fátima Báñez, dejó claro que existe en la actualidad una situación de “incertidumbre” que no sólo tiene que ver con lo que sucede en el panorama local o nacional, sino que también está relacionado con lo que sucede fuera de nuestras fronteras, con la reciente victoria de Donald Trump, la próxima renovación de la Comisión Europea o las inminentes elecciones del país más poderoso de la Unión Europea (UE), que no es otro como Alemania.
Si a todo ello le sumamos la guerra de Ucrania o el conflcito de Gaza, las perspectivas no son las mejores y, como todo el mundo sabe, cualquier empresa que quiera apostar por invertir lo que busca, en primer término y por encima de todo, es estabilidad.
Una estabilidad, por otra parte, y referida a Melilla concretamente, que hace muchos años ya que no se tiene, desde que Marruecos cerró, primero, la aduana en 2018 y luego, en 2020, la frontera, que desde que se abrió no ha vuelto a ser lo mismo. No ya en términos de esperas o de necesidad de presentar documentación, sino también a nivel económico, con ese régimen de viajeros que sigue siendo unidireccional pese a las buenas intenciones del Gobierno central, que todavía no ha conseguido que Marruecos ceda y la frontera sea una como cualquier otra en el mundo.
De ello habló precisamente otro ex ministro, Jordi Sevilla, quien, durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, dirigió la cartera de Administraciones Públicas. Sevilla dijo claramente lo que muchos melillenses piensan, que no es otra cosa que, si Marruecos no quiere abrir la aduana, por lo menos hay que forzarlo –y eso no lo puede hacer nadie más que el Gobierno central– a que admita que los ciudadanos puedan pasar mercancías en ambos sentidos.
Mientras tanto, la Ciudad Autónoma hace lo que puede dentro de sus competencias y Marín anunció que, con vistas a los Presupuestos Generales de la Ciudad para el año que viene, se proporcionará un apoyo “sin precedentes” a las empresas.
Esa es la situación actual, pero, mientras no rememos todos juntos en la misma dirección, da la sensación de que poco habrá que hacer por muchos esfuerzos que se hagan de una y otra parte.