Las donaciones privadas permiten dar al Banco de Alimentos productos distintos

El Banco de Alimentos no para de trabajar ni una semana, pero lleva varias trabajando para recopilar el mayor número de alimentos y que sean diferentes con el objetivo de hacer llegar a las familias que reciben esta ayuda una bolsa de comida lo más completa posible en este mes sagrado de Ramadán. Esto se puede hacer gracias a las donaciones privadas que aún siguen llegando por transferencia o bizum. Ese dinero permite comprar esos alimentos que no llegan por otros lado, como la UE, y que, por ejemplo, sería la harina. Además, cuentan con la solidaridad de otros Bancos de Alimentos, sobre todo, de Andalucía y de Madrid, que les ha permitido llenar las estanterías de productos para estos días.

El presidente de la entidad, Pedro Paredes, explicó a El Faro que hace unos días llegaron 11.000 kilos de patata. No es sencillo recibir donaciones de productos frescos a nivel nacional, pero se luchó para recibirlas con el objetivo de contar con este alimento para la ‘Campaña de Ramadán’.

En realidad el Banco de Alimentos de Melilla está de forma constante aportando productos a las familias necesitadas, pero es cierto que se ha hecho un esfuerzo desde la entidad por contar con productos diferentes y que completen las ‘cestas’ que reciben las familias en este mes sagrado.

Otros bancos

Asimismo, se ha llamado a los Bancos de Alimentos de Madrid y a casi todos los de Andalucía para llenar las estanterías de la sede melillense. Gracias a esa solidaridad han llegado 30 palés de alimentos básicos. Estos productos se están entregando a las familias desde la semana pasada.

Paredes aseveró que todos los Bancos de Alimentos del país tienen problemas y demandas enormes de personas que piden ayuda. Sin embargo, explicó que es más difícil que Melilla reciba excedentes de industrias de la alimentación. Por ello, son otras entidades las que reparten esa solidaridad que ellas reciben.

Melillenses solidarios

Y además hay una tercera vía para conseguir llenar las estanterías del Banco de Alimentos de Melilla. Se trata de la compra de productos que se puede realizar gracias a las donaciones de dinero que han hecho los ciudadanos y que siguen haciendo a diario a través de las transferencias bancarias o de bizum.

Paredes aseveró que hay melillenses que aún siguen recibiendo donaciones desde que hicieron la difusión de esta nueva vía de colaboración en la campaña de Navidad. Este dinero permite adquirir para completar las ‘cestas’ de las familias. ¿Qué se ha comprado con ese dinero? Pues algo tan básico y tan demandado como la harina o también té y café.

Esos productos no vienen nunca entre los básicos, aunque son de primera necesidad también para las familias.

Por el momento se han hecho llegar unos 30 palés de alimentos a todas las asociaciones y se seguirá repartiendo todo lo que llegue.

Paredes explicó que el trabajo del Banco de Alimentos es constante cada semana, pero es cierto que, como en Navidad, se ha querido aportar algo más en las bolsas que reciben las familias para que puedan vivir este mes sagrado de Ramadán de una forma especial.

Son 14 las entidades benéficas que logran hacer llegar todas estas bolsas con comidas a las familias que precisan de ellas.

Asimismo, Mercadona sigue entregando productos perecederos al Banco de Alimentos que permiten completar los lotes diarios que se reparten.

Todas esas actuaciones solidarias han permitido que esta entidad tenga alimentos suficientes en estos momentos.

Y al margen de todo esto, no ha cesado tampoco el reparto a familias que precisan una ayuda de urgencia y que se hace en colaboración con los Servicios Sociales.

Alimentos en la puerta de casa

Los centros de Servicios Sociales de los diferentes barrios son los encargados de llamar al Banco de Alimentos para que haga repartos muy específicos a familias que precisan de la ayuda de forma urgente. A diario la furgoneta de esta entidad sale para llevar esas bolsas con productos de primera necesidad a estos ciudadanos que están repartidos por todos los barrios de Melilla.

Paredes explicó que hay familias que nunca habían recurrido a esta entidad y ahora la necesitan durante un tiempo hasta que les llegan las ayudas de las diferentes administraciones. La crisis sanitaria ha provocado una crisis económica que está dejando a muchos sin recursos para poder alimentar a sus familias.

La media de reparto de los alimentos de puerta a puerta, esa ayuda que se da con carácter de emergencia, se hace con entre 8 e incluso 10 familias al día. A muchas de ellas ya no hay que volver a ayudar porque reciben las aportaciones de las administraciones, pero si no cuenta con ella con el paso de los días, se las vuelve a visitar y a donar productos.

Objetivo

De hecho, el reto del Banco de Alimentos, su objetivo principal y su meta más importante, es atender lo más rápido posible a las familias necesitadas. Para lograr que las familias en riesgo de exclusión tengan esta ayuda de forma inmediata, está la coordinación con los Servicios Sociales, añadió Paredes.

Asimismo, los productos que se aportan en las bolsas se intentan que sean diferentes y que cubran necesidades nutricionales, no solo con alimentos no perecederos, sino y sobre todo, con los perecederos. De hecho, este año se han repartido ya 10.000 kilos de plátanos y el pasado año fueron 60.000 kilos. Por ello, la demanda se sigue haciendo a los agricultores de Canarias para que puedan llegar más kilos a la ciudad.