Este año, la fiebre por Halloween ha alcanzado su punto álgido, y entre brujas, vampiros y zombis, un personaje destaca sobre todos los demás: Bitelchús.
Con su característico traje a rayas, el icónico fantasma ha conquistado a miles de personas en Melilla, y según Alejandro Alonso, propietario de la tienda Embrujadas, el disfraz de este personaje se agotó en solo tres días después de ponerse a la venta. A dos días de la noche más espeluznante del año, quienes buscan recrear el peculiar look de Bitelchús tendrán que ser creativos o buscar alternativas, ya que será imposible encontrarlo en la ciudad.
“Como todos los años, hay clásicos que no cambian, pero la novedad de este año es Bitelchús y es el que más buscan los melillenses”, comenta Alonso. Un disfraz que voló en todas sus versiones, tanto de hombre y mujer como de niño.
Asimismo, todos los disfraces que tienen que ver con el mundo del director Tim Burton o Cazafantasmas han sido muy demandados este año, debido a que muchos centros escolares han optado por estas temáticas para sus fiestas.
"También se han llevado mucho clásicos como la familia Adams, en especial de Miércoles o de Morticia, vampiros o payasos", resaltó. Un furor que ha hecho que a estas alturas de la semana no quede ni un solo disfraz de estos personajes.
Este Halloween es especial para Embrujadas, que celebra 20 años siendo un referente en disfraces y decoración en Melilla. La tienda ha ampliado su espacio y ha recreado una auténtica atmósfera de horror para recibir a sus visitantes en el nuevo local al que se mudaron hace unos meses en la calle O´Donnell.
"Con el cambio de local, quisimos hacer algo grande", reconoció Alonso y parece que lo han logrado. Nada más entrar en la tienda, nos encontramos con una muñeca de la niña de la famosa película 'El exorcista' que recrea la mítica escena de la bajada por las escaleras. Un personaje con vida propia que ha sido muy demandado. Tanto, ya que únicamente cuentan con la de exposición. Las demás se vendieron enseguida.
El escenario se ha convertido en un reclamo visual que invita a los melillenses a entrar y sumergirse en un mundo de fantasía y horror.
Las ventas de decoración también han alcanzado niveles récord. Según Alonso, monstruos colgantes como Catrinas, vampiros y brujas han sido los más solicitados. Elementos más grandes y realistas, como una figura de la novia cadáver a tamaño real, una niña de pozo animada y calaveras de distintos estilos, que han sido tan populares que, como el disfraz de Bitelchús, están completamente agotados. “La gente cada vez quiere más detalles para ambientar sus espacios. Hemos vendido de todo, y ya casi no queda nada”, comenta el propietario de la tienda.
Otro aspecto destacado de este Halloween es la decoración. Embrujadas ha vendido figuras animadas, fuentes de humo, calaveras y otros elementos que aportan un ambiente escalofriante. "Las personas quieren que sus espacios se transformen, que reflejen el espíritu de Halloween. Es casi como si estuvieran creando un set de película en sus propios hogares", explica.
Halloween ha evolucionado y ya no es solo una fiesta para niños; los adultos son, según Alonso, quienes más disfrutan esta festividad. "Los adultos son los que quieren Halloween en condiciones, con un maquillaje y caracterización que los haga irreconocibles", afirma.
Este año, se ha notado un aumento en la cantidad de fiestas temáticas organizadas en restaurantes y otros espacios. “Muchos restaurantes han apostado por menús especiales y decoración de Halloween. Todos vendrán disfrazados, por supuesto, pero no podemos revelar los detalles”, añade entre risas.
Asimismo, destaca que la demanda de disfraces y decoración ha crecido con fuerza en los últimos años. Cada vez más personas se suman a la celebración, ya sea en familia o con amigos. Incluso, varios grupos de amigos han alquilado casetas para organizar sus propias fiestas de Halloween.
Este creciente entusiasmo por la festividad también se refleja en el interés por maquillaje y efectos especiales de alta calidad, como látex, sangre coagulada y heridas falsas, productos que en Embrujadas se han convertido en un éxito de ventas.
Si bien los niños continúan disfrutando de la tradición de “truco o trato” en sus barrios, los adultos parecen ser quienes más invierten en disfraces detallados y en decoraciones elaboradas.
La moda de “disfraces en condiciones”, como los define el propietario, ha llevado a Embrujadas a considerar incluso la idea de ofrecer talleres de maquillaje en el futuro. "Los clientes nos han pedido cursos de caracterización. No está en nuestros planes inmediatos, pero no lo descartamos, quizás en un futuro", confiesa.
Este año, el maquillaje profesional y los efectos especiales han cobrado un rol protagónico, ya que los clientes buscan personalizar su apariencia para que los demás no los reconozcan. Alonso comenta que las heridas de látex y la sangre artificial están entre los productos más solicitados, especialmente entre aquellos que buscan encarnar personajes más aterradores o detallados.
Con la cuenta regresiva en marcha y las calles de Melilla listas para llenarse de fantasmas, monstruos y, por supuesto, de Bitelchús, la ciudad se prepara para una de las noches más escalofriantes de todo el año.
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