Los triglicéridos son moléculas compuestas por tres ácidos grasos, que constituyen la principal forma de almacenamiento de energía en el cuerpo humano. Estas grasas son transportadas por la sangre a través de lipoproteínas y provienen principalmente de los ácidos grasos absorbidos a través del intestino a partir de los alimentos que consumimos.
Las principales funciones de los triglicéridos son el almacenamiento de energía, que es proporcionada al cuerpo cuando es necesaria, el aislamiento térmico, ya que ayudan a mantener el cuerpo caliente, o la protección de los órganos internos. A pesar de que estas moléculas tienen beneficios para el ser humano, tener unos niveles altos de triglicéridos en sangre suponen un factor de riesgo importante para la salud cardiovascular.
Se consideran valores altos de triglicéridos (hipertrigliceridemia) cuando la persona tiene un nivel superior a 150 mg/dL.
Existen numerosas variables que afectan a los niveles de triglicéridos. Entre ellos la alimentación, el sobrepeso, el sedentarismo o ciertas condiciones médicas, así como ciertos medicamentos que los aumentan. Por esta razón, El Faro ha consultado a la experta en nutrición Marta López Ortuño. La dietista ha aportado numerosos consejos de alimentación a los lectores de este diario.
En primer lugar, la dietista recalca la importancia de seguir una dieta saludable que incluya alimentos que ayuden a reducir los niveles de grasa en la sangre. Por este motivo, la experta en nutrición aconseja a las personas que padezcan hipertrigliceridemia enfocarse en una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, legumbres y pescado rico en ácidos grasos omega-3, como son el salmón, la trucha y el atún.
"Estos alimentos pueden ayudar a reducir los triglicéridos. Es importante limitar el consumo de grasas saturadas y trans, presentes en alimentos fritos, procesados y carnes grasas, así como reducir la ingesta de azúcares añadidos y carbohidratos refinados", aclara Marta López Ortuño.
En este sentido, cabe recordar que los carbohidratos refinados son aquellos que han sido procesados para eliminar la fibra, el salvado y algunos nutrientes. Entre este tipo de productos se encuentran el pan blanco, los cereales azucarados, galletas, pasteles, los zumos de brick, las patatas fritas, los refrescos, la comida rápida y los productos ultraprocesados en general.
En cuanto a las grasas saturadas, se encuentran en carnes como la de res, cerdo, pollo con piel, salchichas o tocino. También en aceites como el de coco o el de palma, así como la mantequilla.
Además de todas estas recomendaciones sobre alimentación, destaca que es fundamental mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol.