Diccionario para una pandemia (Tomo VII-I)

Queridísimos. Yo no sé si esto va a acabar alguna vez, lo digo porque aquí van aumentando los tomos y no veo luz alguna tras el túnel, al revés, pasan las horas, pasan los días y lo veo todo igual.

La Semana Santa ha pasado, miles de conciudadanos se han ido ‘a las citas médicas’ que tenían concertadas en las acreditadas clínicas de Málaga, los mismos han regresado y ya veremos qué ocurre.

Porque ocurrir, ocurrirá.

Todo a nuestro derredor no invita al optimismo, lo cierto es que el personal está harto de restricciones y de controles y me parece que cualquier día se amotina.

Por menos, estalló el motín de Esquilache.

La señora Darías es un mar de contradicciones y los vacunados con la Astrazeneka, están en un sin vivir, entre tantas malas noticias, tantas incertidumbres y tantas trombosis, pido al Señor que se las depare buena.

Las hordas se hacen dueñas de las calles y eso que queda un largo trecho para la ‘batalla de Madrid’, la cosa pinta mal para la convivencia entre nosotros. Miedo dan.

Vayamos al lío.

Cara de Kamikaze

En realidad, el término es de origen japonés y significa "viento divino".

Al cambio, por estos páramos, es sinónimo de persona muy temeraria o arriesgada, así eran, o al menos eso decían, los pilotos suicidas que efectuaban ataques contra las embarcaciones de la flota de los Aliados, en la Segunda Guerra Mundial, estos pilotos pertenecían a una unidad especial de la Armada Imperial Japonesa.

Viene todo esto a cuento, porque un kamikaze es, en efecto, el otrora prestigioso abogado del estado, don Edmundo Bal, devenido en pasante del gobierno filocomunista que nos aflige.

Don Edmundo tiene valor sobrado para presentarse en la "batalla de Madrid”, encabezando las mesnadas escuálidas de una tribu en descomposición.

A don Edmundo ya se le está poniendo cara de kamikaze y solo queda verlo atacando en el imaginario avión electoral a los aliados que se les oponen, le deseo mucha suerte porque la va a necesitar.

Arriba las ramas

Por increíble que parezca, el título de esta entrada es el de un ‘colectivo ecologista’ que se dedica a enarbolar y recuperar partes deforestadas de España, con flora autóctona, dichos esforzados paladines forestales participaron en una manifestación que tuvo lugar en Madrid el pasado día 21 de marzo.

Los manifestantes clamaban “por la dignidad de las plantas”, junto a los de arriba las ramas, participaron Ecologistas en Acción, Entorno Meaques, Mesa del Árbol de Carabanchel, Red de Huertos Urbanos, Salvemos la Casa de Campo, Stop Ecocidio y Trepa.

Los nombres los he extraído de la convocatoria, no vayan a creer que son invenciones mías, no se produjeron incidentes ni se tiraron piedras, lo que visto lo visto es un adelanto en los tiempos que corren, deberían haber invitado para que copiaran el ejemplo a Monedero, Echenique, Iglesias, Montero, Belarra, en fin, a todas esas buenas gentes....

Visionario feminista

La señora Montero, sedicente ministra de Igualdad, quiere hacer un “visionado feminista” (sic), de la programación de las cadenas de televisión, incluidas las privadas.

Con tanta monserga, lo que creo es que doña Irene quiere controlar ¡aún más!, los programas de televisión.

Como sabemos, las cadenas de televisión son, en general, un horror, y todas bailan al son que les toca el Gobierno. Doña Irene, como buena comunista, es insaciable y aspira a más, me pongo en lo peor conociendo las andanzas de todo tipo de la señora.

Servicios Penitenciarios del Estado

El eufemismo es de Gutiérrez, servidor, lo saco, a colación, para dar satisfacción a los que dicen que empleo evasivas, para referirme a la realidad que nos rodea.

En los tiempos de mis correrías políticas, era esa una frecuente ‘acusación’ que me hacían los lamerrabeles de mi formación política, para trepar en los árboles de las mamandurrias, menos mal que me defendí hasta donde pude.

Lo saco también a colación para evitar decir ‘cárcel’ o ‘prisión’, que es donde el señor Iglesias quiere enviar a la señora Díaz Ayuso, en el caso de que sus hordas (las del señor Iglesias), ganen la ‘batalla de Madrid’. El patio esta así y don Pablo se descara cada día más, desde luego no diremos que no avisa.

Tonto intenso

Saco este concepto al ver los ataques que la señora Díaz Ayuso está sufriendo en las redes sociales a cargo de las hordas podemoides, en realidad es un concepto que tengo que añadir a mi clasificación de tontos.

Pensaba otras terminologías para referirme a las excrecencias de Twitter, pero he preferido agruparlas en el término este de ‘tonto intenso’, creo que soy benévolo al incluirlas en el pelotón de los tontos, porque su mala sangre merecería otra cosa peor. ¡España y yo somos así!, que diría don Eduardo Marquina en boca de un personaje de “En Flandes se ha puesto el sol”.

Tonto Intermitente

He ideado este término para incluir a nuevos especímenes y cultivadores de la tontería, son semejantes a los intermitentes que utilizamos en los coches cuando vamos hacia la derecha o la izquierda.

El tonto intermitente se comporta así, hace giros hacia un lado y a otro, sobre todo en la esfera política y siempre para conservar gabelas, sinecuras y mamandurrias, se llaman, asimismo, liberales o centristas.

Como son legión (eso dicen), no voy a poner ningún ejemplo para evitar disgustos, que bastantes nos han dado Illa (el de las mascarillas y vacunillas) y el disoluto Simón, causantes directos de la hora de impiedad que nos invade.

Bueno, pues a ver cómo avanza todo esto, auguro que es un no parar.

Que no le falte agua al elefante.