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Los presuntos terroristas fueron arrestados en Tánger y Meknés y se les confiscaron armas blancas
La Policía marroquí desmanteló ayer una célula terrorista compuesta por siete supuestos yihadistas que planeaban incorporarse a las filas del llamado grupo Estado Islámico (EI), según informó el Ministerio marroquí de Interior.
La misma fuente explicó, a través de un comunicado oficial, que los presuntos yihadistas fueron detenidos en las ciudades de Tánger, al norte del país, y Meknés, en el centro, y serán presentados ante la justicia una vez completadas las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía.
Asimismo, la Policía confiscó equipos electrónicos, armas blancas y libros y manuscritos de apología a la ideología extremista, precisó la nota.
El comunicado añadió que los detenidos tenían la intención de perpetrar ataques “contra la seguridad de las personas y los bienes” en el país magrebí, sin dar más precisiones.
Sin atentados
Marruecos no ha sufrido ningún atentado terrorista desde mayo de 2011, antes de que estallara la guerra en Siria y se formase el autoproclamado Estado Islámico.
Los desmantelamientos de supuestos comandos terroristas son frecuentes en todo el territorio, y son llevados a cabo por el Buró Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ), un organismo policial antiterrorista creado en 2015 y que desde su fundación ha logrado desarticular medio centenar de lo que presenta como células terroristas, diez de ellas el pasado año. Esta oficina sigue de cerca cualquier indicio de radicalización que pueda suponer un lazo con el autodenominado Estado Islámico u otros grupos.
El Ministerio de Interior marroquí señaló que a finales de 2017 más de 1.600 marroquíes luchan en las filas de grupos yihadistas, 929 de ellos lo hacen en el EI.