El marroquí nativo de Nador sospechoso de terrorismo que permanece detenido en Marruecos residió más de diez años en España, donde se radicalizó, y entre sus objetivos se encontraban Melilla, la Embajada de España en el país vecino e instituciones marroquíes, según informó ayer el director de la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ, por sus siglas en francés), Abdelhak Khiame, en una entrevista concedida en el medio digital ‘Le 360’
El responsable de la oficina marroquí, encargada de la lucha antiterrorista, hizo un repaso a la colaboración entre España y Marruecos y destacó que esa cooperación debería extenderse al campo religioso.
Khiame resaltó que el detenido de Nador, de 28 años, “no guarda relación con la célula de Barcelona”, aunque había vivido diez años en España, donde el jefe policial asegura que el arrestado se radicalizó, tras ser sometido a un “lavado de cerebro”, antes de regresar a Marruecos .
El responsable concretó que la investigación ha revelado que “no solo juró fidelidad al Daesh” (el autodenominado el Estado Islámico, que se atribuyó los atentados de Cataluña), sino que “alimentó también proyectos terroristas”.
A través de las redes sociales, “intentó recrutar a otras personas” y había entrado en contacto con dirigentes del Daesh para obtenir ayuda logística, según detalló el jefe policial. Entre sus objetivos, figuraban Melilla, la Embajada de España en Marruecos e instituciones marroquíes.
En cuanto a la cooperación entre España y Marruecos en materia de lucha contra el terrorismo, Khiame la definió como “un verdadero ejemplo a seguir por otros países” aunque advirtió de que “no es suficiente”.
A su juicio, España debería haber aprovechado la experiencia de Marruecos, que desde el año 2003 lleva controlando las mezquitas para hacer frente a los discursos radicales. En este sentido, recordó que la célula de Barcelona fue radicalizada en una mezquita “anárquica, no vigilada, y por una persona que no tenía derecho a predicar”.
En el marco de esa colaboración entre ambos países, Khiame explicó en la entrevista que en Marruecos se han llevado a cabo numerosas investigaciones centradas en personas que tenían relación con los miembros de la célula de Barcelona pero solo permanece detenido el joven de Nador.
En cuanto a los orígenes marroquíes de los miembros de la célula de Barcelona, el director de la BCIJ hizo hincapié en que todas las personas implicadas “en estos tristes acontecimientos” partieron a España muy jóvenes, “antes de los siete años”.
Educados en Occidente
“Todos se radicalizaron en España”, aseguró, añadiendo que este proceso se produjo a través de una persona residente en nuestro país y en una mezquita, en alusión al imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty. El responsable se preguntó por qué estos jóvenes, criados en Occidente, se han radicalizado.
“Lo más sorprendente, es el tiempo extremadamente corto durante el cual estas personas han sufrido un lavado de cerebro por el imán Es Satty”, apuntó. “El terrorismo no tiene ni nacionalidad ni religión dado que está en contradicción total con los valores de paz inherentes al Islam”, recalcó.
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