Un inmigrante, de los 18 que saltaron ayer por la mañana la valla de Melilla, ha sido detenido. Se le acusa de un delito de agresiones y atentado a la autoridad. En principio se le achacan las heridas sufridas durante el asalto al perímetro fronterizo por un guardia civil y una mujer que entraba en la ciudad por el paso fronterizo de Beni Enzar.
La Delegación del Gobierno asegura en una nota de prensa que la “violencia y beligerancia” de los inmigrantes hacia las Fuerzas Auxiliares Marroquíes y la Benemérita fue la nota predominante durante el salto que tuvo lugar en torno a las 7:40 horas de ayer.
Desde el organismo que dirige Abdelmalik El Barkani explicaron ayer que la mujer lesionada tuvo que ser atendida en el Comarcal de una herida inciso-contusa en el cráneo. En el hospital de Melilla le practicaron dos puntos de sutura y luego le dieron el alta.
Por su parte, el agente de la Guardia Civil fue, según la Delegación del Gobierno, atacado por un inmigrante con uno de los garfios o tornillos que los subsaharianos utilizan para sortear la malla antitrepa que protege la valla.
El guardia recibió heridas leves en el abdomen y sufrió “destrozos en el uniforme”.
Heridas graves
Pero no fueron los únicos que necesitaron atención médica. También tuvieron que ser atendidos dos subsaharianos. Uno ya ha sido dado de alta, pero el otro está más grave, con heridas contusas en la cara y posibles fracturas de huesos faciales. A esta hora continúa ingresado en el Hospital Comarcal.
También tuvo que ser atendido un policía nacional que intervino en el salto a la valla y que se causó lesiones de forma fortuita.
Otro salto por Farhana
El salto de ayer, que obligó a cerrar la frontera de Beni Enzar entre 45 minutos y una hora, se produjo al mismo tiempo que se estaba frenando otro por la zona de Farhana. En este último caso, intentaron entrar en Melilla 20 inmigrantes, que no pudieron acercarse al vallado fronterizo porque se lo impidieron las Fuerzas Auxiliares Marroquíes.
Según la Delegación del Gobierno, en los últimos días Melilla ha sufrido una “intensa” presión migratoria.
En el asalto de ayer por Beni Enzar participaron un centenar de inmigrantes. Al mediodía, 12 fueron recibidos en el CETI al grito de ¡Bosa, bosa!
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