Derrota injusta del filial

La Unión Deportiva Almería B aprovecha siete minutos mágicos para hacer tres goles y llevarse un excesivo premio del feudo melillense.

El fútbol es así de caprichoso e injusto algunas veces. Es cierto que si el partido hubiera acabado en tablas nadie se habría rasgado las vestiduras, pero si en la tarde de ayer hubo un equipo que mereciera más la victoria ese fue el conjunto que dirige Aloisio.

A pesar de la derrota, la escuadra ribereña sigue situada fuera de la zona peligrosa de la clasificación. La afición supo reconocer el esfuerzo de los jugadores despidiendo al equipo entre aplausos, y es que los de Aloisio lo dieron todo en el campo sobre el que apenas se notó que el de ayer era el tercer partido que afrontaban en apenas seis días.

El encuentro resultó vibrante desde el pitido inicial. Los primeros veinticinco minutos fueron de pelea continua entre dos equipos que trataban de coger las riendas del juego sin conseguirlo, pero a partir del ecuador del primer acto serían los anfitriones quienes se hicieron con la iniciativa del juego, que en ocasiones fue brillante con acciones combinativas al primer toque y entradas continua por las bandas tanto de Farid y Braim por la derecha como de Meyid y Hamin por la izquierda. Todo ello empujado por un centro del campo de altura con Borja y Sidi en plan estelar, y un Chivi que peleó lo indecible en la punta de ataque.

Fatah pudo adelantar al River al cabecear un centro de Javi Rosa al segundo palo, poco después, pasada la media hora, la mala fortuna impidió que el 1-0 subiera al marcador. Meyid se marchó de cuantos le salieron al paso hasta plantarse ante Casitas, que despejó en primera instancia, el rechace lo remató Hamin y el meta volvió a evitar el tanto despejando en corto y la pelota cayó a los pies de Fatah que disparo ajustado al palo.

Cuando apenas faltaban cuatro minutos para el asueto, los locales protagonizaron otra magnífica acción colectiva al primer toque que acabó con disparo de Javi Rosa dentro del área. La pelota golpeó en la mano de un defensor y el árbitro, muy cerca de la jugada, no dudó en señalar el punto fatídico que Sidi se encargó de transformar con tranquilidad.

El gol dio alas al River y, casi a renglón seguido, Braim se inventaba una jugada de play-station en la banda derecha. El exterior se marchaba de su marcador y dibujaba un pase perfecto al segundo palo donde aparecía Chivi para cabecear a placer, pero la pelota era rechazada por el palo derecho del portal rojiblanco (ayer de amarillo) ante la incredulidad de la grada, por lo que al entretiempo se llegaba con ventaja mínima de los locales.

El descanso, que llegó en pleno acoso de los melillenses, sentó mejor al Almería. El equipo de Fran Fernández saltó al sintético federativo más enchufado si cabe, pero se topó con una defensa muy sobria y segura que no dio opciones.

El River pudo dejar encarrilado el partido al filo de la hora de juego. En el 58' Sidi habilitó a Chivi con un pase interior que dejaba al '9' ribereño solo ante Casitas, pero su disparo cruzado se estrellaba en la base del palo izquierdo y regresaba al campo en lugar de acabar en la red. El rechace lo recogía el propio Chivi, pero el arquero almeriense volvía a evitar el tanto hasta que en última instancia la defensa despejaba el peligro.

Y lo que suele pasar en el fútbol. Una vez más se pasó del posible 2-0 al empate a uno. Gaspar penetró por banda derecha y centró al corazón del área donde apareció el recién incorporado Sillero para, de perfecto testarazo, enviar el cuero al fondo de la red melillense.

La salida del goleador rojiblanco dio otro aire al juego ofensivo de los visitantes. Tan solo tres minutos después, el central Garrido cabeceaba totalmente solo en el segundo palo una acción a balón parado iniciada desde el banderín de córner. La UD Almería B había dado la vuelta al marcador con dos acciones aisladas en la que demostró una gran efectividad de cara al gol.

La alegría le duró poco a los almerienses puesto que la reacción de los locales fue casi inmediata. Farid subió por la banda derecha y centró una pelota al área que Hamin, cabeceó en plancha a la red. Un auténtico golazo que la grada celebró con gran algarabía.

Sin embargo, la cosa no quedó ahí. El filial almeriense aprovechó un desajuste de la zaga ribereña para adelantarse de nuevo en el electrónico. Sillero aumentaba su cuenta particular al cabecear un centro desde la derecha de Navarro.

A partir de ahí, el River no cesó en la búsqueda de recuperar al menos un punto. Pudo conseguirlo en remates de Pelu y de Bilal, pero el marcador ya no se movió.