“Dentro de dos o tres años el agua que consumiremos será toda de la desaladora”

Segundad parte de la entrevista publicada con el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, donde analiza todo el ciclo integral del agua, tanto la desaladora, como la red de ­abastecimiento, la red de saneamiento, la depuradora y otras actuaciones medioambientales que se están llevando a cabo. Está preocupado con las inversiones que con fodos europeos debe ejecutar el Gobierno central y que ya estaban programadas y presupuestadas por el Ejecutivo de Rajoy.

-¿Cómo va el tema para la construcción del nuevo ­módulo?

-Me reuní con el director general de Aguas en cuanto tomó posesión porque en el mes de junio del año que viene termina el plazo de concesión y era el tiempo que teníamos previsto para comenzar las obras a la vez que un nuevo contrato para la explotación. Ampliar la desoladora con una empresa construyendo y otra distinta gestionándola es algo muy complejo. Pero, desde luego, la idea es que en el nuevo contrato se establezca la construcción del nuevo módulo y la explotación de la desaladora. El proyecto está hecho, los pliegos están redactados y lo único que queda es que nos propongan un convenio entre la Ciudad Autónoma y la Dirección General de Aguas porque es preceptivo. Finalmente quien la paga es la Ciudad Autónoma. Todavía no me ha llegado y le estoy dando prisas porque necesito que la Dirección General de Aguas me explique como se ­encuentra la situación, porque estamos hablando de una ­inversión que tiene fondos europeos. Espero que después de dos meses desde que tomó posesión se ponga decididamente a trabajar en la adjudicación del mencionado contrato. Pero si le soy sincero ahora mismo comienza a preocuparme porque todavía no me han enviado el borrador del convenio.

-¿Qué parte del agua que se consume en Melilla viene de la desoladora?

-El agua que proviene de la desaladora viene a ser el 50% de lo que consumimos. El consumo diario de Melilla es de unos treinta y ocho mil euros y la desoladora nos da unos veinte mil metros cúbicos diarios. Es un agua de una excelente cantidad y luego, la procedente de Marruecos. El resto de lo que consumimos sale de pozos que están al límite y están muy salobres. Eso hace que al unir el agua de la desoladora con el agua de los pozos no sea de una gran calidad. La ampliación de la desoladora, que pasaría de veinte mil a treinta mil metros cúbicos diarios, más las medidas que estamos adoptando para reducir el consumo provocarían que casi todo el agua que se consuma venga de la desoladora. Pero otra medida también muy importante para la reducción es, por ejemplo, la actuación de la colocación de una tubería que hemos puesto debajo del carril bici que nos trae agua depurada hacia el Parque Hernández y el Parque Lobera para evitar que las zonas verdes de la ciudad las tengamos que regar con agua potable. Al regar con agua depurada, por supuesto, intentamos también bajar ese consumo de treinta y ocho mil metros cúbicos a treinta mil. Ello nos permitirá, cuando funcione el nuevo módulo, dejar a descansar los pozos de tal manera que se renovarán y con el pequeño embalse nos serviría para estar preparados para cualquier problema que pudiera tener la desoladora porque no olvidemos que son unas instalaciones muy complejas. Con los trescientos mil metros cúbicos del embalse y los pozos tendríamos para abastecer a la población durante ocho o diez días si existieran problemas con la desaladora De aquí a un par de años o tres como máximo será una realidad totalmente distinta a la actual.

-¿Tiene muchas pérdidas la red de abastecimiento de ­Melilla?

-Nuestros datos nos dicen que no. El agua que recogemos en la depuradora es el setenta y nueve por ciento del agua que insuflamos en la red. Quiere decir que por medio queda un veintiuno por ciento que, ya de por sí, no serían unas pérdidas muy importantes. Sin embargo, debemos tener en cuenta que hay que descontar el agua que va a las zonas verdes. Calculamos que podemos tener unas pérdidas máximas de un diecisiete por ciento. De todas maneras, tanto la Dirección General de Aguas como la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir han encargado el proyecto para la mejora de la red general de aguas. Desgraciadamente para nosotros, desconocemos la razón, en vez de tener todos estos proyectos con fondos europeos la Ciudad Autónoma de manera directa y lo hubiéramos sacado adelante hace mucho tiempo, lo está llevando la Confederación personalmente. La Confederación tiene mil problemas en sus competencias y lo de Melilla le viene un poco a trasmano. Una demanda nuestra constante es que para esos fondos no necesitamos una tutela de terceros y en esta ciudad somos totalmente capaces de proyectar y llevar a cabo una mejora de la red de abastecimiento.

-En las últimas semanas se están produciendo lluvias torrenciales en muchos puntos de las costas españolas. ¿La red de saneamiento de Melilla está preparada?

-Está bastante bien, aunque tiene dos tapones, aunque uno de ellos ya se ha resuelto debajo del Puente del Mineral y tiene un segundo tapón que esta la estación de bombeo del Río de Oro. El proyecto de arreglo de esta estación de bombeo ya ha sido adjudicada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y estoy pendiente de que se inicien las obras para evitar cualquier tipo de inundaciones en el centro de la ciudad durante este año. Le he enviado ya varias cartas a la directora de Confederación para conocer cuando van a comenzar las obras. Una vez dado este paso nosotros tenemos en buen funcionamiento la estación de bombeo de la Plaza de España y el resto de redes como para que las lluvias intensas no causen ningún problema.

-¿Hay más proyectos que tengan pendientes con la Dirección General de Aguas?

-Son dos proyectos que se encuentran ya redactados, uno por Confederación y otro por nosotros. Es una inversión de un millón y medio de euros. Estamos hablando del proyecto de saneamiento en la frontera de Beni Enzar donde es insuficiente y el segundo en el centro de menores de La Purísima. Tengamos en cuenta que se hizo un centro para unos doscientos menores y resulta que son seiscientos. Es un sistema que no está conectado a la red general. Están en la mesa del director general de Aguas y el Gobierno del Partido Popular dejó en los Presupuestos Generales del Estado de este año un millón y medio de euros. Estoy preocupado con el retraso y lo he hablado con la delegada del Gobierno.

-¿Melilla es una ciudad que apuesta claramente por el Medio Ambiente?

-Entiendo que sí porque tenemos las actuaciones de movilidad que realizamos en estos momentos y que son muy importantes, además de reducción de humos, apostar por el peatón y por la bicicleta. Estamos terminando las revisiones de oficio de la autorización medioambiental integrada de Endesa y Remesa. Hemos mejorado la depuración de aguas y hemos invertido en los dos últimos años cantidades muy importantes. Es una ciudad que no tiene grandes problemas medioambientales porque es una reducción pequeña y con pocas empresas contaminantes. Por otro lado, Melilla es una ciudad donde reciclar es muy difícil porque todos tenemos que mandarlo a la Península y no es lo mismo tener a cinco kilómetros de tu municipio un vertedero para reciclar que aquí es la la distancia hasta Málaga y Almería y luego el kilometraje hasta la empresa de reciclaje. En cuanto a eliminación de residuos tenemos un gran sistema como es la incineración y no se tira nada al mar. Es una ciudad que está muy bien, aunque siempre se puede mejorar por supuesto. Cuando hablamos de problemas medioambientales en Melilla hacemos referencia a situaciones que no tienen nada que ver con lo que sucede en otros puntos de España. Ya no hablo de capitales de provincia, sino ciudades españolas con la misma población que nosotros que no tienen, ni por asomo, ni de lejos, las mismas medidas y actuaciones medioambientales de las que disponemos en nuestra ciudad.