"Debemos salir a buscar inversores, pero ya"

José Luis Martínez Lázaro es un melillense, forma parte de una saga empresarial centenaria y además preside la Asociación Andaluza de Empresa Familiar. Conoce el ordenamiento jurídico como nadie y con El Faro ha conversado sobre las ventajas fiscales que tienen las ciudades autónomas y sobre los motivos que nos llevan a atraer menos inversores que Ceuta. Para él, las mejoras en materia de transporte son fundamentales.

¿Por qué cree que pese a las ventajas fiscales que ofrece Melilla a día de hoy, las empresas eligen antes Ceuta para invertir?

Lo cierto es que, teniendo las mismas ventajas fiscales en ambas ciudades, Ceuta las ha “vendido” mejor ante posibles inversores (por ejemplo, en el sector de juegos 'on line') pero no podemos olvidar que el coste del transporte de personas y mercancías a/desde Melilla es mucho más alto que en Ceuta. Y eso pesa como una losa en contra nuestra.

¿Son suficientes las ventajas fiscales que tenemos en la actualidad para atraer inversiones? ¿Qué nos falta, si nos falta algo?

A pesar de que son infinitamente mejor que las de cualquier otro punto de España (salvo Ceuta) e incluso de la Unión Europea, tanto en imposición directa (IRPF, Impuesto sobre Sociedades (ISS), Patrimonio o Impuesto de Sucesiones y Donaciones) como en la imposición indirecta (los tipos impositivos del IPSI son bastante más bajos que los del IVA) siempre es posible mejorar. Por ejemplo, en caso de que se autorice la Zona Económica Especial, se pueden mejorar los tipos en el ISS (al nivel de otras ZEE y Zonas Francas) o establecer nuevas bonificaciones en IRPF e ISS si se realizan inversiones con creación de empleo fijo, por ejemplo.

Pero para hacer inversiones, los empresarios necesitamos dos cosas: seguridad jurídica y rentabilidad. Nos falta seguridad jurídica en cuanto a que estas bonificaciones pueden desaparecer o rebajarse en los Presupuestos Generales del Estado o mediante un simple Real Decreto. Por ejemplo, la bonificación del 50% en las cuotas de la Seguridad Social establecidas en 2004 nos la acaban de echar abajo – a partir del 1 de septiembre, según la Disposición Final decimotercera) con el RD 1/2023 que en su artículo 31 limita esa bonificación a una reducción de solo 232 euros de la cuota correspondiente y siempre y cuando sean trabajadores con contrato indefinido y se realicen acciones formativas.

Por otra parte, el art. 33 de la Ley del Impuesto de Sociedades sigue despertando interpretaciones y dudas en cuanto a lo que se considera "ciclo mercantil completo" realizado en nuestra ciudad y habría que eliminarlo. En los nuevos impuestos sobre los plásticos no reciclables, los de transacciones financieras, de servicios digitales, o sobre vertidos no nos han tenido en cuenta a la hora de establecer las bonificaciones fiscales que exige nuestro Estatuto de Autonomía al respecto. No sé a qué espera la Ciudad Autónoma para plantear una queja al respecto.

Y la rentabilidad depende en gran medida, aparte de otros factores, del coste de los transportes de las mercancías y de que los empleados a los que su empresa traslade a Melilla les sea atractivo el venir a trabajar aquí no solo por la fiscalidad sino que también necesitan encontrar vivienda en buenas condiciones y precio razonable, buenos colegios y servicios sanitarios, actividades culturales y recreativas para ellos y sus familias.

¿Tiene sentido seguir siendo un puerto franco al que no entran ya contenedores de ninguna parte porque no tienen salida por la frontera? ¿Cambiará la cosa con una aduana abierta?

Melilla no es Puerto Franco (lo fue desde 1894) sino que es un territorio franco desde la ley de diciembre de 1955 con todas las ventajas que ello conlleva al estar fuera del ámbito de la Unión Aduanera y del Territorio de aplicación del IVA además de la propias de una Zona Franca. Se podría y debería transformar en una Zona Económica Especial que es una figura implantada en muchos países la Unión Europea con lo que dejaríamos de ser una “rara avis” para ser “más Europa”.

No solo se pueden traer contenedores para exportar a Marruecos por la aduana terrestre -que también- sino para facilitar industrias de montaje o transformación con productos semiterminados o materias primas pues en Melilla no tenemos recursos naturales alguno que transformar.

De la reapertura de la aduana solo puedo decir que vaya “jugarreta” nos lleva haciendo nuestro Gobierno desde hace cuatro años y medio con lo de la negociación que dicen haber llevado a cabo… El "paripé" de la prueba del pasado 27 de enero de la que, por cierto, tan satisfecha se mostró nuestra delegada del Gobierno y rechazada como insuficiente en la RAN ha sido la gota que colma el vaso. ¿A qué están jugando?

En Melilla no hay IVA, pero en la práctica no hay diferencia entre los precios que pagamos aquí por productos como ropa y calzado, por ejemplo, en comparación con la península. De hecho, en alimentación encontramos productos más caros aquí que en cualquier otra comunidad autónoma. ¿Por qué pasa esto? ¿Cómo podemos remediarlo?

Bajando el coste de los transportes. Si no se soluciona esto no hay futuro para desarrollar comercio, industrias, turismo o lo que queramos que sea la alternativa a la estructura económica existente desde hace décadas hasta julio de 2018.

Además del juego online, ¿qué otros sectores podrían interesarse por Melilla? ¿Debemos salir a buscarlos o esperamos a que nos descubran?

Respecto a lo primero, todos aquellos relacionados con los servicios digitales, servicios de 'back office', los relacionados con las TIC o la industria de los videojuegos ya que ninguna de ellas necesitan transportar mercancías o pasar aduanas. Y, por supuesto, un fuerte impulso a la formación tanto universitaria como la de FP que también puede atraer talento a nuestra ciudad.

Debemos salir a buscar inversores, pero ya. Cierto que Promesa adjudicó a KPMG un contrato para el desarrollo del Plan Estratégico y una de sus obligaciones es dar a conocer las ventajas de nuestra Ciudad a posibles inversores en Foros empresariales, pero toda actuación en este aspecto es poca y nuestra Ciudad debe hacer un esfuerzo aún mayor en este tema. Es fundamental que se dé a conocer fuera de Melilla.