La última parada en la ruta gastronómica de El Faro es el restaurante El Rincón de Sara. Un lugar que tiene gran variedad de platos y tapas para todos los gustos, y que presume de tener las mejores paellas de la ciudad. Su propietaria, Sara Touk, realizó una ruta gastronómica por las elaboraciones más demandadas en su bar.
En esta ocasión, la selección de tapas elegidas por la propietaria fue bastante extensa. El Faro no solo degustó algunas tapas, estilo pinchos, sino una representación de platos que se pueden pedir en este bar, como pueden ser distintos arroces, huevos rotos, revuelto de morcilla o setas con jamón, además de una tabla de tostas variadas.
Empezando por las tapas, Touk elaboró una amplia gama. Tostas con ingredientes diferentes, que se pueden pedir, o bien en tablas, o sueltas para picar con una cerveza. Una de las tostas que más suelen demandar, comentó la propietaria, es la elaborada con un medallón de queso de cabra, bacon y cebolla caramelizada.
Otra tosta con queso, es la de camembert con mermelada de frutos rojos. Si pasamos a lo puramente salado, podemos destacar la tapa de morcilla de burgos con huevo de codorniz, la de gulas con huevo, o la de jamón ibérico con huevo. Y para acabar con las tapas, las tostas de guacamole y salmón, y la de paté con anchoas.
Estas no son las únicas tapas de la carta, en ella hay disponible patatas bravas, fritos, perritos, tostas, albóndigas o carne en salsa, entre muchas otras.
Pasando a las raciones, el primer plato que llegó a la mesa fue el arroz negro. Sara Touk explicó a El Faro que es un plato que de primeras, los comensales suelen rechazar debido a que creen que el sabor es muy diferente a un arroz normal por su color. Para nada es el caso. El exquisito sabor de ella paella, con mucho sabor a mar, es un aspecto a resaltar.
Los clientes cuando lo prueban, resaltó Touk, se sorprenden y suelen volver a pedirlo. El secreto para su propietaria, es cocinar con productos se calidad y frescos. "El que ha probado el arroz negro, vuelve a pedirlo", confesó. Es por eso que suelen cocinarlo en grandes cantidades los sábados. "Preparamos paelleras grandes y por encargo", añadió.
El arroz negro lleva, además de un sofrito que no puede faltar, calamares y langostinos. Lo mejor de este arroz es que la mayoría del marisco que lleva está pelado. Listo para comer sin tener que mancharte las manos, mejor aún cuando la tinta del calamar deja huella. Todo ello coronado con un calamar entero.
Siguiendo con el arroz, el segundo plato a probar fue la paella de marisco. Langostinos, cigalas, calamares, mejillones y mucho sabor en esta paellera. El arroz, cocinado al punto, es digno de probar. El toque personal de la propietaria del local, es precisamente el punto, cocinar los arroces melosos y no secos, como suele ser la paella valenciana. Incluso en algunas ocasiones hacen arroces caldosos. "Somos especialistas en arroz", aseguró la propietaria a El Faro.
Tanto el arroz negro como todas las variedades de paellas se pueden pedir por encargo para llevar. Estas elaboraciones son las que tienen más éxito durante los fines de semana. Clientes del Rincón de Sara suelen olvidarse de cocinar durante estos días y prefieren encargar un arroz para disfrutar en familia.
Es por ello, que han convertido a este bar en un referente de paellas. En su carta incluyen, por ejemplo, arroz con verduras o arroz con carne. La propietaria del Rincón de Sara recomendó llamar uno o dos días antes para encargar el arroz y comentó que su número de teléfono está disponible a través de sus redes sociales, Instagram y Facebook.
Continuando por las raciones, otro de los platos que recomendó probar Touk fue el revuelto de morcilla. Una elaboración que contiene huevos, morcilla de Burgos y aceite de oliva. La morcilla de arroz le aporta un contraste de sabores, al dejar en boca un aroma a canela. Este no es el único revuelto entre sus raciones, cuentan con otros como el de champiñones y gambas. "Tenemos cosas para todos los gustos", aseguró Sara Touk.
Dejando a un lado la carne, en ninguna mesa que se prefiere pueden faltar unos huevos fritos con patatas caseras, y más si estas llevan gulas. Una elaboración sencilla, pero que gusta a todos.
Para acabar, unas buenas setas rellenas con jamón ibérico. Para acompañar este plato, el bar apuesta por unas cuñas de queso, que hace que contrasten los sabores. Para Touk, el jamón de las setas va muy bien con el sabor fuerte del queso.
Además de todos los platos que pudo probar El Faro, la carta del Rincón de Sara es muy amplia. Cuentan entre sus platos con diferentes cortes de carne como solomillos, hamburguesas, pescados o sandwiches.
Se debe resaltar que las cantidades son bastantes grandes. Los dos arroces traían cantidad para tres personas, aunque perfectamente pueden comer cuatro personas.
Sabores y cantidades para todos los gustos a un precio realmente muy ajustado. Aunque no siempre se habla de dinero, cabe destacar que los precios en este bar son asequibles para todos los bolsillos. "No son unos precios caros que digamos, la gente está muy contenta", destacó Touk.
Para ella es importante tener precios para todos los bolsillos y que cualquier melillense pueda ir a su bar a disfrutar de la comida. "Pensamos en todos, hay quien puede pagar más y quien puede pagar menos", añadió. Eso sí, sin perder calidad y con grandes cantidades.
En El Rincón de Sara se puede comer el menú del día, de lunes a viernes, por 10 euros. Este menú se ha convertido en un éxito, por lo que la propietaria del bar recomienda llamar para reservar, tanto los días laborables como los festivos.
Todo el que quiera acercarse hasta El Rincón de Sara puede hacerlo para comer, desayunar, merendar o cenar. El horario es de 7 y media de la mañana a nueve de la noche, ahora, de lunes a domingos.
Este bar es un proyecto personal de su propietaria, que en el momento en el que los bares tenían que echar la persiana debido a la crisis del coronavirus, ella decidió apostar por su negocio y abrir a pesar de la situación. El Rincón de Sara llevar abierto al público desde el 7 de septiembre de 2020, justo un poco después de la reapertura de la hostelería tras el confinamiento.
Un momento complicado y una apuesta poco segura, que le salió bien. Como su propietaria dice, el que no arriesga no gana. "Hemos pasado malas rachas, pero hemos tenido que salir adelante, hay que arriesgarse", remarcó.
Afortunadamente, la apuesta le salió bien. Al principio era Sara Touk la cocinera del establecimiento, pero con el paso del tiempo y el auge del negocio tuvo que contratar más personal. Ella se encargó de aleccionar a su equipo, en quienes confía ciegamente.
"Al final, gracias a los trabajadores salen las cosas bien", destacó. "Si no tienes buen personal no tienes nada", añadió. Esto lo sabe bien Sara Touk, ya que antes de decidir abrir su propio negocio, se dedicó muchos años a la hostelería.
El local cuenta con unas cinco mesas en su interior y una terraza más amplia. Toda la carta está diseñada por su propietaria y los platos son elaboraciones suyas.
El Rincón de Sara es un lugar todavía no muy conocido, que sorprende gratamente al probarlo. Aunque no está en una calle de paso, quien lo prueba suele repetir. La cantidad y su precio atraen y el buen trato de Sara Touk y su equipo hace que vuelvas a repetir.
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