Las comuniones en Melilla son mucho más que una ceremonia religiosa. Para muchas familias, representan un acontecimiento social y cultural que requiere meses de preparación y una inversión considerable. Desde la elección del vestido o traje hasta la reserva en los restaurantes, cada detalle cuenta para que el día sea inolvidable. Pero, ¿cuánto cuesta realmente organizar una comunión en la ciudad? ¿Cuáles son las tendencias en moda infantil? ¿Y cuándo hay que empezar a hacer reservas para garantizar un buen banquete?
Uno de los aspectos más importantes para los padres es la elección del vestido o traje de comunión. El Faro ha visitado Farah Novias, una tienda especializada para conocer las tendencias y los costes actuales.
Según Farah Ahmed, dueña de la tienda, los precios han experimentado un leve incremento debido a la inflación y el aumento en el coste de los materiales. Sin embargo, hay opciones para todos los presupuestos. “Tenemos vestidos desde 100 hasta 1.000 euros, aunque la mayoría de las familias invierte entre 300 y 500 euros en el vestido o traje del niño”, explicó la encargada.
El interés por adquirir los vestidos y trajes de comunión se manifiesta con mucha antelación. Actualmente, ya se están realizando consultas para las comuniones de 2026, aunque la venta oficial de la colección no empieza hasta octubre, cuando las fábricas entregan los nuevos diseños. En general, los padres comienzan a buscar con al menos siete meses de anticipación para asegurarse de encontrar el traje ideal.
Este año, las tendencias en vestidos de comunión apuestan por la sencillez con un toque de color en los complementos. Los fajines en tonos atrevidos como el mostaza, gris petróleo, burdeos o rosa empolvado están en auge, acompañados de delicadas flores a juego. El azul índigo también ha destacado como uno de los colores más solicitados.
Para los niños, la demanda ha crecido en los trajes de calle, aunque el clásico marinero sigue siendo el favorito de muchos. Además, los trajes de almirante han evolucionado con diseños más modernos y atrevidos, alejándose de los tradicionales galones para incorporar detalles que recuerdan a los uniformes de domadores de circo. Esta innovación ha sido bien recibida y ha impulsado las ventas.
Después de la ceremonia religiosa, las familias suelen organizar un banquete para celebrar el evento con familiares y amigos. En Melilla, los restaurantes y salones de eventos reciben una gran cantidad de reservas con meses (e incluso años) de anticipación.
“Hay familias que reservan con más de un año de antelación. En estos momentos, ya tenemos todas las fechas ocupadas para la temporada de comuniones de 2025”, indicó el gerente de un conocido salón de eventos en Melilla.
El precio del menú varía en función del restaurante, pero en general, oscila entre 50 y 60 euros por persona. Además del banquete, algunos establecimientos ofrecen animación infantil, decoración personalizada y otros servicios adicionales. Muchos locales han incluido opciones de entretenimiento para los niños, como colchonetas hinchables, animadores o talleres de manualidades. También hay quienes optan por contratar fotógrafos profesionales para capturar los mejores momentos del día.
Más allá de la celebración social, la Primera Comunión es un sacramento importante dentro de la Iglesia Católica. Antes de recibirla, los niños deben asistir a catequesis durante al menos un año.
Los catequistas explican que las sesiones suelen ser semanales y buscan inculcar en los niños los valores del Evangelio. “No solo se trata de aprender oraciones o normas, sino de entender el significado de la fe y la importancia de la comunión con Dios”, comentó un catequista local.
Las parroquias promueven la participación de los padres, organizando reuniones y actividades en las que pueden compartir con sus hijos este proceso. “Es un momento importante para la familia y queremos que todos se sientan parte de la celebración”, explicó el catequista.
Las comuniones generan un movimiento económico significativo en la ciudad. Desde tiendas de moda hasta fotógrafos y restaurantes, numerosos negocios experimentan un incremento en su facturación durante la temporada de comuniones.
Las cifras varían, pero en Melilla el gasto medio se sitúa en torno a los 4.000 euros, incluyendo vestuario, banquete, fotografías y otros detalles. Aunque algunas familias buscan reducir costes, la mayoría considera que este evento merece una inversión especial.
Las comuniones en Melilla combinan la espiritualidad con una celebración que deja huella en la memoria de los niños y sus familias. Desde la elección del vestido hasta la reserva del restaurante, cada paso se planifica con esmero para que el día sea perfecto.
A pesar del incremento en los costes, la tradición sigue más viva que nunca, demostrando que la Primera Comunión es un evento que trasciende generaciones y continúa siendo un pilar fundamental en la vida de muchas familias melillenses.
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