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Daniel Cuesta: "Donde hay que buscar productos buenos es en las aseguradoras"

Cada 31 de octubre, además de Halloween, se conmemoró el Día Mundial del Ahorro, una fecha para recordar la importancia de cultivar hábitos financieros saludables. El Faro charla sobre todo ello con un experto en la materia como es el consultor financiero Daniel Cuesta.

-¿Qué importancia tiene el ahorro?

-Es importante porque, si no ahorramos, si no ponemos nuestro dinero a funcionar, el dinero en el banco cada año que pasa se devalúa por la inflación. Es decir, no perdemos dinero como tal, pero sí perdemos poder adquisitivo.

Claro, si yo tengo 10.000 euros en el banco, no hago nada con ellos, no ahorro, dentro de diez años, a una inflación media del 3%, voy a poder comprar un 30% menos de cosas. O la vida se va a encarecer un 30%, con lo cual voy a perder poder adquisitivo.

Si no ahorro, si no tengo un colchón de seguridad para imprevistos, si no pongo ese dinero a funcionar, al final, me voy a quedar peor que estaba.

-Pero eso, más que ahorrar, sería invertir…

-No. A ver, es una línea muy fina la que separa el ahorro de la inversión. El ahorro al final es quitarte una cantidad cómoda mes a mes en función de tus ingresos y gastos fijos. Es decir, yo ingreso 2.000 euros y tengo gastos fijos de luz, agua, gas, colegio, comida o gimnasio de 1.500 euros, tengo una capacidad de ahorro de 500 euros. De esos 500 euros hay una pequeña cantidad que puedo destinar a ahorrar. Por ejemplo, 100 ó 200 euros. Eso lo hago todos los meses, porque realmente no me supone esfuerzo porque, entre comillas, es lo que me sobra. Esa sería la parte de ahorro.

La parte de inversión es: tengo un excedente en la cuenta de 3.000 euros, o de 10.000 euros, o de 50.000 euros, o lo que sea, y lo pongo a funcionar. Tengo que hacer un desembolso un poquito mayor y obviamente no voy metiendo todos los meses como pasa en el ahorro.

Tanto el ahorro como la inversión tienen que ver con el dinero, pero el ahorro es “me quito una cantidad al mes, pequeña o grande, depende de mi capacidad”, y la inversión es “me quito una cantidad mayor que tengo parada en la cuenta para que funcione en términos de rentabilidad". Todo tiene que ver con los mercados, pero son dos estrategias distintas.

-¿Qué recomienda usted?

-Lo normal es que para la gente sea más cómodo quitarse todos los meses 100 euros, 200 euros o lo que sea. Eso es lo más sencillo. Lo otro, cuando ya llevas mucho tiempo ahorrando, vas a tener un excedente en la cuenta que se va a acumular. Ese dinero acumulado en la cuenta no hace absolutamente nada, porque la inflación nos va a hacer perder poder adquisitivo. ¿Qué hago con eso? Lo invierto en los mercados para poder sacarle un poquito más de rentabilidad.

Lo mejor es una estrategia combinada: parte de ahorro, parte de inversión. Quien nunca ha hecho nada, que empiece por la parte de ahorro poco a poco. El que ya haya hecho cosas puede hacer inversión o seguir con su parte de ahorro. Al final es optimizar la situación de cada uno, que es lo que hacen los consultores financieros realmente.

-¿Algún consejo para ahorrar?

-Aunque suene básico, no gastar más de lo que se gana. Yo me encuentro todos los días con clientes que, antes de cobrar la nómina, casi se la han gastado. Igual que a primeros de mes el consejo más básico es que, igual que pago la luz, el gas, el agua, el gimnasio y demás, igual que pago a todo el mundo, pagarme a mí mismo. ¿Cómo me pago a mí mismo? Pues quitándome, igual que pago a ellos, quitándome 100 euros, ó 200 euros, o lo que sea, y me pago a mí. Ese dinero ya estaría funcionando. Lo quito y lo pongo en una herramienta de ahorro a funcionar. ¿Que luego el resto del mes me gasto todo? Vale, me lo he gastado, he vivido bien y me lo he pasado genial y tengo una parte que no me he gastado. Porque, si espero a que acabe el mes, lo normal es que me haya gastado todo y nunca pueda ahorrar.

-La gente dice que no hay manera de ahorrar porque la situación está fatal. ¿Usted atiende a muchas personas en cuestión de ahorro? ¿Cuál es su impresión? ¿Piensa que la gente ahorra?

-Yo estoy saturado de trabajo gracias a dios. Y tengo clientes desde los que ahorran 50 euros al mes hasta los que les estoy gestionando cuatro millones de euros. No es que la gente no pueda ahorrar. En casos muy contados es verdad. El problema muchas veces es que no tenemos un objetivo claro de ahorro ni tenemos claro cómo hacerlo, así que yo a mí mismo me digo que es imposible que ahorre. Si te coges los tres últimos meses de extracto de tarjeta y te miras los gastos inferiores a 20 euros, aunque habrá algunos que se tengan que gastar, hay una cantidad de gastos hormiga que no nos podemos imaginar.

Entonces no es cuestión de que no ahorre, es cuestión de que no me he puesto un objetivo. Si yo te digo a ti “quítate todos los meses 50 euros durante 20 años para que el día que te jubiles tengas asegurados 300.000 euros”, ¿tú te los quitarías?

El asunto es tener claro el objetivo. Lo que pasa es que en España tenemos muy arraigado el concepto de endeudamiento. Es decir, me cojo una hipoteca, me tiro pagando 30 años y le pago al banco la de dios de intereses; o me pido un préstamo para irme de vacaciones con mis hijos a Disneyland, pero quiero resultados ya metiendo 1.000 euros en un sitio y teniendo mañana 10.000 euros. Si la misma mentalidad en cuanto a deuda e hipoteca la tuviera en ahorro, un 90 por ciento se puede quitar 50, 90 ó 100 euros si se le ve valor a eso. Ahorrado eso vas a poder dar la educación que quieran a tus hijos o vas a poder ayudarlos a comprarse una casa. Es decir, si lo haces poquito a poco, cuando llegue el momento, si a tu hijo no le da la nota para estudiar la carrera, se la podrás pagar.

El asunto es que tienes que visualizar bien lo que quieres. Una cosa que nos preocupa a todo el mundo: las pensiones. ¿Prefieres depender de que el Estado te pague una pensión? Está difícil. Eso es insostenible y va a estar muy complicado. Para la gente que se jubile pasado mañana, seguramente no, pero, para la gente que se jubile en 15 ó 20 años, va a estar muy complicado. ¿Prefieres depender de que el Estado te pague la pensión o tener tú tu propio plan para no depender del Estado y tener tu jubilación garantizada y si luego, encima, te llega algo de las pensiones públicas, mejor? Mi respuesta es que dependo de mí mismo y de nadie más. Hay que enfocar a la gente al qué y al cómo ahorrar. El problema es que hay mucha incultura financiera y, si yo no sé cómo se hace una cosa, no me voy a poner a investigar salvo que venga alguien de confianza y me lo cuente y me guste lo que me está contando.

Entonces, si todo el mundo sacamos ese tiempo para sentarnos con un conductor financiero y le vemos ese valor a quitarnos 100 euros todos los meses, ya te digo yo que el 90 por ciento de la gente puede. Lo que pasa es que lo fácil es decir “no me lo puedo quitar”, o “no ahorro”. Al final, salen 50 ó 60 euros, seguro, en el peorcísimo de los casos. Lo que pasa es que tenemos que verle valor a lo que queremos hacer.

-¿Funciona el ahorro en casa, por ejemplo, en la típica hucha de barro, o tiene que ser en el banco?

-Ni una cosa ni la otra. En casa no funciona, porque, en cuanto necesite dinero para hacer lo que sea, lo voy a coger. Tengo esa disponibilidad. Es más; muchas veces, cuando estamos ahorrando en una hucha para los niños y necesitamos dinero, lo cogemos de ahí. Al final, nunca llegas a conseguir el objetivo.

En bancos tampoco, porque, al final, los productos que tienen los bancos son, por norma general, muy malos. Ahí el único que gana dinero es el banco y, por regla general, da muy poquita rentabilidad.

Donde hay que buscar productos buenos es en aseguradoras, tipo Mapfre o Axa, donde tienen productos de ahorro-inversión muy buenos, muy bien gestionados y, sobre todo, seguros. Porque, al final, una aseguradora nunca va a desaparecer, porque nunca lo ha hecho, pero un banco sí puede quebrar. Ahí ya dependes de que el Estado te pague, pero, si el Estado no tiene dinero, no te va a pagar y tienes que andar metiéndote en litigios y juicios. El dinero, en las aseguradoras, siempre va a estar más seguro que en el banco, mejor gestionado y con mejores rentabilidades.

-¿Cómo ahorras en una aseguradora?

-Igual que te llega la luz. ¿Cómo pagas la luz en una compañía eléctrica? Te cargan un recibo todos los meses. Aquí, en este caso, en vez de ser Iberdrola, es Mapfre, o Axa. Pero, vamos, que funciona igual que en el banco. El banco, si tú haces un producto bancario, por ejemplo, un plan de ahorro o un plan de pensiones, al final todos los meses te va a quitar 50 ó 100 euros de tu cuenta. Esto es lo mismo: Axa te gira un recibo que va a una herramienta de ahorro donde tú tienes, a través de las aplicaciones, acceso a ver su evolución. Y es más seguro que en el banco.

-Desconocía que existía esa posibilidad…

-Claro. No es culpa tuya. Es porque siempre nos han inculcado que el dinero va a los bancos y los seguros, a las aseguradoras, porque siempre ha interesado, primero, que no tengamos cultura financiera y, segundo, que esté todo centralizado en los bancos y que dependamos de ellos. Pero, cuando tú ves el mundo de las aseguradoras, sus productos y la rentabilidad que tienen, te das cuenta de que estamos hablando de que puedes sacar un 10, 12 ó 15 por ciento anual de manera bastante tranquililla y eso no lo vas a sacar en el banco en la vida.

-¿Cómo realiza usted todo este trabajo?

-Yo soy independiente. Tengo acceso a todas las compañías, tanto aseguradoras como bancarias, y lo que hago siempre es buscar la mejor alternativa para mi cliente sin que le cueste un euro. Porque no te tengo por qué cobrar a ti. A mí, me pagan directamente las compañías, con lo cual me da igual con quién hagas las cosas, porque siempre me van a pagar, tú vas a tener las mejores opciones del mercado y yo voy a poder tener libertad de ofrecerte lo que yo quiera. O sea, que al final todo el mundo gana.

-Lo tengo en cuenta. ¿Usted tiene algún tipo de empresa?

-Yo soy consultor financiero con mi propio negocio de consultoría financiera. Tengo acceso a todas las herramientas del mercado, pero sí es verdad que la mayor parte las comercializo a través de los acuerdos que tienen los socios con OVB. ¿Qué hace OVB? Llega a acuerdos con Mapfre, con Axa, con Sanitas, con BBVA o con la que sea. Ya no tengo que ir yo preguntando en cada una de ellas. Yo tengo ahí un portfolio de productos de los que me da la gana ofrecer y tengo acceso a todas las herramientas del mercado. ¿Que me gusta? Pues lo ofrezco. ¿Que no me gusta? Ofrezco otra cosa. Pero el grueso lo hago con el amparo de OVB y la seguridad jurídica de los acuerdos con ellos. Pero, realmente, como si fuera independiente y tuviera mi propio negocio de consultoría financiera, porque OVB no tiene productos propios. Lo único que tiene son los acuerdos con las compañías, que es de lo que yo me beneficio realmente.

-Entonces no tiene empresa como tal…

-Mi empresa como tal soy yo y realmente a través de quien hago las cosas es de OVB. ¿Qué pasa? Que al final, de cara al cliente, le da igual, porque el cliente es cliente final de la compañía que sea. Es decir, tú firmas un ahorro con Axa o con Mapfre y, si yo mañana me muero, vas a cualquier oficina de Axa o Mapfre y pides tu dinero. ¿Por qué está mi figura? Porque lo que hago es evitarte que tengas que ir por todas las compañías, sin tener tiempo y sin tener conocimiento seguramente, a preguntar qué puedes hacer, porque cada una te va a vender su moto. Yo me conozco la moto de todas y sé cuál es la que te va a venir mejor y te ahorro todo ese tiempo.

-¿Y sin cobrarle al cliente, sino a la compañía?

-Sin coste. Imagínate. Tú tienes un seguro de coche con Mapfre que te vale 700 euros al año. De esos 700 euros, Mapfre gana dinero salvo clientes que dan 50.000 partes y al año no les renuevan el seguro. Lo normal es que las compañías ganen dinero de eso que tú pagas. De eso que ganan, en vez de llevárselo todo ellos, nos pagan a nosotros una parte. Parece que ganan menos, pero realmente ganan igual o más y a mí no me tienen que pagar una nómina, ni poner una oficina. Así descentralizan un poco esos servicios y ganan un poco menos, pero se ahorran muchas cosas. Entonces yo no tengo por qué cobrarle al cliente. A mí, me pagan las compañías. Si tú haces un ahorro de 100 euros, son 100 euros para tu jubilación, no 100 euros más lo que me tengas que pagar a mí. A mí ya me pagarán lo que me tengan que pagar, pero tú vas a ahorrar todos los meses 100 euros y no son 110 euros porque me tengas que pagar a mí.

-Es decir, que usted le lleva un cliente a la compañía en cuestión y esta, de ese cliente, a usted le da equis.

-Y sin costarle al cliente más caro, que es la clave de todo esto. Porque, si va a ser así y a ti te va a costar un 20 por ciento más, menudo negocio para el cliente. Pero es que a ti te va a costar igual o menos, con lo cual todo el mundo gana. Como digo, parece que la compañía gana un poco menos porque parece que me tiene que pagar a mí, pero, insisto, se ahorra seguros sociales, nóminas, oficinas y muchas otras cosas, con lo cual, al final, gana todo el mundo.

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