Custodios de la imagen de Nuestra Señora de la Victoria

La conmemoración del LXXV Aniversario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Victoria nos acerca a la memoria de venerables sacerdotes, religiosos franciscano-capuchinos, que a lo largo de los años se encargaron de la Custodia de su sagrada imagen. Personajes con una sólida formación académica y religiosa. Cada uno de ellos dejó entre los muros de la iglesia del Pueblo su impronta, procurando lo mejor para el mayor esplendor del culto, y para mantener viva la llama de la fe y la devoción hacia esta imagen mariana.

"Presente en la ciudad desde antes de los albores del año 1531 y venerada como Patrona desde tiempo inmemorial”. [Rafael Fernández de Castro y Pedrera, Cronista Oficial de Melilla]

Sacerdotes que permanecen vivos en la memoria colectiva de esta ciudad, distinguida con los honrosos títulos de “Valerosa, Humanitaria y Muy Caritativa Ciudad de Melilla, lugar en el que ellos laboraron y dejaron una profunda huella.

El autor José Luis Blasco López, miembro de honor del Sindicato Nacional de Escritores Españoles, ha recopilado a todos los custodios de la Virgen de la Victoria.

Gratitud y recuerdo perenne

Fray Ildefonso de Cuenca: 1918-1920. Gestionó obras de retirada de escombros, limpieza y mantenimiento de los patios que rodean la iglesia patronal.

Fray Eusebio de Rebollar: 1918-1920.

Fray Jacinto de Chucena: 1920-1923. Promotor de obras de consolidación en las naves de la Iglesia del Pueblo. Destacando en las materias de Poesía y Hagiografía.

Fray Enrique de Umbrete: 1923-1926.

Fray Enrique de Umbrete: 1926-1929. El año 1927 trasladó la imagen de la Virgen de la Victoria hasta la iglesia del Sagrado Corazón, lugar desde el que se inició la procesión en dirección a Melilla la Vieja. A día de hoy, se considera ser ésta la fecha de la primera procesión de la Virgen de la Victoria, desarrollada fuera de los muros de la ciudad vieja. Promovió la presencia de Monseñor Tedeschini, Nuncio de Su Santidad en España, con motivo de la celebración del VII Centenario de San Francisco de Asís. Función principal que se desarrolló el 4 de octubre de 1927. Como nota anecdótica, dejar constancia que, con motivo de estos factos, “…adquirió un Terno de Tisú oro completo”, abonando la Fraternidad de Capuchinos la cantidad de 895 pesetas. Terno que a día de hoy denominan, equivocadamente, como “Terno de la Coronación”.

Fray Jesús de Pedro Abad: 1929-1933. Durante su mandato se restauró la imagen de la V. de la Victoria en la ciudad de Sevilla, y se instaló el nuevo retablo del altar mayor. Trabajo que realizó Antonio Infante Reina. Durante los primeros días de la República, el Comandante General de Melilla, Don Manuel Romerales Quintero, dotó de protección al recinto formado por la iglesia y el convento mediante el establecimiento de una guardia militar. Mientras que, en Sevilla, se presentara Fray Felipe de Coín para retirar la imagen de la Patrona del taller de Infante Reina. A Fray Felipe le cupo el altísimo honor de estar presente y muy cercano en el

Fray Luis de Ausejo: 1933-1937. Instaurador de la Congregación de la Victoria. El día 4 de agosto de 1936 quedó constituida la Congregación de la Victoria. El 8 de septiembre de 1937, el Gral. Álvarez Arenas, Gobernador General de los Territorios de Soberanía realizó la “Ofrenda del Mando” a la Patrona de Melilla entregando su Bastón de Mando; a la vez que el Alcalde Marfil García depositaba el suyo. Quedando constituida a partir de ese instante en “Gobernadora”, y “Alcaldesa de Melilla”.

Fray Rafael María de Antequera: 1937-1940. Autor del más bello Himno dedicado a la Patrona de la Ciudad. Se dedicó a la Música, a la predicación, a la Hagiografía y a la Literatura.

Fray Jacinto de Chucena: 1937-1940.

Fray Jacinto e Chucena: 1940-1943. Promovió una recogida de objetos de plata confeccionándose las coronas de camarín. Plata cincelada. Realizó importantes obras de consolidación y embellecimiento del templo patronal.

Con fecha 10 de enero de 1942, quedó registrada la siguiente nota: Acta de Visita Pastoral. Libro 1º de bautismos, folio 55, punto 8º.- “Los Reverendos Padres Capuchinos realizan en esta Parroquia una labor digna de los mejores elogios, habiéndose hecho costosas reformas y de imperecedero recuerdo que hacen honor al celo de la Orden Capuchina. Melilla fecha ut supra” (10 de enero de 1942) El Vicario-Arcipreste, Sebastián Carrasco, firmado y rubricado”.

Fray Enrique de Umbrete: 1940-1943. Por iniciativa de este sacerdote, el pintor Grau Soler, dejó constancia de su saber en la bóveda elíptica y en los muros del Presbiterio de la iglesia del Pueblo el año 1942. Quedando expuestos los siguientes frescos: Purísima Concepción, San José, San Francisco de Asís, Divina Pastora, San Miguel, San Rafael, San Antonio de Padua, y Beato Diego José de Cádiz. Mientras que en los referidos muros quedaron representados en el lado del Evangelio, El Triunfo de la Inmaculada; y en el lado de la Epístola, la Bendición de San Francisco a la ciudad de Asís. Para la confección de este último fresco, tomó como modelos a los miembros de la comunidad religiosa: Fray Enrique de Umbrete, Fray Sebastián de Villaviciosa, y Fray Jaime de Villamorisca; mientras que, en la camilla, y representando a San Francisco, mostró el cuerpo del Padre Pío de Sanlúcar de Barrameda, que había fallecido meses antes, dejando profunda huella en la ciudad. Pinturas que fueron encargadas y realizadas con el tiempo suficiente para ser mostradas en 1943 con motivo de la celebración de II Centenario del nacimiento del Beato Fray Diego José de Cádiz, Misionero Apostólico Capuchino.

Fray Enrique de Umbrete: 1943-1946.

Fray Luis de Ausejo: 1946-1949. Promotor de la Coronación Canónica de la Patrona de la Ciudad, acto que se celebró el día 13 de junio de 1948. Con anterioridad, la imagen de la Patrona de la ciudad recorrió todas las parroquias de la ciudad. El día 10 de abril de 1947, realizó la “Solicitud al arzobispo de Granada sobre Proceso de Coronación”.

En 13 de abril de 1947 promovió la “Ofrenda de niños a la Patrona”, dando lugar a que seis mil niños de los colegios de la ciudad pasaran ante la imagen de la Virgen de la Victoria, visitándola en su templo. A partir de esta fecha se inició la tradición de presentación de niños por sus padres tras ser bautizados.

En 1949 se desplazó a nuestra ciudad el Sr. Lapayese, a fin de restaurar el rostro de la imagen. A Fray Luis de Ausejo se le concedió la Medalla de Plata de Melilla.

Fray Manuel de Pedrera: 1946-1949. Responsable de leer el Breve Pontificio en el acto de coronación canónica en la Plaza de España.

Fray Bernardo de Villanófar: 1949-1952.

Fray Jaime de Villamorisca: 1952-1955. Con motivo de la celebración del Año Santo Mariano, fueron trasladadas hasta la Plaza de España las imágenes de Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de la Victoria Coronada.

Fray José de Castro: 1952-1955.

Fray Jaime de Villamorisca: 1955-1958.

Fray Dionisio de El Viso: 1958-1961 [José E. Valverde González]. Promotor de la llamada “Gran Obra” que durante los años 1959-1960, permitió la restauración de la Iglesia del Pueblo, y la construcción de la amplia escalinata que sube hasta el camarín de la Virgen; iniciándose en esta fecha la tradición de subir al camarín y la realización del besa pie. Es en esta fecha cuando Fray Dionisio manda acuñar la primera medalla de la Virgen de la Victoria, de tamaño pequeño, realizada en aluminio por el joyero cordobés afincado en Melilla y conocido como “Quinito de Córdoba”; cuya amistad con Fray Dionisio propició que le regalase el troquel de dicha medalla. Medalla que se entregaba gratuitamente a todos los fieles que subían a su camarín.

Fray Basilio de Guájar Alto: 1961-1964. Durante la Misión predicada por los Padres Paúles en 1963, facilitó que la imagen de la Virgen de la Victoria estuviera presente en todas y cada una de las parroquias de la ciudad; capilla de Cristo Rey, y capilla del Hospital de Cruz Roja.

Fray Ramón de Villacidayo: 1964-1967.

Fray Ramón de Villacidayo: 1967-1970.

Fray José Eulalio Valverde González: 1970-1973.

Fray José Eulalio Valverde González: 1973-1976.

Fray José Eulalio Valverde González: 1973-1976.

Fray Francisco Ochando Calvo: 1976-1979.

Fray José Eulalio Valverde González: 1979-1982.

Fray Miguel Pavón Zunino: 1982-1985. Alarmado por el estado de la instalación eléctrica de la iglesia, consiguió hacer realidad el ofrecimiento de Don Gustavo Cabanillas, de la empresa Gaselec, que generosamente realizó la totalidad de la instalación eléctrica con material antihumedad y protección contra fuego.

Fray Ignacio Díez de Cerio: 1982-1985. Además de ejercer su labor como sacerdote, gastó parte de su tiempo en la grabación de los Misterios del Santo Rosario, para que los fieles pudieran rezarlo en sus casas.

Fray Gerardo Caballero Escobar: 1982-1985. En 1984, se volvió a “restaurar” la imagen, esta vez a cargo del Sr. Bartual miembro de la Congregación de la Victoria. Gracias al Ministerio de Cultura, consiguió la restauración de las siguientes dependencias que estaban en ruinas: archivo parroquial, sacristía de San Francisco, sacristía de las Ánimas.

Fray Miguel Pavón Zunino: 1985-1988.

Fray José Eulalio Valverde González: 1988-1990. A solicitud de información de Don Francisco García Mota, Canónigo del Obispado de Málaga, sobre la propiedad de la imagen de Nuestra Señora de la Victoria, informó por escrito que dicha propiedad le correspondía al Obispado de Málaga. Documento que firmó en presencia de Fray Eugenio de Sevilla, secretario provincial de los Capuchinos de la Provincia de Andalucía.

Fray Jesús Cortejosa Gómez: 1990-1993. Facilitó se iniciaran las obras de restauración a cargo del Ministerio de Cultura, 1990-1996. Reconociendo a Don José Luis Fernández de la Torre, director provincial del Ministerio de Cultura, como máximo interlocutor y garante de dichas obras. Durante la ejecución de dichas obras, el arquitecto Sr. Bulkarter, ordenó la suspensión de las mismas y la clausura inmediata por “ruina inminente”. Reaccionando de forma inmediata, Fray Jesús pidió la colaboración de Don Juan Díez Sánchez, Presidente de la Asociación de Estudios Melillenses, y en menos de media hora, se consiguió rescatar la imagen de la Patrona de la Ciudad que había quedado atrapada en su camarín; y desde aquel lugar, Fray Lázaro de Málaga, Don Luis Cortés y otros vecinos de Melilla la Vieja, consiguieron trasladarla hasta la AEM, cuya Sala de Juntas quedó convertida en sede de la más antigua de las parroquias de la ciudad, pudiéndose ahora afirmar con rotundidad: “Jamás cesó su culto”. El Ministro General de los Capuchinos, desplazado desde Roma, celebró la Eucaristía en la capilla instalada en la AEM, imponiendo en la mano de la Virgen de la Victoria un Rosario.

Fray Jesús Cortejosa Gómez: 1993-1996. Promotor de la celebración de los cultos anuales a la Virgen de la Victoria en las parroquias del Sagrado Corazón, Medalla Milagrosa, y San Francisco Javier. Las parroquias de San Agustín, y Santa María Micaela, no aceptaron el ofrecimiento. [Testimonio público, a modo de información a los fieles de la ciudad, realizado por el sacerdote capuchino Fray Jesús Cortejosa]

Fray José Cejudo Fernández: 1996-1999. En el año 1997 y durante su mandato, la Sociedad V Centenario de Melilla, accedió a la restauración de Ntra. Sra. de la Victoria por el equipo de la Sra. Doña Concha Bengoechea. Restauración que motivó la interrupción del tradicional besa pie de la Sagrada Imagen, iniciado en 1961, colocando Fray José Cejudo una larga cinta de color celeste anudada a su mano, en cuya parte extrema pendía una medalla con la efigie de la Virgen; depositándose el beso en la medalla para salvaguardar el pie desgastado por la veneración de los fieles y recientemente restaurado. En 1998, apoyó una solemne procesión y actos conmemorativos del 50 Aniversario de la Coronación, trasladándose la imagen hasta el paseo central del Parque Hernández; lugar en el que se dio lectura al nombramiento de la Patrona de la Ciudad como Alcaldesa Honoraria Perpetua.

Meses más tarde, este sacerdote fue el receptor de la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla, concedida a la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, y que recibió de manos del Presidente Don Enrique Palacios, y en cuyo acto, celebrado en el Auditorio Carvajal, estuvo acompañado por Fray José María Romero Martínez.

Fray Fernando Linares Fernández: 1999-2002. Durante el tiempo que ejerció el cargo de Ministro Provincial de los Capuchinos de la Provincia de Andalucía, dejó constancia escrita de numerosas normas para la protección del patrimonio religioso depositado en la iglesia del Pueblo.

Autor del Inventario General de Bienes y Enseres de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción y Convento de Capuchinos. Fue nombrado por el Pleno de la Asamblea de Melilla “Protector del Patrimonio”

Fray Fernando Linares Fernández: 2002-2005. Autor del Inventario General de Bienes y Enseres de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla

Milagrosa y casa parroquial. Promotor de la restauración integral de la Casa del Pagador y del Palomar de Ingenieros, con el apoyo decisivo de la Consejería de Cultura, presidida por Don Francisco Javier Martínez Monreal. Dejando la totalidad del edificio en condiciones de habitabilidad. Fue el verdadero promotor del Museo de Arte Sacro, dejando liberada la totalidad de la planta baja del convento para este fin. Consiguió editar las Memorias de Fray Felipe de Coín, así como el Libro de Visitas Pastorales a la Residencia de Hermanos Menores Capuchinos: 1918…

Fray Fernando, antes de clausurar el Convento de Melilla, hizo entrega a la imagen de la Virgen de la Victoria de la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla, que había sido concedida a la Orden Capuchina en 1998.

Colofón

Sacerdotes Capuchinos que quedaron unidos para siempre a la Historia de Melilla. Como peregrinos estuvieron alojados en varias viviendas y distintas calles de esta ciudad: Carlos Ramírez de Arellano, Gral. Buceta, Concepción, Miguel Acosta, Pablo Vallescá-capilla de La Inmaculada, Castelar…, pero siempre con la vista puesta en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción. Faro y guía desde el que la Virgen de la Victoria sigue protegiendo al pueblo de Melilla desde hace cuatrocientos noventa y dos años.