El Tribunal de Apelación de Rabat ha condenado a 21 personas, entre ellas cuatro miembros de los servicios de seguridad marroquíes, a penas de entre dos y diez años de cárcel por “secuestro, corrupción y abuso de poder”.
Según informó ayer la agencia de noticias MAP, dos de los cuatro miembros de los servicios de seguridad han sido condenados a diez años de cárcel, mientras que los otros dos han recibido penas de ocho y seis años por “corrupción, tráfico de influencia, abuso de poder, fraude y divulgación de secretos profesionales”. Además, cada uno de los cuatro policías deberá pagar 600.000 dirhams (56.000 euros) a una de sus víctimas.
El resto, cuyas penas de prisión varían entre los dos y los seis años de cárcel, han sido acusados de “corrupción, abuso de poder, tráfico internacional de drogas, falsificación de documentos administrativos y no denunciar un crimen”.