"Cuando me dieron la noticia de que iba a asumir el mando de este barco que se iba a Melilla, para mí fue la mejor noticia que podía ser"

El Faro ha hablado con Juan Antonio Chicharro, comandante del patrullero 'Isla Pinto', que se ha establecido en nuestra ciudad de forma permanente y que vigilará las aguas territoriales de nuestra ciudad. Chicharro ha hecho un recorrido por su trayectoria profesional desde que ingresó en la Escuela Naval Militar, su llegada a Melilla para estar al mando del patrullero y las primeras funciones que ha tenido el mismo desde que se estableció en el puerto melillense.

-¿Cómo ha sido esa bienvenida que os ha dado el pueblo de Melilla?

Bueno, excelente. La acogida ha sido excelente, teníamos muchas ganas de llegar. Ten en cuenta que ha sido nuestra primera misión. Recibimos el barco en junio del año pasado en Vigo y desde entonces hemos estado en Ferrol un mes y medio familiarizándonos con el barco, que era reciente, era nuevo sacado del astillero, y desde entonces hemos ido desde Ferrol hasta Cartagena e hicimos nuestro primer tránsito largo en Cartagena.

Hemos estado equipando el barco militarmente por así decirlo, navalizándolo, y ya desde eso que fue en agosto cuando llegamos hasta finales de diciembre. En diciembre finalizamos esas obras, en enero hicimos un crucero de resistencia, también nuestra primera misión operativa por Baleares, el Mediterráneo, llegamos incluso hasta Barcelona y bajamos por la costa levantina y ya por fin hemos conseguido ese objetivo que era llegar a nuestro puerto base Melilla.

-Habéis dado muchas vueltas hasta llegar al puerto base de Melilla, ¿cuáles han sido vuestras primeras funciones aquí?

Los inicios nunca son fáciles, eso lo sabemos, y más cuando en Melilla lamentablemente no ha habido un barco así desde hace muchos años. Yo de hecho ni lo recuerdo. No hay mucha historia sobre esto recientemente, por lo cual nuestros primeros trabajos han sido difíciles y son todos relacionados con el aspecto logístico y el aspecto operativo. Es decir, toda la preparación.

Llegar aquí y gestionar todos esos aspectos logísticos, como digo, de combustible, de amarradores, del puerto, incluso también aspectos particulares de la dotación. Los 10 que somos, se han tenido que buscar sus casas, e incluso muchas de sus familias están aún en la península. Eso han sido un poco nuestros trabajos.

Ya hemos conseguido salir a la mar. Hemos hecho ya nuestras primeras misiones de vigilancia marítima en la zona. Y bueno, a continuar.

-Justamente vamos a hablar de la dotación. De estas diez personas que la forman ¿Qué funciones desempeñan cada uno?

Tenemos una plantilla todavía experimental al ser un barco nuevo. Todavía no hemos cumplido ni siquiera el primer año. Nuestra plantilla es de 10, pero actualmente por circunstancias somos 8. Aún no la hemos cubierto. La tuvimos, pero hemos perdido marineros por que han aprobado para suboficial. Esa plantilla de 10 espero que algún día lo aumentemos a 2 más, a 12, siguiendo la referencia de otros buques de la Armada que hay en Ceuta, por ejemplo.

¿Y qué funciones? Pues mire, primero hay un comandante, que soy yo, y luego tengo a dos suboficiales, un contramaestro y un jefe de máquinas. Luego tengo a dos cabos primero, de los cuales solamente tengo cubierto ahora mismo una vacante, que es el cabo primero electricista que se dedica a todo el tema de la electricidad. El otro sería de comunicaciones, que es el que tengo ausente, y  cinco marineros variopintos, dos multipropósitos de operaciones, uno específico de maniobra, otro específico de máquinas y otro específico también de habitabilidad y alojamiento.

-Y hablando del patrullero, ¿con qué sistema tecnológico cuenta o con qué armamento?

Es un barco muy moderno, un barco que como se puede observar es muy diferente respecto a los demás barcos de guerra, por así decirlo. Es como un barco civil que se ha convertido en un barco de guerra, entonces tiene aspectos tecnológicos muy modernos. Se puede observar como luego lo veremos en la visita, cómo tenemos un sistema de vigilancia optrónico, que es una cámara muy buena que tiene un zoom bastante bueno. Se puede ver tanto diurno como nocturno, tiene esa particularidad porque detecta el calor, es una cámara térmica. Luego tiene sistemas de navegación electrónica, cartas de navegación electrónica, tiene piloto automático, la verdad es que tecnológicamente está muy bien. Además lo mejor del barco es que corre muchísimo, corre 32 nudos, es una buena plataforma.

-Desde luego qué orgulloso está del patrullero. ¿Qué le parece que Melilla cuente con un patrullero con base permanente después de tanto tiempo?

Estrictamente necesario. Lamentablemente como decía antes, no lo ha habido desde hace muchos años, entonces creemos necesario o la Armada ha creído conveniente que se utilice aquí un patrullero permanentemente para defender los intereses de todos los españoles, de todos los ciudadanos.

Venimos a la seguridad, venimos a proteger, venimos a controlar nuestros espacios de soberanía, a controlar la pesca legal y todas esas actividades lícitas o lo contrario, controlar que no haya actividades ilícitas y sobre todo colaborar con otras administraciones. Con la Guardia Civil, Policía Nacional, aduanas. A eso hemos venido y Melilla lamentablemente no lo ha tenido hasta ahora. Ya por fin la Armada tiene digamos un puño de fuerza aquí.

-La seguridad es muy importante. Un barco de recreo que salga a navegar a aguas de Melilla, ¿cree que se va a sentir más seguro estando vosotros aquí?

Sin duda alguna debería, debería sentirse así porque nosotros cuando salgamos a la mar vamos a estar ahí protegiéndolos. Entonces, a eso hemos venido, a proteger y a dar seguridad, porque dando seguridad tenemos más libertad.

-Hablando un poquito más de usted. ¿Cuál es su formación? ¿Cómo empezó?

Nosotros los oficiales ingresamos al Escuadrón Naval Militar en Marín, en Pontevedra, y ahí estudiamos cinco años. Esos cinco años es nuestra carrera profesional y una vez que salimos de los cinco años ya cada uno va destinado a barcos o a puestos en tierra. En mi caso, por ejemplo, he tenido la suerte de estar toda mi carrera hasta ahora, hasta el día de hoy, en barcos. He estado en fragatas, he estado en cazaminas, he hecho luego una especialidad de sistemas de combate, luego he ido a otra fragata más moderna en Ferrol y ahora estoy mandando este barco. Por lo cual es el mayor orgullo y honor que creo que un marino puede tener.

-¿Cómo se tomó que lo destinaran aquí? ¿Conocía Melilla de antes?

Yo la conocía porque teníamos la suerte de que de guardia marina durante estos cinco años que le comentaba de la Escuela Naval siendo de guardia marina ya pude venir aquí. Por lo cual ya conocí lo bonita que es esta ciudad y la gran acogida que tiene sobre todo la Armada.

Cuando me dieron la noticia de que iba a asumir el mando de este barco y que este barco se iba a Melilla, para mí fue la mejor noticia que podía ser. Es difícil para nosotros, porque como decía, yo mismo, mis oficiales, tenemos familias en la península y las dejamos ahí. Con lo cual, dentro de esa connotación positiva que es venir a Melilla, una ciudad preciosa, profesionalmente significa estar alejados de la península. No hay buques de la Armada aquí, venimos solos prácticamente. Es una labor que creemos esencial, primordial y difícil, pero hemos venido muy contentos de estar por supuesto.