Después de un arduo trabajo de restauración que se realizó entre el 2011 y 2012, la obra pictórica ‘Isabel II’ protagoniza la muestra del mes en el museo Casa Ibáñez. La consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño, informó de que no tienen documentación del cuadro ni han podido determinar a qué autor pertenece pues no posee ningún tipo de grafismo o firma, sin embargo creen pertenece a la escuela de Madrazco por sus características estilísticas. La obra que engalana y protagoniza la muestra del mes en el Museo Casa Ibáñez, fue restaurada desde mediados del 2011 hasta casi finales del 2012. La consejera de Cultura explicó que el cuadro “se encontró en un estado de conservación pésimo, en un estado muy malo de conservación, con un siete en la parte superior del cuadro y bastante deteriorado; entonces restaurarlo ha sido una verdadera labor de artesanía”. Después de la restauración, el cuadro fue ubicado en el salón de acto de la Consejería de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, en la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Melilla. La restauradora Vanessa Martínez, explicó que el cuadro estaba en el almacén del Museo de las Peñuelas, ubicado en el recinto amurallado de Melilla la Vieja. Dijo que en un inicio se pensó tirarlo por el estado del mismo, pues además tenía una proliferación de hongos y el marco estaba partido en cuatro. Es proceso fue minucioso, contó Martínez. El lienzo fue intervenido debido a las roturas y al envejecimiento del mismo. “Se empezó por el reverso, por la limpieza del reverso, quitarle todos los parches que tenía aparte del 7 y como la tela estaba en muy malas condiciones se realizó un re entelado, que consiste en poner una tela encima de la original y proteger la pintura. Una vez re entelado se quitó ese papel y empezó lo que es la restauración de lo que es la pintura, la policromía”. Martínez aclaró que los restauradores no pintan, sino que simulan la pincelada del pintor pues no desean hacer un “falso histórico, tiene que estar perfectamente visible lo que yo he hecho con respecto a la pintura”, dijo. En cuanto al marco, indicó que se ensamblaron todas las partes para posteriormente colocarle una capa de estuco y se doró con láminas de oro de 22 quilates. De la misma forma y según una reseña del cuadro, cuando se encontraron el cuadro tenía una “gran cantidad de parches de diferentes naturalezas, humedad, acumulación excesiva de polvo y excrementos de animales; así como desgarros considerables en el soporte sin dejar de lado la pérdida de consistencia del soporte pictórico y de la policromía. El cuadro estará en el Museo Casa Ibáñez por tiempo como parte de la muestra del mes y luego volver á a su espacio original.