CSIF denuncia la saturación en Secundaria en Melilla: "No cabe ni un alumno más"

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lanzado una advertencia urgente sobre la situación de la educación secundaria en Melilla. Según el sindicato, los institutos de la ciudad están completamente saturados, con aulas que superan ampliamente la ratio recomendada, lo que repercute directamente en la calidad educativa y en las condiciones laborales del profesorado.

La falta de infraestructuras adecuadas es otro de los factores clave que agravan el problema. CSIF denuncia que muchos centros carecen de espacios esenciales para el correcto desarrollo del aprendizaje, como laboratorios, bibliotecas y aulas especializadas, ya que han sido reconvertidos en clases ante la falta de espacio. Esta situación no solo afecta a la enseñanza de asignaturas como Ciencias o Tecnología, sino que también impide el desarrollo de metodologías innovadoras que requieren espacios más dinámicos y flexibles.

El sindicato recuerda que este problema no es nuevo y que se viene gestando desde hace años. La llegada de familias con hijos pequeños durante la anterior crisis económica provocó un aumento de la matrícula en Infantil y Primaria, y ahora esos mismos estudiantes han alcanzado la Secundaria, generando una presión insostenible en los institutos.

"Se formó lo que en el ámbito educativo llamamos una 'barriga', es decir, una acumulación de estudiantes en determinadas edades que en su momento sobrecargó los colegios y que ahora está desbordando los institutos", explica CSIF en su comunicado. "No podemos seguir esperando a que la natalidad baje, porque esto supondría condenar a una generación entera de estudiantes a una educación deficitaria".

Actualmente, en muchos centros de Melilla es raro encontrar grupos con menos de 30 alumnos por aula. Esta cifra está muy por encima de lo recomendado por los expertos en educación, quienes advierten que ratios elevadas dificultan la atención personalizada, reducen el tiempo de interacción entre el docente y cada estudiante, e impiden aplicar metodologías más participativas y eficaces.

Pérdida de calidad educativa

El exceso de alumnado no solo afecta a los estudiantes, sino también a los docentes, que deben gestionar clases masificadas sin el apoyo ni los recursos suficientes. CSIF denuncia que esta sobrecarga de trabajo está afectando la motivación y el desempeño del profesorado, además de aumentar la conflictividad en las aulas.

"El sistema educativo en Melilla ya arrastraba problemas de falta de inversión y recursos, pero ahora estamos en una situación límite", advierte el sindicato. "La sobrecarga en las aulas se traduce en menos tiempo para atender las necesidades individuales de los alumnos, lo que perjudica especialmente a aquellos con dificultades de aprendizaje o necesidades educativas especiales".

Según CSIF, en los últimos años se ha registrado un aumento significativo en el número de estudiantes con necesidades educativas específicas, pero la administración no ha adaptado los recursos a esta realidad. "Hay más alumnos que requieren atención especializada, pero no se ha reducido la ratio ni se han incorporado suficientes profesionales de apoyo. Esto es un problema grave que afecta tanto a los alumnos como al profesorado".

Ante esta situación, el sindicato ha exigido a las administraciones una serie de medidas urgentes para aliviar la presión en los centros educativos de la ciudad. La primera de ellas, la construcción de un nuevo instituto.  CSIF considera imprescindible la creación de al menos un nuevo centro de Secundaria para redistribuir el alumnado y reducir la masificación en las aulas.

Asimismo plantea la reducción de la ratio de alumnos por clase con la disminución en el número de estudiantes por grupo porque así se mejora la atención educativa y se facilita el trabajo a los profesores. También reivindica un aumento de los recursos humanos en los centros con la contratación de más docentes y personal de apoyo para garantizar una enseñanza de calidad.

Por último, pide una planificación educativa a largo plazo porque, en su opinión hay falta de previsión en la administración, lo que ha llevado, afirma, a la situación actual. Exige, igualmente, un plan estratégico que contemple el crecimiento de la población escolar en los próximos años.

La brecha educativa

Otro de los aspectos que preocupan al sindicato es la diferencia en calidad educativa entre Melilla y otras comunidades autónomas. Según los datos del Informe PISA, la ciudad autónoma se encuentra entre las peores posicionadas de España en cuanto a rendimiento académico.

"La situación en Melilla es especialmente preocupante porque partimos de una base educativa mucho más débil que en otras regiones", señala CSIF. "Mientras que en otras comunidades la ratio está bajando debido al descenso de la natalidad, en Melilla seguimos con aulas masificadas y sin soluciones a la vista".

El sindicato también denuncia que la educación no ha sido una prioridad para los gobiernos, ya que "no genera réditos políticos a corto plazo". Según CSIF, esta falta de interés por parte de las administraciones ha condenado a los estudiantes melillenses a recibir una formación con menos recursos y peores condiciones que en otras regiones de España.

CSIF advierte que, si no se toman medidas urgentes, Melilla seguirá arrastrando problemas educativos durante los próximos 10 o 15 años. "No podemos seguir ignorando esta realidad. Se requiere una inversión real en infraestructuras, recursos humanos y planificación para garantizar que todos los alumnos tengan acceso a una educación de calidad".

El sindicato concluye su comunicado exigiendo a las administraciones que actúen con urgencia y cumplan con su responsabilidad de garantizar un sistema educativo digno para todos los estudiantes y docentes de la ciudad.