La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Educación en Melilla ha afirmado este lunes que que "los docentes no son guardias de seguridad" y que la suya es "una profesión de riesgo", por lo que ha exigido una vez más a la administración educativa "protocolos claros de actuación", como los existentes en otras autonomías, para que "el profesorado sepa en todo momento cómo actuar en casos de agresión al profesorado, agresiones entre alumnos o cualquier tipo de violencia que se produzca dentro del ámbito educativo".
Si bien para intentar combatir todo tipo de violencia escolar, "los centros pasan horas elaborando planes de convivencia, los cuales pretenden ser el punto de referencia para intentar abordar todas las conductas disruptivas" que allí ocurren, pero "son necesarios protocolos de actuación para actuar de manera efectiva, rápida y segura", ha dicho CSIF.
Así, el sindicato ha vuelto a salir en defensa "de la profesionalidad y del buen hacer de todos los docentes y de los equipos directivos" de Melilla, "ante las constantes denuncias de casos de agresión entre alumnos", ya que "no puede dejar que se ponga en evidencia" a los docentes que "tan buena labor llevan a cabo".
De igual modo, CSIF ha querido mostrar apoyo a los equipos directivos, "que tanto trabajan para que en los centros escolares no se produzcan comportamientos violentos", a pesar de que "todos los años se producen agresiones dentro de los centros escolares" porque "la violencia está fuertemente instaurada en nuestra sociedad y no son pocos los casos en los que los equipos directivos de nuestros centros tienen que actuar".
En palabras de la organización sindical, "esto ocurre día sí y día también, en muchos centros educativos", y "es una realidad que tristemente no podemos negar". "Basta con preguntar a un jefe de estudios de cualquier centro escolar si es fácil llevar la disciplina en los centros escolares. Es ingente la cantidad de expedientes disciplinarios que se abren al alumnado en nuestra ciudad por comportamientos que ponen en peligro la convivencia", ha asegurado CSIF.
Concretamente, el sindicato ha dejado claro que "mantener un clima de trabajo en ciertas clases es realmente complicado ya que la educación de parte del alumnado brilla por su ausencia". "El respeto hacia el profesorado y sobre todo hacia los compañeros es nulo y solo es cuestión de tiempo para que se produzca un conflicto en el aula en el patio o a la salida de clase", han enfatizado.
Asimismo, han recordado a los padres que "los hijos NO son del Estado y que la educación de los mismos les compete". "Es inadmisible tener que lidiar con alumnos cuyas únicas técnicas de resolución de conflictos son la violencia física y verbal", han añadido los sindicalistas.
Mientras, "la cosa se complica cuando aumenta el número de alumnos por cada clase", ya que "la ratio es fundamental no solo para que el proceso de enseñanza aprendizaje tenga lugar de manera exitosa sino también para poder mantener un clima de respeto y concordia entre los alumnos y el profesorado".
De hecho, CSIF no ha descartado la posibilidad de que "algunas de estas agresiones entre alumnos puedan tener su origen en el alto número de alumnos en las clases y no por dejación de funciones del profesorado". "Siempre se ataca al docente, se le culpa de todos los males del sistema educativo", pero "los docentes van cambiando" y "problemas como éste cronifican".
En resumen, al sindicato le parece "impresentable" que se haga responsable a los docentes de los brotes de violencia que se están dando últimamente en los centros educativos de Melilla; cuando "el origen del problema son los propios jóvenes, con acceso a todas las formas de violencia que la sociedad pone a su alcance", y que se amparan en "unas leyes permisivas, como puede ser la Ley del Menor".
"Cuando observamos la violencia en los medios de comunicación entre jóvenes la culpa evidentemente se le echa al agresor, pero cuando se produce en un centro educativo, la responsabilidad es para el docente, lo que a CSIF le parece una incongruencia fuera de toda lógica", ha concluido.
No serán guardias de seguridad, pero que los llamen al menos o que llamen a la policía. Los alumnos mientras estén en las dependencias escolares son y están bajo la responsabilidad de los profesores