¿Crisis económica a la vista en Melilla?

La economía española registrará una fuerte desaceleración en 2023, según datos del informe Funcas, centro de referencia en el análisis y la investigación económica y social. En Melilla este frenazo económico se verá agravado dependiendo de si abre o no la aduana comercial, que permite el intercambio de mercancías con Marruecos.

Las previsiones apuntan a que el producto interior bruto en España (PIB) crecerá un 2% el año que viene, un dato inferior a lo adelantado a principio de año. Esta cifra está 1,3 puntos por debajo de lo que se esperaba en anteriores previsiones. En Melilla el PIB era de 1.509 millones de euros en 2020 (según los últimos datos publicados), situándose como la última economía de España por volumen de PIB.

¿Estamos a las puertas de una nueva crisis económica?

"No se puede descartar pero tampoco se puede confirmar". Así lo asegura Jaime Bustillo, economista melillense. En su opinión, aún es pronto para saber si España, Melilla en concreto y Europa en general, entrarán en recesión económica.

Para Bustillo, hay cuatro factores que podrían provocar una crisis económica según su evolución en los próximos meses. La guerra de Ucrania, la crisis del combustible, la inflación y la confianza de los europeos para consumir o no.

En Melilla se unen a estos cuatro factores, la apertura o no de la aduana comercial. Retomar esta aduana comercial con Marruecos supondría una leve mejoría de la economía pero no una solución definitiva para la ciudad, señala Bustillo.

El economista considera que esto sería una oportunidad para el futuro de Melilla, focalizar la economía de las empresas en la aduana, pero no una solución a corto plazo.

Fuentes marroquíes consultadas por El Faro descartan que se produzca una apertura inminente de la aduana comercial este mes de julio, como apuntaban los mentideros políticos. Ahora Marruecos habla de aduana de tránsito entre el puerto de Melilla y el de Beni Enzar. Del otro lado de la frontera se baraja la posibilidad de eliminar los obstáculos al tránsito de pasajeros en octubre, pasada la Operación Paso del Estrecho (OPE), pero no hay fecha para la apertura de la aduana.

Por su parte Bustillo asegura en declaraciones a El Faro que no ve apuestas claras de futuro en la ciudad. Pese a que reconoce que con el turismo vamos "por buen camino", considera que aún falta mucho para poderlo asegurar.

En este sentido, el informe de Funcas que prevé un decrecimiento en el PIB en España a partir del fin del verano, recalca que precisamente el saldo positivo de la capacidad de financiación de España se explica por el incremento de ingresos en concepto de turismo, contrarrestando la subida de la factura de la luz.

Ante las expectativas desfavorables, Melilla se agarra al Plan Estratégico del Gobierno central que supuestamente se va a presentar a finales de este verano para que sea utilizado como herramienta para la ejecución de los fondos europeos, en aras de cambiar el modelo económico de la ciudad.

Claves para una crisis económica

Jaime Bustillo ha dado a El Faro cuatro claves de las que depende que se produzca una crisis económica. Según evolucionen, se podría hablar de una recesión económica que afectaría a Europa, y de forma diferente a determinados países. Todo ello influye en un recorte de las previsiones de crecimiento y en la subida de precios.

En primer lugar, y uno de los puntos que más preocupan, es la guerra de Ucrania. La incertidumbre sobre cuánto durará el conflicto bélico preocupa por las consecuencias que tiene en la evolución de los precios del gas. Este punto afectaría mucho más a países como Alemania que dependen del gas ruso. Según este economista, a España no le afectaría porque los suministros están garantizados.

En segundo lugar, y con mucha relación con la guerra, está todo el dinero que hay en manos de muchos europeos, que no se ha consumido durante la pandemia y, que debido al conflicto, se ha generado una gran incertidumbre entre sus propietarios sobre si consumir o ahorrar.

La evolución de este factor hará que la demanda se estimule o no y de ello dependerá parte del crecimiento futuro. El fin de la contienda, sería un contexto perfecto para la inversión y el consumo del ahorro acumulado este tiempo por precaución, tal y como refleja el informe de Funcas.

En este informe se detalla que aunque el ahorro medio de los hogares españoles se sitúa en negativo (-0,8), es ligeramente superior a las tasas registradas en el mismo periodo de años anteriores a la pandemia.

Y por último, y lo que más afecta a España, la inflación. Este factor influye directamente a la confianza de las personas en cuanto al consumo. Los ciudadanos quieren gastar antes porque su dinero vale más hoy que mañana. La tasa de inflación en España ya superó en junio el 10,2% y en Melilla se quedó en el 10,1% respecto a junio del año pasado: aquí los precios se han disparado más que en Madrid o Cataluña.

Espiral de la inflación

El economista Bustillo ha explicado muy bien esta cuestión, " cuando los empresarios y los empleados ven el futuro y saben que va a haber inflación, el empleado piensa en que le suban su sueldo y el jefe quiere incrementar sus beneficios. Cuando se produce una dialéctica en espiral, lo que ocurre normalmente es que se acelera la inflación. Los sindicatos y la mano de obra presionan para subir los sueldos y las empresas presionan para subir sus beneficios y para ello aumentan sus precios".

La salida de esta espiral pasaría, según este economista, por el pacto de rentas que está preparando el Gobierno de Pedro Sánchez. Por ello es fundamental que se alcance este acuerdo, dice. A pesar de este pacto, el informe Funcas prevé que la inflación seguirá subiendo, pensando en que los precios de la energía se mantendrán al alza hasta la próxima primavera antes de estabilizarse.

El informe de Funcas prevé así mismo para el año 2023 que el consumo de los hogares se recupere en parte, bajo la hipótesis de una leve recuperación salarial y de una bajada del ahorro hasta niveles inferiores a la media histórica. A finales de 2023 el gasto aún se situaría un 3% más bajo que antes de la pandemia.

Si se habla entonces de una futura crisis en Europa, existe una posibilidad aunque en economía todo es posible. "En el abanico de posibilidades que tiene siempre un economista, un palillo del abanico es la recesión”.

A pesar de ello, Bustillo considera que las últimas previsiones son optimistas aunque advierte de que hay que ver cómo evolucionarán estos factores para saber si Europa se enfrentará a una crisis económica o su economía crecerá.

Una de las muestras más domésticas que anticipan que se aproxima una crisis económica, es el aumento de las ventas de barras de labios de color rojo. El Faro ha hecho un estudio en las tiendas de cosmética de Melilla. Las barras de labios rojas no han parado de venderse últimamente, una señal de que la crisis sí está en camino.