CpM muestra los dientes al Gobierno en el último Pleno de Control del año

La formación de Mustafa Aberchán puso las cosas difíciles al Ejecutivo local durante la sesión, algo inédito en lo que llevamos de legislatura. Los presupuestos del 2013 y los incidentes en la frontera coparon la mayor parte de las preguntas.

El Pleno de Control de ayer, el último del 2012, dejó una imagen inédita en lo que llevamos de legislatura. El principal grupo de la oposición, Coalición por Melilla (CpM), puso en más de una ocasión al Gobierno autonómico contra las cuerdas. Bien es cierto que la sangre no llegó al río ni la tensión al mismo grado que durante el anterior mandato de Juan José Imbroda. No obstante, la formación que lidera Mustafa Aberchán incomodó al Ejecutivo melillense durante buena parte del Pleno.
Desde que en las elecciones de mayo del 2011 el Partido Popular (PP) revalidó su mayoría absoluta  en la Asamblea local, los cepemistas dejaron claro que su voluntad era la de establecer un diálogo fluido con el Gobierno de Imbroda. La ‘luna de miel’ se había mantenido hasta hace poco, pero bien sea por las discrepancias surgidas en torno a la concentración en favor de Gaza o porque los Presupuestos de 2013 se presentarán en breve, CpM y PP dieron en el Pleno un pequeño paso hacia un divorcio que se antoja inevitable cuando se acerquen las próximas elecciones locales.
El diputado Hassan Mohatar comenzó la sesión demostrando que su formación política ya no se conforma con respuestas fáciles y muestras de buena voluntad. Los cepemistas quieren acuerdos firmes y así lo expresaron ayer. De hecho, fueron los únicos que lograron arrancar algún compromiso a la bancada de los populares.
El presidente Imbroda no dudó en salir al paso de muchas de las preguntas planteadas por la formación de Aberchán. “Luego no se quejen ustedes de que participo poco”, espetó el máximo dirigente del Ejecutivo central durante el turno de preguntas.
Medidas para paliar el paro y la pobreza, así como sus efectos, y los sucesos en la frontera centraron buena parte de las cuestiones planteadas por los cepemistas. También hubo espacio para temas largamente debatidos en la Asamblea en tiempos pretéritos, como los aparcamientos del cementerio musulmán o la presencia de la oposición en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria. Sobre estos asuntos, sin novedad en el frente.
En lo que respecta al Grupo Socialista, su portavoz, Gregorio Escobar, estuvo más combativo que en otras sesiones de Control. Todo tiene su explicación. Desde el primer minuto del Pleno, el Gobierno local no dudó en apuntar al fantasma del zapaterismo como causante directo de muchas situaciones negativas que se viven en la ciudad autónoma. Los problemas que tienen los melillenses para acceder a una vivienda, los incidentes en Beni Enzar de 2010 o el fracaso escolar fueron, o son fruto, de la gestión del ex presidente del Gobierno, según los populares de Melilla.
El argumento de la ‘herencia’ comienza a quemar, no sólo a los socialistas, sino también al resto de grupos, que pide mirar al frente. Hablando de épocas pasadas, populares y cepemistas acabaron debatiendo sobre la política de vivienda cuando José María Aznar presidía el Gobierno y Mustafa Aberchán la Ciudad Autónoma.
Está claro que a los que menos gusta este argumento recurrente del PP es a los diputados del PSOE. Escobar llegó incluso a alzar la voz cuando su grupo ni siquiera estaba participando para protestar por las acusaciones vertidas sobre el Ejecutivo socialista. Tanto Zapatero como su etapa al frente de la Delegación del Gobierno le siguen pasando facturan al líder socialista en los Plenos de Control.
Con Populares en Libertad (PPL) todo sigue igual. Hay que ser justos. Su portavoz Julio Liarte no es el orador más brillante de la Asamblea local, pero también es cierto que todas sus propuestas son fuertemente reprochadas. A Liarte también le persigue su pasado, en concreto su cargo en Promesa. No hay Pleno de Control en el que no se le reproche su ‘deserción’ a las filas del partido de Ignacio Velázquez.

Ante todo, la frontera

En cuanto a los temas que se debatieron ayer, hubo uno que destacó por encima de todos: Los incidentes en la frontera. Se preguntó sobre este asunto en todas sus vertientes: Los apedreamientos a agentes de Policía, lo tratado en la reunión con Marruecos, el destrozo del brazo de  Estopiñán o la detención de Said Chramti fueron ayer puntos candentes a debatir.
Todos los grupos de la oposición reservaron tiempo para tratar esta cuestión. En la recta final de la sesión, Imbroda dejó claro que si su Gobierno no quiere realizar una condena institucional por lo ocurrido con el monumento del conquistador es, sencillamente, por no dar ‘bombo’ a Chramti. El presidente no dudó en señalar que hablar de él es hacerle publicidad, propaganda y, por ende, darle alas para seguir provocando altercados.
Cinco horas y media de Pleno. No dio para más la sesión. A fin de cuentas, pocas novedades en el panorama político local, tan sólo ese leve distanciamiento entre cepemistas y populares. Habrá que esperar algunos meses para comprobar si se trata del algún berrinche pasajero o del comienzo del fin de las buenas relaciones entre ambas formaciones políticas.

Del resfriado de Acedo a los 50 brazos de Pedro de Estopiñán.

Una vez más, Twitter se convirtió en un foro virtual de lujo para comentar lo acontecido en el Salón de Plenos. Muchos diputados pasaron buena parte de la sesión enfrascados en sus dispositivos portátiles para dejar en la red su parecer.
Algunos ‘tuits’ pusieron una nota de humor a la gris mañana plenaria. El diputado socialista Dionisio Muñoz, un imprescindible en la famosa red social, le lanzó un guiño a Sofia Acedo, visiblemente resfriada, para que se recuperara pronto. Eso sí, le advirtió que en cuanto se curara volverían a darle “leña al mono”.
La viceconsejera de Juventud, otra gran aficionada a Twitter, se limitó a dar las gracias, pero no entró en el juego del socialista. De hecho, ayer los populares brillaron por su ausencia en la red, algo poco habitual en los Plenos de Control.
Comentarios jocosos sobre el presidente de Melilla Monumental, José Vallés, a quien Muñoz llamó ‘Octopussy’, en referencia a la película de James Bond, por asegurar que había 50 brazos de Estopiñán como el destrozado.
Julio Liarte también hizo acto de presencia en Twitter, aunque menos de lo normal y para criticar las respuestas que le daba el Gobierno.

Una sesión plenaria salpicada con anécdotas de todo tipo

Cinco horas y media de sesión dan para mucho, sobre todo para que el Salón de Plenos sea escenario de un buen número de anécdotas y descubrir que los diputados son también seres humanos.
La mañana empezó gris y el clima, más de invierno que de otoño, se instaló al Salón de Plenos. Entre el público y los diputados, más de un resfriado, muchos kleenex, estornudos y gente abrigada ante el frío que había en la habitación.
Muchos políticos matan el tiempo con sus teléfonos móviles. No obstante, la diputada cepemista Salima Abdeslam prefirió un entretenimiento de mayor calidad: Se leyó de cabo a rabo la edición de El Faro. Durante más de una hora, se empapó con la información de este periódico.
Chascarrillos, cifras en pesetas expresadas en euros, aspavientos  y unos más que visibles calcetines blancos de un diputado de CpM aligeraron el denso debate. En 2013, más sesiones de Control al Gobierno.