La diputada de Coalición por Melilla (CpM) Dunia Almansouri apuntó ayer que el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, “le está echando un pulso a la comunidad musulmana de Melilla”. “Ya está clarísimo que ni fiebre aftosa, ni sanidad animal, ni nada de nada, solo intereses económicos e ideológicos al querer inmiscuirse en tradiciones del pueblo para eliminarlas”, señaló la cepemista en su perfil de Twitter, respondiendo a las declaraciones que Imbroda hizo el viernes en las que decía que el líder de CpM, Mustafa Aberchán, le estaba echando un pulso al Estado, y no al PP ni al PSOE en relación con el paso de borregos a Melilla desde Marruecos.
La declaración de Almansouri desató la reacción del presidente de la Ciudad: “Eso es mentira y lo peor es que lo sabes”. Imbroda señaló en un tuit que siendo consejero de Medio Ambiente Aberchán se prohibió la entrada de borregos y no se opuso. “Ahora son intereses políticos vuestros”, recalcó.
La respuesta de la presidenta de Intercultura, Yonaida Sel-Lam, terminó de caldear el ambiente: “No eche balones fuera, no existe base legal alguna para impedir el paso de corderos. Esto es solo un burdo intento de usted y su Gobierno por vengarse de la comunidad musulmana. Permita el uso de la plaza de toros como lugar de destino y demuéstreme que estoy equivocada”.
“Entiendo tu papel de mercenaria. Hoy te toca incendiaria, otras veces no, depende...”, le contestó el presidente de Melilla, a quien la representante de Intercultura le dijo que cada una de sus palabras son “un piropo” para ella. “Y con cada una de ellas dignifica mi causa, que es la de toda la comunidad. Para ser presidente de una ciudad autónoma su verborrea deja mucho que desear. Contrólese, señor presidente”, le espetó a Imbroda.
“Incontinencia verbal”
La presidenta de Intercultura le recomendó al jefe del Ejecutivo local controlar su “incontinencia verbal” y leer a Miguel de Unamuno, evocándole que “a menos pensamiento, pensamiento más tiránico y absorbente”.
Almansouri ironizó diciendo que para tener la fiesta en paz, se ha optado por saltarse la Ley y la orden ministerial para impedir a los melillenses traer sus propios borregos “para beneficiar a unos pocos empresarios” “¡Vaya forma de abusar del poder! Menuda democracia!”, subrayó.