Proteger a los menores de edad de los peligros de internet, especialmente de las redes sociales, a veces no es tarea fácil para los padres. El Faro ha salido a la calle para comprobar qué trucos tienen los melillenses para controlar el uso de internet de sus hijos menores.
Grandes y pequeños viven conectados a internet prácticamente las 24 horas del día a través de los distintos dispositivos electrónicos. Uno de los más usados son los smartphones, los teléfonos móviles inteligentes, en los que se suelen tener instalados diferentes redes sociales.
De acuerdo con los últimos datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el uso de las nuevas tecnologías cada vez está más extendido en las edades comprendidas entre los 10 y 15 años, lo que puede conllevar a problemas de privacidad, adicción, ciberbullying, y hasta la posibilidad de ocasionar trastornos psicológicos.
Por este motivo, la Fundación Orange ha aportado una serie de pautas para prevenir posibles problemas con las redes sociales.
Es muy importante crear un entorno de confianza con los más pequeños para lograr una relación sana con las redes sociales. Es bueno dar a conocer los peligros que pueden conllevar, para prevenir que los niños vean amenazada su seguridad en la red. De esta manera, si algo los hace sentir incómodos, se les está enseñando que pueden contar con un adulto.
Esto además, permitirá que los padres conozcan cómo entienden las redes sociales y cómo se relaciona en ellas. Este consejo también lo recomendó Eva. Esta melillense cree que los padres tienen que tener mucha confianza en sus hijos y poder hablar de todo.
De esta manera pueden prevenirles, dijo, de lo que son las redes sociales. "Es difícil", reconoció Eva, pero tienen que hacerlo, aseguró. Para ello, ella cree que los padres tienen que conocer cómo funcionan las redes sociales que tienen sus hijos.
Además Eva piensa que los padres tendrían que poder revisar las webs y redes en las que entran sus hijos. "Pero bajo confianza, no a escondidas", matizó.
Precisamente este es otro de los puntos que recomienda la Fundación Orange, que los padres conozcan el medio.
Para desarrollar esta conversación y que resulte efectiva para ambas partes, explican desde la fundación, será necesario conocer en qué consisten estas redes sociales, en especial las más utilizadas por los menores.
Es importante acordar un horario y un tiempo límite de uso, que no interfiera en su horario de estudio, ni en sus tareas en la casa. Un ejemplo muy clarificador es el de Noelia. Ella vive en Melilla y ha establecido un horario de uso de internet en su casa. A partir de las dos de la mañana, el wifi se desconecta y así sus hijos saben que ya no pueden seguir con sus videojuegos o redes sociales.
Por ahora le está funcionando. Un consejo que no puede cumplir es el de situar los ordenadores y aparatos tecnológicos en zonas comunes. Cada uno de sis hijos lo tienen en su habitación.
Además de colocarlos en espacios abiertos, la Fundación Orange advierte de que deberían considerarse un bien familiar, evitando que se apoderen de él de forma continua.
Por otro lado, explica la fundación, se debe insistir en que lo importante en la red de amigos es la calidad en las personas que lo integran y no la cantidad. Es decir, evitar que acepten amigos de forma sistemática y añadan únicamente a aquellos que sí que conocen bien.
También, es conveniente restringir al máximo sus opciones de privacidad generales y específicas, controlando así qué personas pueden tener acceso a su información; concienciarles en la importancia de no colgar en sus redes contenido comprometedor, ya que este nunca se pondrá a eliminar por completo; ayudarles a expresar sus emociones a través de la red y también a relativizarlos; y animarlos a comenten o denuncien cualquier anormalidad o abuso que hayan visto en la red.
Hay algunos melillenses que son un poco más extremistas y aboga por quitar a los más pequeños los ordenadores, la tablet, el teléfono móvil y todos los aparatos electrónicos a los menores de edad. "Le daría juguetes de los antiguos", bromeó este melillense, ya que él sabe que esto no funcionaría.
Lo que sí cree que deberían hacer los padres es controlar el uso que tienen sus hijos de estos aparatos. "Controlar el tiempo que lo usan, las horas que lo usan y caparles las páginas en las que no deberían meterse", aconsejó Gonzalo.
Otra melillense que cree que lo mejor es restringir determinadas páginas web y contenido es Rosario. Ella cree que los jóvenes se meten demasiado tiempo a visualizar contenido pornográfico sin control. "Me parece horroroso", reconoció. Pero no solo la pornografía le preocupa, la violencia, dijo, también está a la orden del día en las redes sociales.
Aunque sus hijos son mayores, y nos les pilló muy de lleno el boom de las redes sociales, esta madre cree que les habría controlado el uso y no los hubiera dejado tener aparatos electrónicos hasta que hubieran tenido una determinada edad. "La juventud está teniendo acceso a páginas que son horrorosas".
"Los padres ahí son fundamentales", dijo. Es por ello que ella piensa que debería haber una ley que regulara el acceso de los menores a las redes sociales hasta una determinada edad. "Algo hay que hacer porque me parece muy preocupante".
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